Capítulo 5

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Últimos capítulos.

Continúo narrando.

Lisa: _______________ ¿Qué haces aquí?  

Ella vio que tus ojos se humedecían, olías al perfume de Jungkook, se fijó bien en ti y vio que tenías un poco mal puesta la falda, Lisa recordó el mal genio de Jungkook cuando llegaba cansado y no quería hacerle el amor a ella, también recordaba las miradas de Jungkook y las tuyas, sabía que tus ojos negros le pedían una disculpa.

Lisa: Tu —te señalo— tu eres la que te estas acostando con mi marido —se lanzó hacia ti, pero Jungkook la agarro de la cintura— ¿CÓMO ME PUDISTE HACER ESTO? ¡Maldita perra! —grito entre lágrimas zafándose de Jungkook—

Tu: No, Lisa no te imagines cosas que no son —dijiste ya con tus lágrimas corridas—

Lisa: ¿Tienes algo con ella? —le pregunto a Jungkook— dime la verdad, por favor

Tu: No Lisa, tu esposo y yo no tenemos nada

Lisa: ¿Acaso te estoy preguntando a ti, zorra? —dijo dándote una cachetada—

Jungkook: Lisa cálmate, déjame explicarte...

Tu: No le tienes que explicar nada —dijiste molesta por la cachetada— no te tengo miedo, quiero que recuerdes que soy mucho más que una zorra prefiero ser su amante en vez de ser esa estúpida que eres tú que vives de ilusiones, que cuando está contigo no te corresponde y si me gusta ser LA OTRA MUJER de tu esposo —recogiste tu bolso del suelo, te fuiste de ahí dejando a Lisa y a Jungkook sorprendidos—

Lisa sintió como las lágrimas resbalaban por sus suaves mejillas hasta caer encima de su blusa y sobre el suelo el mismo que se la tendría que haber tragado en aquellos momentos.

Jungkook: No quise... —la tomo de las manos—

Ella se zafó del agarre de Jungkook, Lisa se dirigió hacia la salida sintiendo miles de miradas clavadas en su espalda haciendo resonar sus tacones de aguja de charol negro en las blancas baldosas de la empresa de Jungkook, el guardia le abrió la puerta, ella se dirigió a su auto, las luces parpadearon al darle al mando de acceso, abrió la puerta y se metió en el piloto.

Tus ojos volvían a estar inundados en lágrimas, terminaste de poner un plato en el lavavajillas, unas pequeñas gotitas se dibujaron en el gravado gris del aparato, odiabas llorar, alguien te rodeó por detrás, te llevaste el susto del siglo, pero agradeciste a Dios por ese abrazo, dejaste caer el... último plato dentro del aparato y cerró la tapa.

Jungkook: Linda —murmuró—

Tu: Eh —te giraste apoyando tu trasero y la mitad de la zona lumbar en el mesón de la cocina

Jungkook tomo tu mentón levantando tu rostro, tus ojos estaban rojos y a él no le gustaba nada verte así, retiró unos mechones de tu cabello colocándolos detrás de tu oreja, estabas guapísima así, sin arreglar, con algún enredo en el cabello, sin maquillaje y con solo un camisón de seda.

Jungkook: ¿Por qué lloras? —susurró—

Tu: Por todo Jungkook, por lo que paso hoy en la empresa, porque además Lisa me desprecia y porque el hombre al que amo está enojado conmigo —contestaste en voz baja de una forma ahogada, las palabras se te atascaban, dolían al salir, parecía que tuvieras un nudo en la garganta—

Jungkook: ¿A sí? ¿Y quién es ese hombre? —dijo apoyando su frente contra la tuya—

Tu: Tú, imbécil —rompiendo en llanto lo abrazaste, Jungkook suspiró y te apretó contra él, apoyó su cabeza en la tuya—

𝙉𝙤 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧𝙤 𝙨𝙚𝙧 𝙡𝙖 𝙤𝙩𝙧𝙖 ; 𝙏𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙖𝙙𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora