Al demonio que vive en mi.

7-Septima y ultima carta.

*Reproduzcan la canción*

16 de Marzo de 2020 11:36 pm

Si supieran cuanto me duele cada respiro, cuanto me cuesta levantarme cada día y fingir que todo esta bien cuando por dentro estoy destrozada,  no estarían cuestionando mis silencios, mis excusas para no salir y la constante lucha por controlarlo todo cuando no tengo el control de absolutamente nada, ni siquiera de mi misma.

Y se que he sido la culpable por no parar las cosas a tiempo y dejar que esto se convierta en un bola de nieve inmensa que ya no puedo detener y que al final termino por derrumbarme. Me trague tantas veces mis sentimientos que ahora me están ahogando y es mi culpa, como todo lo demás. Lo que ignoras te lastima y yo llevo ignorando esto demasiado tiempo.

A veces me pregustaba si veía las cosas como los demás . Tal vez la cabeza no me funcionaba como es debido. Se que sueno como disco rayado, pero siento que mi existencia se reduce a esto y es francamente deprimente ser así o que las cosas sean así. Ese vacío infinito que tengo dentro esta llevándome al punto de no retorno y ya estoy dándome por vencida sin siquiera darme la oportunidad a mi misma de luchar. Esto es una mierda, ya se como va a acabar todo, no se porque sigo fingiendo que no he tomado la decisión.

No se en que momento deje de sonreír.

Justo hoy esta doliendo tanto que siento que se me desgarra el alma, me duele tanto que me cuesta cada respiro. Ya me rendi. Ya no puedo mas y es un hecho que ya tire la toalla, por eso se que en el fondo ya había tomado la decisión, ya sabia como iba terminar todo, al menos  para mi y la verdad no podría verme teniendo otro final, por lo menos no desde aquí.

Estoy tan cansada, mi mente necesita algo de calma.

La decepción y la frustración son de los protagonistas que reinan en lo que siento puedo justo ahora, en escena, consumiendo lo poco que queda de mi, que es menos que nada. No soy ni la sombra de lo que una vez fui y ya me resigné a que no podría cambiar eso ni aunque quisiera.

Tengo tanto miedo.

Una vez me rompí y ya luego no supe qué hacer con los pedazos y esta es la consecuencia, es lo que sabía que iba a pasar, pero que no supe cómo parar y finalmente esta pasando. Yo rendida en esta guerra contra mi misma, donde no sé si gane o perdí, pero si sé que ya llego a su final, mi final.

Lo lamento no hay otra salida más que caer.

Mientras escribo mi ultima carta lágrimas caen de mis ojos al saber ya mi futuro próximo, lo decepcionada que estoy de mi misma es tan intenso que me ahoga, el nudo en mi garganta es el recordatorio presente de que no podría hablar aunque lo intentara. Me tiemblan las manos, pero intento controlarme por qué sé que será el último esfuerzo que haré por mantener en control esto que siento. Escribo con el alma en las manos, con el dolor y la decepción desgarrándome el pecho, pero con la certeza de que se acabo, de que no hay forma de revertir esto o al menos no una que yo tenga fuerzas de intentar.

Entre líneas plasmó todo lo que una vez quise decir y no pude, mientras escucho la lluvia caer por última vez me permito fantasear con la vida que una vez quise tener, pero que ahora veo como un sueño roto, me permito pensar en lo qué tal vez hubiera sido. Pero él hubiera no existe y el resto es efímero.

Lo lamento no pude salvarme , no voy a hacer más que caer y agradezco que en su momento te aleje por qué no hubiera podido soportar irme sabiendo que te arrastré conmigo.

Lo lamento.

Lamento herir de alguna forma a los que quizás les dolerá mi muerte, pero quiero que sepan que lo intente, lo intente tantas veces, pero simplemente no pude, nunca fui lo suficientemente fuerte. Lamento decir tantas veces que lo lamento. Sepan que los extrañare, pero que no me arrepiento. Sonrió entre lágrimas intentando respirar mientras escribo mis últimas líneas y finalmente la termino, sabiendo que hasta aquí llegue.

Y desde la azotea puedo ver el mundo aunque sea por última vez, quiero verlo todo cuando deje de respirar. Las lágrimas saladas empañan mi vista y el dolor me ciega por momentos mientras las gotas de lluvia caen sobre mi y se confunden con mis lagrimas. Finalmente comienzo a sentirme somnolienta, adormecida por el cumulo de emociones y sonrió dejándome arrastrar a la oscuridad mientras caigo.

Lo lamento.