Chuuya Nakahara, un estudiante de secundaria, bastante popular en su escuela, solo preocupado por sus calificaciones y popularidad. Parece la vida de un chico normal, ¿cierto? Bueno, eso estaba a punto de cambiar esa misma mañana.
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Se estaba alistando para ir al instituto. Odiaba los lunes, las tareas que le dejaban esos días eran exageradas pero, no podía hacer nada, solo rezar para que el maldito profesor de literatura se haya levantando con el pié derecho.
Bajó al comedor, como lo esperaba, sus padres ya se habían ido. No le importaba, ya ese tipo de cosas eran normales en su casa; nota en el refrigerador, dinero para el almuerzo y, una que otra cosa que se quisiera comprar, la rutina de todos los días.
-señor Nakahara, el auto ya lo esta esperando afuera de la casa.
Fue una de las sirvientas, quién le recordó a Chuuya que aún tenía que ir a ese infierno de los lunes.
No dudó, agarró sus cosas y salió de la casa, no esperaba mucho, seguramente sería otro día aburrido con mucha tarea.
Pov: Dazai
Osamu Dazai, el 2° jefe de la Port Mafia; una de las mafias más peligrosas de todo Japón, su único trabajó era torturar, matar y, De vez en cuándo salir a divertirse, bastante interesante... Según el.
La mañana comenzó tranquila, todo iba tan bien en el día pero, tenía que ser lunes, no soportaba cuando Mori lo jodía con una misión de la cual no le había informado, todos los malditos lunes eran así ¿Porque su jefe tenía tantas ganas de joderlo al inició de la semana? No lo sabía, solo quería terminar ese dichoso trabajó de último minuto para seguír leyendo su libró.
Después de unas horas; Dazai se encontraba disparándole a uno de los hombres que había quedado vivo, no le tomó mucho tiempo completar su misión, sólo era una idiotez que le había mandado a hacer Mori. Se largó de ahí, pensaba intentar una de las maneras de suicidó que había leído en su libró, saltar de un lugar alto no era mala idea para el.
Decidió buscar un lugar alto, para su suerte, encontró un edificio lo suficientemente alto como para morir de una caída, no dudó más y subió hasta el techo del edificio.
Por el contrario, Chuuya; se encontraba saliendo de la escuela, era hora de descansó, podía hacer lo que le plazca. Así que, salió con un par de sus amigos y decidieron comer en un restaurante, tenían el dinero ¿Porque no hacerlo?.
Dazai, estaba apuntó de saltar y culminar con su vida pero, ¿Acaso desdé esa altura había visto a un hermoso pelirojo pasar por la calle?. Tampoco era que el edificio fuera muy alto... Solo tenía 10 pisos y, Dazai tenía buena vista, pudo distinguir al pelirojo perfectamente. Bajó enseguida del edificio, ese enano se veía mucho más atractivo de cerca, había entrado a un restaurante, parecía alguien de dinero, Dazai quedó impactado por la bella sonrisa del pelirojo, había encontrado una razón para soportar ese lunes y, no lo iba a dejar ir tan fácil.
