Supergirl Última hija de Krypton

Capítulo 13

Bruce Wayne

El periódico cayó sobre la mesa de café, las tazas de porcelana vibraron con la fuerza. Un vaso de whisky se cerró de golpe en la parte superior de la foto de Superwoman. Su imagen sonriente estaba estrechando la mano del hombre fácilmente reconocible como el presidente, sentado debajo del titular. " El presidente rinde homenaje al héroe de Metropolis . Superwoman salva el Air Force One '

Con un gruñido mezclado con un suspiro, Lex Luthor se puso de pie. Su irritación se aferró a él tan fácilmente como su costoso traje a medida. La aceptación ciega de sus ciudades del alienígena seguía molestándolo. Que nadie más la vio claramente por la amenaza y el peligro que era. En un mundo que poco a poco estaba llenando estas aberraciones, Metahumanos y Extraterrestres. Había esperado que su ciudad, incluso su país, fuera lo suficientemente inteligente como para no confiar en los monstruos. Pero hasta ahora parecía que estaban ciegos al peligro que representaban.

Sin mencionar que Superwoman había demostrado ser una enorme espina clavada en su costado. Luthor atravesó su oficina hasta su ascensor privado, reflexionando en silencio sobre sus encuentros con el héroe. Desde que había aparecido, había metido las narices en los asuntos de Lexcorps. Tantos acuerdos fuera de los libros y callejones secundarios habían sido cancelados por ella. Le estaba costando más y más dinero cada vez que ella se involucraba. Pero afortunadamente fue lo suficientemente cuidadoso e inteligente como para evitar dejar cualquier evidencia que lo llevara de regreso.

Tan popular como era Superwoman, incluso ella podía ir tras él sintiéndose sola.

Sonrió levemente presionando un botón del piso, seguido de un alfiler en el panel de los ascensores. Superwoman podría estar encontrando toda la situación tan frustrante como él. Por cada movimiento que hacía uno de ellos, el otro contrarrestaba. Era como una partida de ajedrez, pensó Lex mientras su sonrisa crecía. Luthor era muy, muy bueno en el ajedrez.

Su estado de ánimo mejoró cuando salió del ascensor. Saludó alegremente al científico que trabajaba en su laboratorio privado.

"Doctor", llamó acercándose al puesto de trabajo, "¿Cómo va su análisis?"

"Señor Luthor", respondió el científico levantando la vista de sus notas. Hizo un gesto hacia el equipo que tenía delante, equipo que Luthor estaba seguro de que muchos de los principales laboratorios del país rogarían por conseguirlo. "Es realmente fascinante. Literalmente como nada en esta tierra".

Flotando en una tina frente a ellos estaba la roca verde que Mercy había cavado en un desagüe. El fragmento parecía brillar bajo las brillantes luces del laboratorio.

"No hemos tenido mucha suerte al localizar piezas más grandes de kriptonita", dijo Luthor, inclinándose para mirar el fragmento. "¿Ha hecho algún progreso en hacer una copia sintética?"

"Lo siento señor", respondió el científico moviendo la cabeza, "Nada todavía".

"Bueno, tenemos que concentrarnos en encontrar más", dijo Luthor volviéndose para irse.

#CAROLINA DEL SUR#

Mercy caminó hacia la limusina de Mister Luthor, el clic de sus tacones resonando en el vasto estacionamiento subterráneo. Ajustándose el sombrero de chófer, se dirigió a la puerta del lado del conductor. Luthor había ordenado que trajeran el coche, y Mercy sabía que era mejor no hacer esperar al hombre. Ella acababa de llegar a la puerta del lado del conductor, cuando un fuerte ruido llamó su atención. Eche un vistazo al vasto aparcamiento vacío, Mercy no pudo ver nada responsable del repentino ruido.

Se volvió hacia el coche sólo para quedar ciega por un puñetazo. La fuerza había sido suficiente para golpearla contra la pared. Aturdida y sin aliento, Mercy vio como su sombrero giraba hacia atrás solo para ser recogido por alguien a su lado. Lo último que vio antes de desmayarse fue a una mujer, que se puso el sombrero de chófer sobre un sombrero de bufón rojo y negro.