Prologo

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Beck mantenia sus ojitos miel sobre la pelota de futbol mientras veía desde lejos a su abuelo sentado junto a su nona. Ambos mantenia sus manos entrelazadas mientras veían su nieto jugar en el parque de forma solitaria.

Beck habia crecido bajo el cuidado de sus dos abuelos cuando su madre falleció tras el parto y su padre decidió que el alcohol era mucho más importante que su hijo. Siempre habia sido un niño solitario pero horriblemente carismático, tenia esa aura alfa dominante y cautivadora que siempre lo habían hecho un niño encantador. Y si bien no habia tenido un amigo real a sus cortos 10 años de edad, siempre se habia llevado bien con la mayoría de los niños que habia conocido, Beck siempre habia sido así.

Encantador.

Pero nunca habia sido encantado por alguien.

Hasta que vio dos ojos verdes y un par de hoyuelos.

El alfa de ojos miel y piel pálida siempre habia sabido que sus gustos iban más allá de lo socialmente aceptable, aun así, nunca se sintió mal ni incomodo con el hecho de sentir atracción sobre los alfas, es más, estaba orgulloso de ver la belleza en una casta tan tosca.

El recordaba cuando se lo dijo a su nona.

Ella se había reído de forma tan cautivadora mientras simplemente decía "ah, lo entiendo, mi cachorro. ¡Yo también amo a los alfas ¿no has visto a tu abuelo, eh?!"

Beck solo se habia reído completamente maravillado con aquella reacción y lo habia aceptado a los 7 años.

Y ahora mismo, con 10 años de edad, decidió que haber aceptado amar a los alfas habia sido la mejor decisión que habia tomado. Porque estaba ahí, pateando su pelota de manera aburrida cuando el balón se le fue de sus pies, habiendo lanzándolo de forma un poco brusca hizo que se distanciara hacia una familia que estaba cerca del lago.

Back resopló aburrido y camino para ir hacia la pelota cuando esta fue pateada hacia sus pies

"Hola, cachorro" escucho la voz suave y arrulladora de un omega que le sonreía amistosa "creo que esto te pertenece"

Beck pestaño un poco aturdido, el sol no dejaba ver muy bien al hombre, sin embargo, su voz era calmada y tan maternal que Beck no pudo no sonrojarse ante el pequeño omega que le sonreía tan abiertamente, tenia los ojos destellantes como el cielo y desprendía un olor familiar

"Gracias, señor omega" Dijo el alfa mientras jugaba con sus manitos nervioso.

El omega se rio.

"Me llamo Louis, cachorro" se presentó mientras se arrodillaba frente a el y tendía su mano "¿como te llamas tu?"

"Soy Beck" se presentó

"Es un nombre muy lindo como tu, Beck" alago el omega mientras apretaba con cariño la mano del niño más pequeño.

Beck se removió nerviosos y mucho mas avergonzado.

"Gracias " murmuró quedito y con sus ojitos miel en el suelo, la risita del omega lo hizo erizarse

"¡Hey tu!" escucho la voz de un niño "!¿que haces mirando a mi mamá?! ¡Es casado!" gruño aquella voz que lo hizo fruncir el ceño y alzar sus ojos mientras retiraba la manito de la del omega y resoplaba.

Beck vio un joven un poco mas alto que el venir con una pelota en sus brazos, el sol tampoco  dejaba verlo muy bien y no fue hasta que el niño estuvo frente a el con sus ojos amenazantes que el ojimiel cayó en cuenta que era un alfa.

Un alfa muy bonito.

"¡hey!" le hablo otra vez "te estoy hablando"

Beck pestaño un par de veces mientras los orbes miel del jovencito recorrían el cuerpo del otro niño, era delgado y mas alto que el, sin embargo, su tez parecía brillar más que el mismo cielo y su cara delicada pero completamente dominante hacia que su porte fuera masculino y simétrico.

Beck jamás habia visto un niño tan bonito como aquel imbécil que seguía parloteando cosas que el simplemente no estaba escuchando.

¿Y como iba a escucharlo si lo miraba con los ojos verdes más hermosos que el haya visto en su corta vida? ¿siquiera era real aquel color?

Eran.. como ver el bosque, como recostarse en el pasto un día caluroso o como simplemente ver la naturaleza misma en su frescura máxima.

Magnifico

Beck volvió a pestañar y dio un paso adelante para verlo más de cerca, reparo los rizos que se formaban en su cabello castaño oscuro, el lunar cerca de su mandíbula y las mejillas un poco sonrojadas por la cercanía.

"¿Me estas escuchando?" dijo el otro una vez más con su voz un poco más suave, un sonidito ronco pero infantil "¿oye?" ladeo su cabeza con una sonrisita curiosa.

Beck gruñó y frunció el ceño.

"Te escuche tres segundos y me aburrí" Beck alzo su ceja y ladeo su cabeza para copiarle el acto.

"no coquetees con mi mamá" el niño reclamo una vez más.

"no coqueteaba con tu mamá, idiota" Beck rodo los ojos "Solo estaba agradeciéndole por devolver mi pelota de futbol" explico mientras apretaba la pelota que ahora estaba en sus manos "no porque sea alfa significa que me gustan los omegas, Imbécil. Soy más de alfas"

El chico abrió sus ojos tan grandes que Beck juro que se le saldrían de su cara.

"¡A mi también me gustan los alfas!" chillo el otro niño sonriéndole y demostrando dos hoyuelos encantadores que se formaron en sus mejillas.

Beck lo miro fascinado mientras sentía que la baba caería por su boca, era un idiota encantador.

"No te pregunte" Beck refunfuño para evitar que sus mejillas se volvieran más rojas

"uy, que genio" el ojiverde se rio tiernamente "Me caes bien y eres bonito ¿quieres ser mi amigo?" preguntó como si fuera lo más normal del mundo, como si realmente Beck no tuviera su pequeño corazón latiendo con demasiada rapidez por haber sido llamado bonito.

Jamás le habían dicho bonito o al menos de la forma en como este niño se lo decía, como si fuera lo mas natural del mundo.

Como si no fuera raro que ambos fueran alfas.

"¿Que dijiste?" balbuceo ahora con su boca media abierta, Beck estaba estupefacto.

"que si quieres ser mi amigo" repitió el otro niño completamente encantado con la reacción del otro alfa.

Beck dejo caer su pelota.

"me dijiste bonito" murmuró un poco tímido

"Lo hice" concordó el rizado "lo eres, jamás habia visto unos ojos tan bonitos como los tuyos"

"t-tu.. no puedes decir eso"

"¿Por que no?" El niño hizo una mueca "es verdad.. ¿vas a ser mi amigo o no, ojitos?" preguntó una vez más mientras sacaba los rizos de su cara

"¿ojitos?" Beck lo miro de forma interrogante.

"tu nuevo apodo de amigo" explico con sus hombros caídos.

"yo.. esta bien" termino aceptando un poco aturdido con la situación ,el niño era muy directo y coqueto de una forma casi descarada para su edad, aun así, Beck le parecía la cosa mas genial que habia visto en su vida, jamás habia conocido a alguien tan... encantador de forma tan natural.

"Genial, soy Alexander" se presento extendiendo su mano mientras sonreía.

"Me llamo Beck" correspondió mirando como sus manos, incluso siendo de un porte casi similar, parecían encajar a la perfección "Beck Damon Knight" 

Eres mío  (Beck & Alexander)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora