Todo comenzó con un mensaje. Yo estaba en mi habitación leyendo un poco, pero al cabo de unos minutos me sonó la alarma de teléfono, me levanté de la cama me puse unas botas y fui a buscar a mi perro. El se llamaba Passport, y era un labrador retriever, los pelos que recubrían su piel eran de color marrón claro y siempre tenía mucha energía para hacer cosas, al contrario que yo, aunque intento ser más activa. Salí de mi casa y me puse a caminar por la barriada. Al acabar la calle había un prado bastante amplio en el que Passport corría, nunca le ponía correa ya que nunca se me había escapado y siempre estaba cerca de mi. Siempre salía a la seis de la tarde a ver el atardecer, me encantaba las vistas desde allí. Desde el prado se puede ver todo el pueblo, la Iglesia, el Ayuntamiento, la pequeña escuela y un montón de casas antiguas que daban un aspecto diferente a nuestro pueblo. Saqué mi teléfono móvil y me puse a hacer fotos, era un hobbie que tenía desde pequeña. Siempre decía que sería fotógrafa, pero descubrí algo que me gustaba más, este año comenzaría la carrera de artes escénicas en una prestigiosa escuela en París, ya que siempre había querido estudiar allí. Justamente en un mes me mudaba allí ya que había ganado una beca. Cuando el sol se puso, Passport y yo nos pusimos camino a casa. Cuando llegue a esta saludé a mis padres que estaban en la cocina y yo subí a mi habitación. Cuando terminé de bañarme fui a la habitación de mi hermana para que bajásemos a cenar juntas. Abrí la puerta de su habitación y me la encontré en su cama mirando su teléfono móvil.
- Oye Vega, creo que la cena ya está lista ¿bajas? -Le dije aunque sabía que aparecería en el comedor cinco minutos después.
Asintió con la cabeza sin apartar la vista de su teléfono.
Suspiré y salí de la habitación, puse la mesa y me senté en ella, y como ya sabía que pasaría Vega vino cuando todo estaba ya hecho. Para cenar hoy teníamos ensalada y filetes, no eran mi comida favorita, pero la verdad es que me encantaban. Durante la cena no pasó nada interesante. Cuando termine la cena decidí ir a mi habitación, cogí el ordenador y me puse a ver una película.
Cuando esta estaba por la mitad, me empezaron a llegar muchas notificaciones al teléfono. Decidí silenciarlo y darle la vuelta para poder terminar de ver la película tranquilamente, porque fuera lo que fuera seguro que podría esperar.
ESTÁS LEYENDO
Cuando no queden más estrellas
Storie d'amoreSomos como esas estrellas que vemos por la noche, cercanas desde nuestra visión, aunque en realidad la separé a millones de años luz; desde nuestros ojos las vemos juntas, aunque solo sea una ilusión.