Traición

PILOTO

Los primeros años de vida eran muy importante para cualquier ser vivo, sea animal o humano, pues  se comienzan a formar lazos muy importantes entre el niño y su entorno que serán de vital importancia para el crecimiento y desarrollo en su vida adulta, por lo que es común que muchos traumas y miedos de un adulto sean a causa de algún acontecimiento  importante durante su infancia.

 Ahora, haré un enorme paréntesis en esto para hablar de un caso en particular; mi niñez y adolescencia fue marcada por la  soledad, quisiera poder contar esta historia como aquellas en las que se empieza con un final triste y termina siendo una gran historia motivacional pero seamos sinceros son una en un millón; crecí en una familia bastante normal, mis padres no tenían mucho dinero pero eramos felices con lo poco que teníamos y acá es donde la mejor parte empieza, no recuerdo en que momento de mi vida las cosas cambiaron para mal pues ya no era una niña feliz, fui solitaria, tímida y no tenía amigos, año tras año era la misma historia, escuela tras escuela, siempre sola sentada en alguna mesa del comedor siendo solo una espectadora pero jamás la protagonista, en algunas ocasiones alcance a escuchar como hablaban de la "chica rara" que era. En fin, es momento de presentar el cambio más drástico en mi vida y vamos a empezar desde el inicio...

Mi padre, Franck Windser, nació en Inglaterra y vivió la mayor parte de su vida en Europa, fue un joven bastante ambicioso y si se quedaba en Londres terminaría trabajando en alguna fabrica, por lo que recorrió todo el Océano Atlántico hasta llegar a New York, la ciudad de los soñadores y él era uno de ellos, y como la vida esta llena de casualidades conoció a una hermosa mujer de cabello rubio y mirada azul como el agua, Isabel Wrigth, de padres ingleses que habían inmigrado a la tierra en la que ella nació, Estados Unidos, fue amor a primera vista y después de meses de conocerse comenzaron una relación siendo la pareja más feliz y llena de amor, unieron sus vidas en matrimonio y regresaron a la tierra natal de mi padre para formar una familia, Megan Windser la hija heredera de la familia Windser, y hasta ahí todo un sueño, un cuento de hadas; podrían asegurar que después de esa hermosa historia de amor yo era una romántica llega de ilusiones amorosas y en la espera de repetir la misma historia en mi vida, lo cual es una completa basura, el tema del amor me enferma y eso solo eran para personas ilusas.

 Era una bebé cuando apostaron todos sus ahorros en un ambicioso proyecto, nadie creyó en ellos pues eran bastante jóvenes y trabajaron en ello por su propia cuenta y a pesar de eso jamás me falto su cariño, amaba estar con mi madre;  siempre he sido muy inteligente para mi edad y fui aceptada en las mejores escuelas de todo Inglaterra siendo siempre la mejor de mi generación obteniendo las mejores becas del país. Por suerte el proyecto de mis padres se fue haciendo lugar en Londres y prontamente en todo Reino Unido, fue inesperado para todos por la inexistente experiencia que tenían mis padres en los negocios, un golpe de suerte podría llamarse, en realidad tenían un talento nato, tiempo después esa pequeña empresa se convierto en una empresa multimillonaria dentro y fuera de Europa, llegamos hasta el punto de ser una de las familias más ricas de Reino Unido, el mejor momento para llevar nuestra empresa a Estados Unidos; todos veían a mi familia como el ejemplo de que los sueños se cumplen, de una familia amorosa y unida, puras basuras comerciales.

 Años atrás, mi padre comenzó a considerar la idea de dejar la cabeza de la empresa y dar paso a nuevas generaciones pues el estrés constante que tenía afectaba su salud y delegó muchas responsabilidades a su vicepresidente; no fue hasta que cumplí los 22 que la idea de que yo tomará las riendas de la empresa se hicieran más fuertes y constantes ya que soy  la única heredera de toda la fortuna pero me había negado rotundamente a tomar la presidencia,  finalmente la junta directiva dejó a cargo a una basura, un hombre que me repugnaba con tan solo verlo, al principio mi padre siempre estaba al pendiente de todo para poder estar seguro de haber tomado la decisión correcta y estuvo haciendo un buen trabajo pero luego de eso empezaron los problemas, la empresa estaba siendo una mina de oro para él dejando muchas cosas atrás, los accionistas minoritarios ni les importaba ya que sabía bien como mantenerlos felices. Ahora seré yo la que se haga cargo de mi empresa, no la dejaré a manos de un maldito hijo de perra que se ha hecho de unos cuantos dólares a costa de mi fortuna; jamás dejaré que alguien pase por encima de mi.