Cestikon (capítulo 1)

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El guía siguió hablando sobre el bosque por el camino, y cuando llegaron, todos bajaron del autocar rápido, hartos de estar tanto tiempo sentados. Todos se pusieron a explorar el bosque, apuntando cosas sobre él en sus cuadernos. Sergio y Minerva estaban un poco lejos de los demás. "Oye, los demás se han ido lejos, no crees?" Preguntó Minerva asustada. "Creo que sí..." De repente se escucharon unos ruidos en los arbustos, como de que había un animal allí metido. "Qué es eso?!" Gritó Sergio asustado. Entonces cayó un lobo con heridas, que parecía haber salido de una pelea. "Mira! Pobrecito" Dijo la chica sorprendida. "Sí, hay que ayudarle!" Respondió él. Minerva le cogió en brazos y lo posó en un banco. Abrió su mochila, sacó un paquete de pañuelos y cogió uno, que dobló y convirtió en un papel largo. Se lo colocó al lobo como una venda en una de sus heridas, y repitió eso varias veces con otros pañuelos. Después, Sergio abrió su mochila y echó agua de su cantimplora al pobre lobo. El lobo puso una mejor cara, y a los dos jóvenes les creció una sonrisa en la cara. Una luz blanca y cegadora emanó del lobo, y se convirtió en un hombre alto y esbelto. Los dos chicos se asustaron y a la vez se quedaron asombrados. "Yo- Yoshi?!" Gritó Minerva. "El mismo" dijo ese hombre haciendo una reverencia. Abrió un gran bolso que llevaba, y sacó un collar y una pulsera. Le dió el collar a Minerva, y la pulsera a Sergio. "Prodigios?!" Dijeron los dos al unísono, poniéndose aquellos accesorios. Salieron los dos kwamis del lobo, y el ajolote. "WOW!" Gritaron. "Yo soy el kwami del ajolote, me llamo Holly." "Yo soy el prodigio del lobo, mi nombre es Woffy." Dijeron los dos kwamis. "Ahora sois superhéroes. Me habéis ayudado y he visto que sois buenas personas, y os lo merecéis. Vuestros poderes son la elasticidad, y la mejora de habilidades; del ajolote y el lobo, respectivamente." Dijo el guardián.