(Esta parte de la descripción estará en cambio constante dependiendo el progreso de la historia. La imagen no es mía, créditos a su respectivo autor)
En las situaciones extrañas no todo es lo que parece. A veces lo tangible es intangible y viceversa...
El carruaje listo esperaba a la entrada de aquella morada
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Hoch caminaba lentamente con la mirada fija hacia el suelo. Mientras que el otro sujeto ya estaba listo y le gritoneaba porque no tenia todo el día
- A-a dónde vas? - caminaba junto a el preguntándole con angustia
- La verdad eso no es de su incumbencia - sin dirigirme la mirada
- Oye espera! Déjame ir contigo -
- No. Ha dejado bastante claro que no es de fiar. Con su permiso -
Y cuando acabo aquella despectiva frase acelero el paso. No negare que me dolió hasta el alma, pero al fin y al cabo tenía razón... no estuve ahí como se lo dije...
. . .
- Hoch que bueno que saliste! Hoch..? Hoooch..? - paso corriendo frente mío sin voltear a verme
Cuando salió del cuarto de su supuesto padre cerro con la calma que le permitía su cordura y salió corriendo hacia su cuarto. No se le veía agresión física ni nada.
No no no, no puede ser que el único con quién podía hablar ya no me vea, no!
Entro a su habitación y cerro igual con delicadeza y se tiró a su cama después. Yo pasé aún ya con la puerta cerrada. ¡Ahora sí sirves Quirk estúpido!
- Que te hizo? Estás bien!? - Me senté a su lado y lo quería acariciar para consolarlo
- Pues al parecer eso a ti te ha importado una mierda!! - me aventó la mano - Si no te molesta... Déjame en paz!!! - Y se acurrucó dándome la espalda
Me quedé sorprendido
-Por favor, déjame revisarte. No te ha hecho nada malo?? -
- Y que si así es!? No estarás aquí por siempre y lo comprobé hace un rato cuando te había estado buscando!! - se oía su naricita con ese sonidito cuando uno llora - se que no tengo ninguna autoridad para pedírtelo, pero por favor... Déjame si? Vete!!! -
- Si así lo quieres está bien, solo una cosa... -
Se volteo a mirarme
- Pe-perdoname p-por favor - Y le dejé una rosa blanca en dónde yo estaba sentado
En lo que el limpiaba sus ojitos yo... yo... simplemente desaparecí
. . .
Me he trepado en la parte de atrás de esta cosa. Aiz... digo... Hoch no me ha visto.
Al cabo de un rato vamos llegando a una ciudad al parecer. Si, en definitiva ya no dudo que no estoy en casa, al menos que cuando me desmaye hayamos viajado a Europa (no sé qué parte pero me da aires que estoy en una por acá) y esta parte de dónde sea que esté, parece ser ambientada como por el siglo XVII o XVIII. Si, algo recuerdo de las clases de historia.
