Heridas Abiertas

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Los días de luto, en Sargarena, duraban tres días. En la Tierra Mística, podía llevar semanas asimilar la pérdida de un referente del Consejo y un gran líder.

Los ánimos estaban por el suelo, para no hacer más grande el conflicto por su decisión de hacer frente a tan temible adversario, James pasó varios días en su hogar, con sus padres, lamentándose por su actitud tan inmadura.

Sam lo visitaba seguido, él no estuvo ahí cuando sucedió todo, pero se enteró por Lucinda. No veía manera de acompañar a su amigo, así que sólo se limitó a escucharlo y deseaba desahogar sus penas.

- Por mi culpa murió, yo lo mate, Sam. - se lamentaba.

- No, no digas eso, él decidió defenderte. - le respondió su amigo.

- ¡Tú no estabas ahí! no viste lo que sucedió.. -

- Es verdad, no estuve ahí, pero Lucinda me contó todo, y aún si no lo hubiera hecho, se que jamás permitirías que otro caiga por ti, lo que pasó fue inesperado y no sabías que podría haber pasado, sólo querías defenderlos, nadie te lo pidió, fue tu decisión.. lo mismo hizo Firgus. - las palabras del joven cavaron muy profundo en James.

- Sabes... cuando conocí a Firgus... fue, en una disputa contra Parius jajaja ese duende siempre problemático.. aún así, está devastado por todo esto. - dice, sin desviar la mirada del suelo.

- Como todos. -

- ... recuerdo cuando nos enfrentamos a Emerión, estábamos acorralados, Parius había perdido muchos guerreros, los ogros estaban rodeados, Alamys y los suyos eran muy pocos ya.. y cuando incluso perdí las esperanzas, ahí llegó él, con cinco mil guerreros y esa sonrisa desafiante. - dejó caer unas lágrimas y su rostro no podía ocultar una sonrisa envolvente.

Sam abrazó a su amigo, y no se atrevió a decir nada más, no quiso arruinar ese momento.

En la cueva de Gokzu.

- Mi señor, debo felicitarlo por deshacerse de Firgus, fue muy astuta su estrategia. - lo exaltaba Victhur.

- ¿Firgus? ¿Quién es Firgus? - responde frunciendo el ceño.

- E..el Gáshuko, señor. - le responde titubeante.

- ¡Ah! ¿Te refieres a el esqueleto ese? - pregunta restandole importancia.

- Firgus era uno de los mejores guerreros del Consejo, mi señor, además era quien proporcionaba más guerreros para las batallas. - agrega Crummer, metiéndose en la conversación.

- ¿Cómo te atreves a intervenir, inepto? - lo ataca Victhur.

- No estaba en mis planes matarlo, y me tienen sin cuidado esos Gáshukos, mi poder es inigualable, ni el más fuerte de ellos podría dañarme realmente, mi objetivo, sin embargo era otro. - expresó el tirano con un dejo de misterio en sus palabras.

- .. M..mi señor.. ¿Cuál era su objetivo entonces? .. si puedo saber. - preguntó la bestia con mucho temor a la respuesta.

Gokzu lo miró con sus intimidantes ojos amarillos, su aspecto no intuía nada bueno.

Pero finalmente decidió responder.

- Mi objetivo es simple, quebrarlos por dentro, así derribaré a su líder, hacer que vivan el temor y la desesperación como nunca antes, los que vayan a morir, no me generan interés en lo absoluto. respondió con frialdad.

Sus secuaces se marchaban luego de la debida reverencia, pero el líder les advirtió a medio camino.

- Una cosa más, si vuelven a tratarme sin el debido respeto, los lanzaré como alimento para Sahadar - sentenció en seco.

Watson 2: La Era de GokzuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora