Cómo poner a mi esposo de mi lado

Capítulo VIII

Capítulo VIII

•

Eso fue tan inesperado que hasta yo me sorprendí.

Hubo una conmoción. Ya sea que otros lo vean o no, Izek me agarró y me dio la vuelta para verlo. Atrapada en sus grandes manos, me sentí como un polluelo atrapado dentro de la garra de un águila.

¿Me va a golpear?

No me importaba mientras no muera.

"Dilo otra vez. Siguiéndome... ¿Qué vas a hacer mientras me sigues?"

"Y-yo sólo me esconderé y observaré. Incluso si te sigo, no lo notarás..."

"¿Quieres morir?"

Su tono sonaba bastante extraño para una amenaza.

Por supuesto, estaba haciendo esto para no morir, así que negué con la cabeza.

"Entonces, ¿por qué harías eso?"

"Y-yo... me gustaría verte, pero no quiero ser una molestia..."

Como una linda fan.

Claro, no creo que pensara que su débil esposa intentaría asesinarlo. Hay un dicho que dice que la única persona valiente como para asesinar a un caballero sería un amante suicida.

Mientras trataba de que los ojos se llenaran de lágrimas, mi esposo, que me miraba con una extraña mirada, de repente dejó escapar un sonido similar a un suspiro y se tocó la sien.

Al mismo tiempo, Sir Ivan, que nos miraba con una mirada algo distraída, tosió: "Mi señora Rudbeckia, ese es un acto muy peligroso".

"¿Qué?"

"No estoy queriendo decir que confunda a su esposa con un asesino. Como sabe, el norte es un lugar peligroso, por lo que somos un poco diferentes de los caballeros que se forman en el sur. No es tan seguro como la última vez, pero si estás cerca de nosotros cuando estamos cazando monstruos, es posible que te matemos sin notarlo".

Ya veo. Quién sabe qué harían si estuvieran en una situación de desenfreno total en medio de una pelea. Tal vez estén tan extasiados como una persona drogada. Claro que no lo perseguiría todo el tiempo, excepto cuando la seguridad estaba garantizada. Pero, supongo, parezco una fangirl por sus reacciones.

Gracias por el malentendido, acosadores.

(N/T: 도끼 병 es el término que se usa aquí, es una enfermedad en la que el paciente cree que todos están enamorados de él/ella.)

"Oh, estoy en tantos problemas. Lo siento, es solo que soy del sur y..."

"No digas eso. No me extraña que no lo sepas. Está bien, ¿verdad? Oye, di algo".

Izek, que no se movió, guardó silencio. Sólo me dedicó una mirada extraña, mordiéndose el labio inferior.

Parecía estar pensando en cómo se enojaría hasta morir.

Tartamudeé con una expresión sombría, tanto como me fue posible.

"N-No te preocupes. Nunca te meteré en problemas..."

"Si el horario había cambiado, debiste habérmelo dicho con antes".

La escalofriante voz pertenecía a Ellenia.

Ellenia se acercó a nosotros y miró a su hermano con esa mirada impasible en su rostro.

"Ellen tiene razón. Podrías haber pasado por nosotras. Ni siquiera sabes cómo estar agradecido por la belleza que hay en casa".