Veintisiete

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La vida te enseña que la mierda
es un plato para comer diario
si se lo propone,
porque aunque quisieras
salir de la jaula del destino
la gravedad te encadena
con fuerza a tu prisión.

Las cadenas de las decisiones a veces son tan gruesas que no hay manera de escapar de ellas.

Versos con sabor a sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora