Capítulo 7

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Continúo narrando.

Jungkook entro la casa, ya después de todo un día de trabajo, llego cansado, dejo su reloj en la mesita al igual que las llaves, subió a buscarte, bajo nuevamente y busco en el baño, nada, pasó a la cocina y te vio con los ojos llorosos, estabas cortando verdura con enojo, trago la saliva, pensó que estabas sentimental otra vez, últimamente el embarazo hace que llores por todo o que estés enojada, dejo su corbata, el saco ya se lo había quitado, se acercó por detrás y te abrazo, posando ambas grandes manos en tu vientre. 

Jungkook: ¿Cómo te sientes? te dije que te quedaras en cama todo el día —dijo regañándote, pero no en mal modo, todo lo decía tranquilamente y suave, le diste un codazo en el pecho, haciendo que se separara un poco, volteo y lo miraste mal—

Tu: ¡No tengo ganas para pelear contigo! —gritaste, con el brazo te limpiaste las lágrimas que caían por sus mejillas, el frunció el ceño—

Jungkook: No me grites, con que me lo digas entiendo...

Tu: ¡No! claro que no ¡Tú no entiendes nada! —dijiste enojada, esta vez Jungkook se dio cuenta que las hormonas de embarazo ya te habían llenado completamente, no quería discutir contigo, eso te hacía llorar más—

Jungkook: ¿Qué tienes? ¿Qué te pasa? —dijo acariciando una de tus mejillas, pero tú de inmediato le bajaste la mano—

Caminaste hasta la sala y recogiste los papeles que estaba en la mesa que te había dado Lisa horas antes.

Jungkook: ¿Me vas a responder? —dijo frotándose el cabello—

Tu: Esto es lo que me pasa —dijiste arrojándole el papel en la cara, Jungkook con el ceño fruncido lo recogió, abrió los ojos como platos cuando termino de leerlo— felicidades, vas a tener un hijo con Lisa —se te cristalizaron los ojos— ¿Por qué lo hiciste?

Jungkook: Nena, tengo 4 semanas de que no veo a Lisa y si la veo es con los abogados... —te abrazo pero lo rechazaste— si la amara no me hubiera separado de ella ¿No lo crees? —alzo una de sus cejas—

Tu: ¿Hablas en serio? —sollozo—

Jungkook: Claro que hablo enserio, ese niño no es mío, solo a ti se te ocurre eso —sonrió de lado—

Tu: Es que pensé que, si la engañaste a ella, también lo harías conmigo —llevaste tus manos a tu rostro— lo siento —se acercó a ti y te beso—

Jungkook: No tengo nada que perdonarte... —sonrió— te ves tan linda cuando estas celosa —te agarro las mejillas—

Tu: ¿Yo? —reíste— no estaba celosa, solo que... bueno que...

Jungkook: Admítelo muñeca... pero bueno dejémoslo así —río— te amo —te dio un beso—

Tu: Y yo a ti —sonreíste— quieres algo de cenar o...

Jungkook: No... te quiero a ti —bajo su cabeza y te beso apasionadamente—

Ambos rieron, deslizaste tu boca hasta la de Jungkook y volvieron a besarse, él frotó tu espalda, levantando poco a poco tu blusa, Jungkook se separó un poco, lo ayudaste levantando los brazos, saco tu blusa.

Tu: Mejor vamos a la habitación —dijiste entre jadeos—

Jungkook: Como ordenes —te cargo y subió los escalones de la escalera mientras te besaba—

En cuanto estuvieron dentro de la habitación, te rodeó con sus brazos y sentiste cómo te estremecías suavemente contra él, incapaz de resistirte agachaste la cabeza hasta que sus bocas se juntaron, querías saborearla una vez más, sólo una vez, pero cuando sus labios se fundieron olvidaste su intención, reaccionaste con ardor y lo rodeaste con tus brazos, tus femeninas manos quemaban contra su masculina piel a través de la camisa, te deseaba desnuda, deseaba estar desnudo contra ti, la idea de seducirte poco a poco se esfumó mientras se impregnaba de la femenina dulzura, no estaba muy seguro de quién seducía a quién, pero en aquellos momentos tampoco importaba, los labios de él dibujaron un rastro por tu cuello mientras los dedos tiraban impacientes del cierre de la camisa, una piel suave y cremosa se hizo visible y la boca se dirigió impulsivamente hacia tu piel desnuda, gruñiste suavemente y temblaste mientras la lengua de él se deslizaba por la curvatura de tu hombro, la camisa de el cayó al suelo y quedaste vestida sólo con una diminuta pieza de lencería, te tumbó sobre la cama y empezó a quitarse la ropa, los negros ojos le quemaban la piel, lo primero que se quitó fue la camisa, revelando unos atléticos hombros, un robusto pecho y una cintura cuya musculatura sugería que no se trataba de un ocioso hombre de negocios, contemplaste con deseo cómo se desabrochaba el pantalón, que él deslizó hasta el suelo junto con los calzoncillos, la erección quedó, al fin liberada, tus ojos se abrieron maravillados ante la imposible curvatura ascendente, él cerró los ojos antes de lanzarse al vacío con una fuerte embestida, quedaste sin aliento, inmóvil y disfrutando de la sensación de sentirlo dentro.

Jungkook: ¿Te hice daño? —abrió los ojos con evidentes signos de esfuerzo para controlarse, le acariciaste una mejilla, los ojos emitían fuego y fue consciente de lo cerca que estaba de perder el control durante unos instantes, te deleitó en su poder

Tu: No me has hecho daño, te deseo, tómame ahora, no te detengas

Él hizo un último intento por controlarse, pero tú no lo permitiste, rodeaste su masculina cintura con tus piernas, arqueó la espalda, acercándolo más a ti, lo deseabas, lo necesitabas, él se rindió con un gruñido y te atrajo hacia él, la fuerza, cada vez más rápida y dura te desbordó, sentía una deliciosa mezcla de dolor erótico y éxtasis sensual, cielos, jamás había experimentado nada igual.

Jungkook: Vámonos —te dijo al oído— tú primero

Obedeciste sin protestar y te rendiste completamente a su voluntad, el orgasmo estalló, terrorífico y maravilloso al mismo tiempo mientras tus gritos se entremezclaban con los de él, Jungkook se movía cada vez más rápido, los labios de él se fundieron con los tuyos en un casi desesperado intento de amortiguar los gritos que a pesar de todo, escaparon, duros y masculinos, de repente se quedó quieto dentro de ti mientras sus caderas temblaban incontroladamente, te acarició el dulce rostro y los cabellos antes de abrazarte, minutos después, se habían dormido.




By. angy_rdzv 

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𝙉𝙤 𝙦𝙪𝙞𝙚𝙧𝙤 𝙨𝙚𝙧 𝙡𝙖 𝙤𝙩𝙧𝙖 ; 𝙏𝙚𝙧𝙢𝙞𝙣𝙖𝙙𝙖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora