Estaba agradecida por el hecho de que mi mejor amiga fuera tan pequeña, pues era más sencillo cargar con ella cada vez que se emborrachaba hasta perder la conciencia.
Camine con ella sobre mi espalda hasta la gran reja negra que estaba en la entrada de la casa de Carlo y senté a Olivia en la banqueta mientras buscaba en mi bolso mi celular para pedir un uber, pero antes de poder pedir el viaje apareció Marco.—Tu amiga es un desastre.- mire a Olivia tirada en la banqueta con la boca abierta y el cabello despeinado.
—Lo sé.- sonreí un poco apenada.
—¿Vinieron en uber? Puedo llevarlas a su casa.
—Oh, no. No es necesario. Espera, ¿tienes auto? - pregunte asombrada.
Marcó me dedico una sonrisa dejando ver sus grandes y blancos dientes para después sacar unas llaves de la bolsa delantera derecha de su pantalón.- el carro es de mi hermano pero me deja usarlo de vez en cuando.- me quede pensando un poco indecisa en si debía aceptar su ofrecimiento y arriesgarme al hecho de que los tres podíamos tener un accidente de auto y terminar en la estación de policía por el hecho de que ninguno tenía licencia, éramos menores de edad y Olivia estaba terriblemente alcoholizada o pedir un uber y llegar a salvo a casa. Preferí ser idiota e irresponsable y aceptar la ayuda de Marco.
El pelinegro cargó como costal de papas a Olivia y me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera.
—¿Quién mierda eres? ¡Bajame! -mi amiga comenzó a golpear a Marco y aunque sabía que para él no eran más que simples caricias me sentí apenada por la escena que estaba haciendo mi amiga y después de 10 segundos volvió a perder la conciencia.
—No es necesario que la cargues. Yo puedo llevar a Olivia, estoy acostumbrada a hacerlo.- quise bajar a Oli de su hombro pero él sólo se alejó un poco de mí mientras me sonreía sin decir nada.
Llegamos a su auto (o mejor dicho el de su hermano) y recostó a Oli en la parte trasera, después abrió la puerta del copiloto para que yo subiera al auto y después rodeo éste mismo para entrar en el asiento del conductor.
—¿Y bien, a dónde las llevo? - le di mi dirección y él la puso en su teléfono para marcar la ruta.- ¿Está bien si pongo algo de música?
—¡Claro! Es tu auto después de todo.- le dedique una sonrisa tímida.
Él encendió el estéreo, del cual empezó a sonar R U Mine? de Arctic Monkeys y comenzó a cantarla a todo pulmón sin importarle que tenía compañía. Dios, cantaba hermoso.
Por un momento quedé hipnotizada por su belleza mientras Marco miraba hacia la carretera para no salirse del camino y cuando pensé que él no notaba mi presencia me pilló observándolo atentamente, a él pareció no importarle en absoluto y en su lugar siguió cantando mientras me miraba y sonreímos. Yo decidí hacerle compañía aunque no cantaba tan bien como él.—Cassie, ¿En dónde estamos?
Había olvidado por completo que Olivia iba en la parte trasera. Ella me miraba confundida y después notó a Marco.
—Eres el conductor de uber más guapo que he conocido.- mi amiga intentaba sonar seductora pero estaba demasiado ebria para lograrlo con éxito.- ¿no quieres venir a mi casa terminando el viaje?- Abrí los ojos como plato al ver que Oli se le estaba ofreciendo por completo a Marco de buenas a primeras.
—¡Dios mío, Olivia. Controlarte y mejor vuelve a dormir! - la empuje para que se recargara bien en el respaldo del asiento y como si nada hubiera pasado ella volvió a dormirse.
Marco soltó una gran carcajada y yo me tape la cara con mis manos. ¡Carajo! Me sentía tan avergonzada.
—Lo siento, de verdad disculpala.- Le dije a Marco con un rostro de súplica.
—Tranquila Cassie, se que esta ebria y además elogió mi hermoso rostro ¿por que debería de molestarme? - volvió a reír.
Cinco minutos después estábamos en la entrada de mi casa. El trayecto se me había hecho bastante agradable a excepción de la parte en la que Olivia se le ofreció a mi nuevo amigo.
Marco salió del auto y camino hasta el otro lado para abrirme la puerta y ayudarme a bajar. Luego abrió la puerta trasera sacando a Olivia en brazos y caminando hacia la entrada de mí casa, corrí a abrir la puerta y dejarlo pasar. Acostó a mi amiga en el sillón más cercano que había y dio media vuelta hasta la salida.
—Creo que aquí es cuando debemos decir adiós.
—Sí, muchas gracias por traernos.- sacudió mi mano de un lado a otro para despedirme pero él la tomó y se acercó a mí para depositar un beso rápido en mi mejilla.
Se cerró la puerta y me quedé un segundo parada frente a ella intentando procesar lo que acababa de ocurrir, toque mi mejilla y después sacudi mi cabeza espantando cualquier pensamiento que mi mente estuviera inventando. Escuche que alguien se quejaba en el sofá de mi sala y fui hasta allá para ver como estaba mi amiga.
—Olí, despierta. Necesito que cooperes para subir las escaleras.- ella me hizo caso y junto todas sus fuerzas para ayudarme a llegar a mi habitación.- listo, ya puedes dormir tranquila.- La tape con las sabanas y me recosté del otro lado de mi cama.
Conocí a Olivia cuando tenía siete años, hacíamos todo juntas y lo seguimos haciendo. Vamos a las mismas fiestas, a la misma escuela e incluso hacemos las compras el mismo día.
Ella odia estar en su casa debido a que su mamá es una egoísta desobligada que sólo piensa en ella y en la hermanita menor de Olivia, por otro lado su padre en realidad es su padrastro, y es un ebrio que llega todas las noches gritando a su casa buscando con quien desquitar su coraje, y tristemente la mayoría de las veces la afectada es Olí. Así que no la culpo por querer pasar el mayor tiempo posible fuera de su casa y los fines de semana viviendo prácticamente en la mía.
Y a mi madre no le molesta ya que para nosotras dos ella es de la familia, es como la hermana que nunca tuve.
ESTÁS LEYENDO
First Love
RomanceCassandra es una chica de 16 años que está apunto de experimentar el primer amor. Pero las cosas no siempre son color de rosa. 100% historia mía No se permiten adaptaciones