Capítulo 24.

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ᴜʟᴛɪᴍᴏ ʙᴇꜱᴏ.

"Never thought we'd have a last kiss
Never imagined we'd end like this"

Aubrey se recostó en el asiento del copiloto en el auto de Nikki y tomó sus manos para después soplar en ellas tratando de entrar en calor. El mayor encendió la calefacción del auto y se mantuvo en silencio sin saber qué hacer o decir. Ambos estuvieron en silencio por un gran rato, Nikki escuchaba los suspiros de Aubrey y la vio de reojo mientras trataba de acurrucarse en el asiento.

Él sabía que tenían unas cuantas palabras dentro de él que moría por decirles antes que fuera tarde. En ese instante quiso olvidar su orgullo y no le importó si perdía la dignidad o si se veía débil ante ella, después de todos estos años se había sentido así durante mucho tiempo y quería dejar ir todo lo sucedido. Hablaría sin callarse y sería sincero por primera vez en su vida.

—Estaba enamorado de ti —susurró sin siquiera percatarse que sus palabras habían salido de la nada.

Aubrey quién se había acurrucado en el asiento, se volteó y lo miró con sorpresa sin comprender de dónde había salido esa confesión del bajista. Nikki se llevó una mano al rostro y suspiró frustrado, enseguida sintió como sus mejillas se ponían coloradas y quiso dejarla sola y salir corriendo muy lejos de ahí.

—N-no quería decirlo así —murmuró observando por la ventana del auto.

—¿Qué quieres decir?

—Quería decir que siento lo qué pasó —susurró—. Quería pedirte perdón, pero confesé algo que no debía confesar.

—¿Por qué? —preguntó mirándolo.

—Yo —tomó un largo suspiro y después hizo una mueca—; porque necesitaba hacerlo, necesitaba pedir perdón pero no quería decir lo otro.

—Sigues sin decirme la razón.

—Cállate y escucha, por favor —le dijo con un tono soez. Ella elevó una ceja y él río nervioso—. Lo siento, lo siento, yo no quería levantar la voz.

—¿Podrías verme? —le preguntó con fastidio. Nikki la miró con el rabillo del ojo—. No, quiero que me veas fijamente, no has podido hacerlo desde que estamos en el hospital. Si me dirás algo quiero que me mires.

Nikki agachó la mirada. Llevó sus dos manos al volante y después apoyó su cabeza allí sintiéndose frustrado.

—Tendrás que darme un par de minutos, por favor —susurró.

—Bien.

El bajista tomó un suspiro y se quedó en silencio por unos dos minutos. Hasta que sintió que ya no debía sentir miedo, entonces pudo levantar la cabeza del volante y la miró. Al verla volvió a sentir pánico pero no le importó.

—Mick solía hablar de ti, te escuchabas tan mimada y tu vida parecía ser tan perfecta, que realmente eso me fastidiaba... No preguntes por qué —dijo al ver que ella iba a abrir la boca para decir algo—. Quizás eso es porque yo no tuve una vida así en mi infancia y tú parecías tenerlo todo... Creí que sería divertido fastidiarte un rato, porque pensé que nunca jamás habías tenido algo real con personas del mundo real.

—¿Qué quieres decir? ¿Que era marciana o qué? —preguntó sarcástica. Nikki sonrió con diversión.

—No, quiero decir... No tenías idea de los peligros del mundo real, los excesos, el sexo, etcétera... ya que eras demasiado inocente para nosotros.

—Conozco muy bien la parte en la que me consideraban una mojigata, Nikki —rodó los ojos.

—En ese tiempo yo no tenía veintitantos, iba a cumplir treinta, seguía pensando como un idiota de dieciocho años y te hice daño.

𝐄𝐩𝐨𝐜𝐡 ━ Tommy Lee [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora