Siempre tuyo, Alfa [ThorQuill]

Capitulo 17

Era un buen día soleado Peter estaba en el taller como cualquier tarde, con sus manos enfundadas en unos guantes arreglaba el motor de un fantástico auto. Sus audífonos reproducian música de su lista favorita, de forma aleatoria volvía su trabajo más entretenido. No pensaba en nada más que en Thor, a pesar del tiempo separados que habían tenido, no podía dejar de darle vueltas al asunto. Tal vez era su turno de ir a buscarlo y dejar las cosas bien claras sin que sus sentimientos quedaran de por medio y terminaran peleando.

– Hola chicos les traemos un aperitivo– dijo Gamora en cuanto entró con Mantis, llevando algunas bolsas de un café.

– ¡Si descanso!– grito de gusto Rocket dejando de inmediato la palanca que ocupaba en ese momento- Quill vamos a comer.

– ¿Ya casi terminan?– Mantis curiosa miraba dentro del auto que arreglaban.

– Aun nos faltan algunas piezas, mañana temprano Yondu y los demás irán por ellas, es injusto que ellos solo traigan las cosas y nosotros trabajamos horas extras.

– Ese es el privilegio de ser el jefe– rio Peter mientras se sentaba en una mesa.

– ¿Por cierto dónde está Groot?

– Viene con Drax, se quedaron viendo algo en una tienda de videojuegos.

– Estaría bien llevarlo a un club o alguna actividad que pueda hacer por la tarde, no tiene muchos amigos de su edad– dijo Rocket una vez que le pasó su comida.

– ¡Que mierda! Sonaste muy maduro, qué miedo– Peter se burló de su amigo soltando una risa estruendosa.

– ¡Peter eres despreciable!

Gamora bebió de su café frío mientras reía al ver a ese par peleando– Yo creo que es una buena idea, busquemos algo que le guste.

Después de terminar su comida se disponían a continuar con su labor cuando una melodía comenzó a sonar, apenas era un sonido lejano que cada vez comenzaba a elevarse, como si la música se acercara más. Rápidamente Peter pudo reconocer la música, escuchando La Traviata de Verdi de Amame Alfredo, una ópera llena de sentimientos y que había escuchado en una película que entendió hasta que fue mayor, pero de pequeño había calado su mente.

Algunas risas de sus compañeros que trabajaban afuera del negocio, apenas sonaban, pero eran muy altas para no verse opacadas con la música. Todos los presentes se miraron confundidos, hasta que vieron a Groot entrar en el taller corriendo, con una sonrisa enorme en la cara, con Drax atrás de él riendo escandalosamente.

El niño comenzó a hacer señas rápidamente, sin que ninguno pudiera entender con claridad lo que quería decirles. Entonces Drax una vez con el aliento recuperado les explico.

– Ese tipo... está ahí afuera, ¡es tan gracioso!

Apenas la risa logró que pudiera articular palabra, entonces Gamora se apresuró a preguntar– ¿Tipo? ¿Quién?

–¡Es el!– hizo con señas el menor, entonces miraron a Drax para que terminara lo que quería decir.

– ¡Thor y trae una bocina! Cree que esta en una película.

– ¿¡Qué!?

En cuanto Peter escuchó ese nombre su cuerpo tembló, tanto había pasado desde la última vez que vio al rubio cuando lo ignoró. Entonces miró a su lado antes de salir, Gamora se quedó callada y asintió dándole ánimos. Estaba listo para hablar como una persona civilizada, no dejaría que sus sentimientos le hicieran perder el juicio así podría escuchar todo lo que el rubio quería decir. A pesar de eso, cuando lo vio con esa sonrisa cálida se dirigió hacia él, la furia comenzó a hervir en su estómago. Y solo pudo hablar de forma agresiva.