capítulo 3

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Pov: Dazai

Lo siguiente que hizo el castaño; fue seguir a Chuuya hasta su casa, estaba acostumbrado a seguir enemigos o cualquier persona que le diera la gana matar. La cuestión es que seguía a Chuuya para... ¿Vigilarlo? ¿Qué pensaba hacerle? Nada bueno de seguro.

Todo iba tan tranquilo en la casa de Chuuya, quién diría que un suicida, obsesionado iba a estar mirando por la ventana de su habitación. Dazai se quedó horas mirando a Chuuya desde un árbol, tanto que no se dió cuenta cuándo un maldito pájaro casi hace que se caiga, decidió bajar, era lo obvio después de ese repentino ataque ¿No?.

Revisó su teléfono, pensaba irse pero, ¡¿Tenía 6 llamadas perdidas de Mori?! Eso era malo, no iba a ser buena idea ir a la Port Mafia, pero ¿Que más podía hacer?. Dió un suspiró largo y decidió ir a la basé, sabía lo siguiente que iba a pasar, ya se estaba preparando mentalmente para eso.

Pov: Chuuya

Akutagawa se había ido, dejando solo al pelirojo en la gran casa, Chuuya decidió salir al parque un rato, hace tiempo que no salía y le gustaba el aire fresco.

Al llegar al parque el pelirojo encendió un cigarrillo ¿Que hacía un adolecente fumando en un parque? sus padres lo hacían todo el tiempo, el solo descubrió un cigarro que había dejado su madre en la mesa y desde entonces comenzó un nuevo vicio. No es cómo si a ellos les importará la salud de Chuuya, solo lo dejaban con sirvientas o contrataban una niñera, casi nunca los veía, apenas y los había visto 1 o 2 veces este mes, a el tampoco le importaba, los adultos no le jodian la vida, era genial ¿Cierto? ¿Cuántos adolecentes no se quejan porque sus padres son sobreprotectores? Estaba agradecido de que los suyos no lo jodieran... En parte. A todo niño de 6 años le gusta que su padre juegue con el o que le den el mínimo de atención, tuvo que aprender a cuidarse sólo. ¿Extrañaba a sus padres? No, ¿Quería que le dieran atención? Claro que sí, a veces solo quería despertar y que ellos estén en la cocina esperándolo para desayunar, pero eso nunca pasaría, solo tenía que soportar la maldita falta de atención, sonaba fácil ¿Cierto?.

Apagó su cigarro, se iba a ir del parqué cuando... ¡¿Ese era el bastardo que lo había estado jodiendo en la mañana?!.

A lo lejos, se podía notar a un jóven, alto, castaño, con una mirada y sonrísa sinica que ponía algo incómodo al pelirojo.

El castaño al notar que el pelirojo lo había visto decidió acercarse para "saludar".

-¡Hola chibi! Vaya, ¿uno de los mejores de la clase fumando? No te conocía así... –dijo con una voz dramática.

¿Acababa de decirle "chibi"? ¿Que clase de Imbécil es este?.

-No me interesa en lo absoluto hablar contigo, puedes lárgarte –dijo cortante, pero por la maldita sonrisa estúpida del Imbécil frente a el, se notaba que no iba a dejarlo por un largo rato.

-Me preguntaba... ¿Que hace un chico tan atractivo como tú en un parque sólo?–dijo en un tono coqueto lo que le daba menos ganas a Chuuya de responder.

-Que te importa, métete en tus asuntos –estaba apunto de irse cuando el castaño lo detuvo sacando una caja de cigarros con un encendedor.

¿Acaso ese imbécil quería que fumaran juntos?, Obvio no iba a aceptar pero, nadie lo esperaba en su casa... Solo sería uno.

El pelirojo agarró uno de los cigarros, lo encendió y se sentó en el lugar donde estaba antes seguido por el fastidioso castaño que se sentó junto a el.

-¿Porque fumas? –pregunto sin muchas ganas el castaño.

-Porque me da la gana, estaría mejor si solo te callaras. –reclamo; molesto, no le importaba lo que tuviera que decir aquél chico junto a el, solo quería tener un momento de tranquilidad sin aburrirse.

Acto seguido; el castaño se levantó, tiró su cigarro, poniéndose rápidamente en trente de Chuuya y sus brazos estaban rodeando la cadera del pelirojo. A los que esté reaccionó casi enseguida tratando de quitar al castaño que al parecer era mucho más fuerte que el.

-¿¡Que mierda haces!? ¡No tengo tiempo para golpearte! –reclamo molesto el pelirojo.

-Solo me divierto –le respondió sonriendo de oreja a oreja.

Lo siguiente que hizo el castaño fue robarle un beso rápido a al pelirojo y salir corriendo.

-¡Te veo en la escuela Chuu~!

Lo único que podía hacer Chuuya era maldecirse por haber aceptado ese maldito cigarro e irse a su casa.

Obsesión |Soukoku| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora