Epilogo

6.7K 841 339
                                    


Beck veía con nerviosismo los últimos momentos del partido donde Alexander estaba jugando. Era ya casi las 19:00 y tenían tantas cosas que hacer para mañana que lo único que el Alfa de ojos miel quería era que se terminara ya el partido, el cual iban ganando, para ir a casa a preparar todo para mañana pues saldrían temprano a la playa con la familia Styles-Tomlinson y ellos aun no habían ordenado sus cosas y las cosas que debían llevar.

Ellos seguían con su rutina calmada del día a día. Beck con sus ayudantías y Alexander con lo que sea que hacia. Solo pocas cosas habían sido un poco cansadoras, como por ejemplos, los papales que Alexander habia comenzado a tramitar para recibir el otro año el permiso de comenzar a hacer practicas remuneradas en la empresa de su padre. O como el hecho de que de repente, el tema de la boda comenzaba a ser más real que antes. Es decir, casarse era un hecho, pero Beck jamás pensó que podría ser tan cercano a su realidad.

"Cuando salgamos de la universidad" le habia dicho Alexander "trabajare mucho más para comprarte una casa y hacer una enorme fiesta de casamiento, con palacios, jirafas y mas cosas que desees"

"¿Entraras en un corcel vestido de blanco con capa?" se habia burlado aquella tarde mientras hablaban tomando chocolate caliente.

"Claro, si lo quieres"

Beck no quería eso y le habia costado mucho hacer que Alexander le prometiera que no habrían caballos, jirafas ni dragones

"¿Entrar en un dragón, de verdad, Alexander?" Beck habia bufado "¿de donde sacaras un animal que esta extinto?"

"Podría hacer unas llamadas a Hogwarts" Alexander habia ofrecido con burla.

Los 90 minutos dieron el fin del partido que Alexander gano. Pudo ver como Dominick se iba directo hacia Axel y su alfa venia hasta donde el se encontraba, Jeremy se habia ido a mitad de tiempo ya que tenia que trabajar en un nuevo bar. Sin embargo, cuando el ojiverde se le acerco para besarlo, Beck lo jalo para que ambos comenzaran a moverse.

Tenían mucho que hacer, demasiado. Mañana partían temprano y si no hacia que Alexander hiciera su bolso hoy en la noche, el ojimiel sabia que mañana seria un suplicio que no estaba dispuesto a pasar, mucho menos con Alexander cachondo 24/7.

Ni siquiera quería pensar en la posible luna de miel donde seria destrozado.

Al menos faltaba para eso.

"Wow, wow" Alexander se rio cuando Beck lo metió al auto "¿tan rápido quieres llegar a casa?" mordió su labio "Quieres ser nuevamente mío ¿eh?" poso su mano en el muslo ajeno.

"tsk" le golpeo la mano y predio el auto "tenemos mucho que hacer"

"¿Mucho que follar?"

"Mucho que ordenar, maletas que hacer y dejar limpio el departamento" aclaro divertido cuando vio de reojo el puchero de Alexander "y mañana tenemos que ir temprano al supermercado por las cervezas que debimos comprar hoy y no pudimos porque alguien decidió que el suelo de la cocina era buen para follar"

Alexander sonrió como un bobo recordado incomodo que fue aquello, pero no se arrepentía. Jamás se arrepentía de tomar a Beck como algo suyo, porque siempre solía decirle durante el sexo (y durante el día, tarde, noche) 'eres mío' con el tono orgulloso, el pecho inflado, los orbes brillantes y el amor desbordante.

"Eres mío" canturreo en voz alta "¿esta mal tomar lo que es mío?"

Beck sonrió un poco y negó.

No lo era.

Eran un desastre caliente, una masa de amor que habia nacido desde que eran cachorros, una dupla complementada digna de una pareja de destinados. Eran los opuestos que se atraen con tanta magnitud que nunca era suficiente.

Ya habían comenzado su vida juntos, incluso mucho antes de que ellos lo notaran.

Desde los 7.

Y ahora solo seguirían el rumbo que ya habían tomando inconscientemente

Juntos.

Eternamente juntos.

Eres mío  (Beck & Alexander)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora