Obsesión |Soukoku|

Capitulo 2

Pov: Chuuya.

Era otro día aburrido, con la diferencia de que era martes. Chuuya ya había llegado a la escuela, en la entrada se había encontrado a Akutagawa cómo era costumbre, parecía un día tranquilo pero. Al llegar al salón se encontró a un chico, cabello castaño, ojos marrones y camisa mal acomodada en su asiento, no se iba a quedar sin hacer nada, no le gustaba que un idiota como ése se sentará en su lugar favorito así como si nada.

Se acercó al chico, tenía uns pose dominante e intimidante a pesar de su baja estatura. No creó que a nadie le agrade meterse con Chuuya, muchos de la escuela le temían, otros lo respetaban y otros solo lo miraban de lejos.

-Oye idiota, ¿eres nuevo? Si es así te voy informando que el asiento en el que está sentado tu estúpido culo es mío, muévete ahora sí no quieres problemas.

La voz de Chuuya era intimidante, firme y amenazante, sonaba como si te fuera a tirar por la ventana en cualquier segundo. Algo que al castaño le encantaba.

Se levantó, poniéndose enfrente del pelirojo dando a ver su gran notoria diferencia de estatura ¿Chuuya se movió de dónde estába? ¿Retrocedió? No, solo miró a Dazai a los ojos diciendo inconscientemente "vete, o te mataré". El castaño respondió a la mirada del pelirojo lo que rápido se convirtió en una pelea de miradas en dónde se tiraban insultos y amenazas mutuamente, el problema era que... Ninguno decía nada. Algo de lo que se dió cuenta rápidamente Akutagawa, fue hacía Chuuya y le tocó el hombro haciendo que "perdiera" la pelea de miradas.

-Chuuya-san, en unos minutos llega el maestro.

Chuuya le sonrió a su amigo, dando entender que no tenía de que preocuparse pero, al regresar la mirada a Dazai el castaño tragó saliva, la mirada del chico apuesto frente a el era tan atractiva que le daban ganas de sumergirse en el mar de sus ojos. Chuuya, al darse cuenta de la sonrisa estúpida de su contrario lo empujó y se sentó en su puesto, no iba a permitir que alguien le faltará el respeto de esa manera.

Pov: Dazai.

El resto de la clase concluyó bien, Dazai no quitaba su vista de ensima del bello pelirojo, ver sus ojos así, tan cerca, hacía que se volviera loco, lo había conocido ayer pero... Ya sabía todo de el, se pasó la noche leyendo los informes que le habían traído sobre Chuuya, era simplemente perfecto.

Tocaron el timbré, anunciando que era hora de ir al descansó, Dazai vio como Chuuya tomaba sus cosas y rápidamente se puse delante de la puerta para impedirle el pasó.

-Vaya, vaya, miren a quién tenemos acá, ¡el enano de esta mañana! ¿Cómo te llamas pequeño?

Ok, eso no era bueno ¿Era enserio que Dazai buscaba cualquier excusa para morir? Provocar a Chuuya de esa manera no era buena idea, pero, ¿Que se puede esperar de un suicida?.

Chuuya se quedó en silencio mirando con un odio notable al castaño en frente suyo, se iba a descontrolar y matarlo en ese mismo instante si no estuviera saliendo del aula con Gin.

-No tengo tiempo para ti, déjame salir.

Enserio, enserio trataba de contenerse, pero ese maldito bastardo lo hacía tan difícil.

-Oh, ¡Vamos enano! ¿Me podrías decir tu nombre?

Dazai se agachó, sabía perfectamente como joder a Chuuya y lo iba a aprovechar al máximo.

-... Chuuya, Chuuya Nakahara, ¿Ya me dejas en paz? ¿O quieres que te golpee en la puta cara de mierda que tienes?.

-¡Que grosero! Soy Osamu Dazai, pero, tú puedes llamarme como quieras

Dazai agarró la mano de Chuuya y se agachó un poco para besarla, a lo qué Chuuya respondió rápidamente quitando la mano del agarré. No estaba interesado en el, no lo conocía y había estado actuando como un Imbécil, no pensaba ser su amigo.

Dazai sonrió de par en par, parecía haberle satisfecho la reacción del pelirojo. Así que se apartó de la puerta dejando el espació suficiente para que Chuuya pasará. El pelirojo sólo lo miro con desagradó y salió de ahí juntó con Gin, no conocía a Dazai, pero ya lo odiaba.

El restó del día concluyó tranquilo, Dazai se complacía con solo mirar a Chuuya y tenerlo bajo el mismo techo, Chuuya estaba aliviado de no haberse topado con el castaño en todo el día.

Despues de clases, Chuuya se fue a casa con Akutagawa, siempre lo acompañaba a su casa, todo era muy normal y tranquilo para ellos dos. Por otro lado, Dazai definitivamente no iba a pasar una tardé como las de siempre.