Traición

III

Abrí los ojos y me senté bruscamente, mis manos estaban a cada lado de mi cuerpo tomando con fuerza la sabana intentando aferrarme a la idea de que todo había sido una pesadilla y que nada era real; mi pecho subía y bajaba frenéticamente dejándome sin control alguno, sentía como pequeñas gotas de sudor bajaban por mi frente y con las pocas fuerzas que tenía en mi cuerpo tragué el nudo que tenía en la garganta y que me quemaba. Dejé caer mi cabeza de golpe y encogí mis piernas poner poner mi frente en mis rodillas, tomaba respiraciones profundas y pausadas, poco a poco mi respiración se fue normalizando y mis manos habían dejado de temblar, mi cuerpo se sentía agotado, como si me hubiera pasado un camión encima.

Giré mi rostro hacía la ventana viendo a través de ella, las luces de la ciudad opacaban casi en su totalidad las estrellas en el cielo. Ha sido mucho los años que me he pasado sin dormir adecuadamente, cada vez mi cabeza tocaba la almohada y cerraba los ojos las pesadillas comenzaban a torturar mis sueños, podía dormir alrededor de dos a tres horas máximo al día, despertaba de golpe alterada, en algunas ocasiones llorando, y con una horrible sensación; gracias a que no dormía bien sufría de constantes migrañas, alrededor de 3 veces al día, había aprendido a sobre llevarlas pero conforme pasaba el tiempo estás empeoraba y tenía que tomar constantemente pastillas para el dolor ya que en algunas ocasiones no podía soportarlo y dificultaba mi trabajo. Además tenía que tomar vitaminas y suplementos para evitar que me desmayara en cualquier momento, sabía que no era lo más sano y que tenía que ir al médico, sin embargo las veces que había ido me mandaban directo al psicólogo o psiquiatra y no tenía tiempo para ir a esas sesiones para "arreglar" mi cerebro, prefería tomar mis pastillas que me ayudaban a rendir en el día.

Me metí al baño y me lave la cara, a pesar de el poco tiempo que dispongo para mí misma tengo que reconocer que no se nota en mi rostro el cansancio y estrés que llevo en mi vida, es un alivio para mí no tener marcadas las ojeras de una manera tan prominente pues el maquillaje no podría hacer milagros. Fui al gimnasio para sentirme un poco mejor y tener más energía, no haría muchas cosas hoy porque el trabajo ya me dejaba agotada y no dure mucho haciendo un par de ejercicios ya que no tenía muchos ánimos para hacer las cosas bien y quería llegar a tiempo a mi departamento para  tomar una larga ducha en el jacuzzi de mi habitación, después tomaría un desayuno un poco ligero y me iría a la empresa para adelantar un poco de trabajo.

Mi vida era bastante aburrida, solitaria y monótona, la mayor parte de mi día estaba basado en rutinas que tenía que seguir al pie de la letra para poder tener el tiempo suficiente para trabajar, no tenía tiempo para fiestas ni salidas de amigas y menos ahora que tengo que trabajar para la semana de la moda.

-Buenos días señorita Megan- mi chófer estaba esperándome fuera de mi edificio usando un traje hecho a la medida de un color azul oscuro con una camisa negra, siempre un galán- Si hubiera sabido que ahora te mudarías acá estaría trabajando desde que llegaste.

-Buenos días- me subí al coche- No quería causar dramas- le dí una ligera sonrisa- Ya sabes donde.

Cómo cada mañana llegué a la oficina con mucha anticipación para poder hablar con Camille, que por la diferencia de horarios, estaría justamente cerca de la hora de salida. Tenía muchos planes a futuro para mí marca que, por obvias razones, he tenido que posponer para enfocarme más en la empresa, no quiera seguir pausando las nuevas etapas que habrían dentro de mi marca y la mejor decisión hasta ahora sería comenzar con todos los nuevos planes e intentar dividir mi tiempo lo más que pueda para poder llevar mis dos pasiones como una misma, a pesar de que muchos creían que después de aceptar la presidencia W&W absorbería a MW pero no había razón para hacerlo pues sería bastante absurdo ya que trabaje mucho para tener mi propio nombre como para querer hacer una estúpida unión que al final terminaría beneficiando a los malditos accionistas.