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Los ojos azul cielo de Irene caen al suelo, manteniendo la cabeza gacha, recorre la calle sucia y adoquinada. La puerta de la carnicería está abierta de par en par y siente arcadas cuando el olor a pollo podrido le llega a la nariz. "¡Oh Dios!" Irene jadea cuando siente el vómito en su estómago. Sus zapatitos rojos no pueden llevarla lo suficientemente rápido mientras corre por la acera. Irene contiene la respiración mientras se lanza al callejón más cercano. Tan pronto como está realmente sola, se inclina, sosteniendo sus mechones de caoba detrás de su cabello, Irene suelta su estómago en la tierra.
Se limpia la saliva de alrededor de la boca y se pone de pie, estirando la espalda mientras se frota el estómago. Irene supo que estaba embarazada desde el momento en que el pensamiento apareció en su pequeña cabeza. Visitar a la Sra. Edmundson era solo una formalidad en este punto, pero tenía que hacerse. Mientras la anciana la conduce por la oscura escalera de la presa, Irene se estremece. Había escuchado historias de mujeres que estaban siendo examinadas, y sus bebés morirían a causa de los tirones y los tirones. La señora Edmundson le ordena que se recueste en la cama y que se levante la falda y abra las piernas. Irene hace lo que le dicen, una parte de ella quiere ver lo que hace la vieja bruja, pero en cuanto el frío metal la toca, cierra los ojos con fuerza.
Irene desearía poder estar en un consultorio médico normal, pero necesitaba privacidad y Thomas Shelby tenía acceso a los registros médicos de todos. Irene había acudido a la señora Edmundson al borde de un pequeño páramo y le había dado un nombre falso. De repente, la presión ha cesado y le dicen que se vista. Irene balancea sus piernas sobre la cama y arregla su falda. La señora Edmundson toma su bandeja de metal y cruza la habitación al trote. "¿Bien lo estoy?" Irene demanda, su voz no suena como la suya.
"Me temo que sí, señorita Beck." La anciana asiente e Irene inmediatamente quiere darle un puñetazo en la cara arrugada. En cambio, asiente y sale de la casa lo más rápido que puede. Tan pronto como el aire frío de la mañana golpea su piel pálida, jadea, se le queda sin aliento en la garganta y los sollozos atraviesan su cuerpo.
Mientras el agua caliente calma los nudos en sus músculos, Irene está segura de que debe haber parecido loca a cualquiera que haya pasado junto a ella esta mañana. Irene sonríe, se pasa los dedos por el vientre plano, no podía creer que realmente hubiera un bebé allí. "Hola", susurra. Irene había mantenido la cabeza gacha mientras corría a través de Small Heathe, ocultando sus lágrimas a los transeúntes.
Cuando Irene sale del agua, un escalofrío recorre su piel pálida. Irene se estremece y rápidamente alcanza su toalla marrón. Eran solo las 5 de la tarde y no estaba segura de si él estaría en casa todavía, pero tenía que verlo, contarle sobre el bebé, su bebé. La ansiedad hace que su pecho se apriete mientras se agarra el cabello, pero se lo sacude. Si había algo que Irene Thorne no era, era una cobarde. "Entonces, ¿por qué estás temblando?" Irene se burla, frunciendo el ceño ante su reflejo.
Antes de que tenga tiempo de pensarlo dos veces, agarra su abrigo azul marino y crema y marcha hacia la puerta. Su corazón late en su pecho y sus zapatos rojo rubí son duros contra la tierra mientras obliga a sus pies a moverse hacia adelante, un pie delante del otro. Irene está segura de que alguien más está controlando su cuerpo mientras llama a la puerta principal de la familia Shelby. No mira de izquierda a derecha mientras está de pie, esperando que se abra la puerta. Hace apenas dos semanas no la habrían visto muerta parada en el umbral de la puerta, y ahora no podía importarle menos.
En la puerta se encuentra una mujer demacrada con cabello castaño rizado que está recogido sobre su rostro arrugado. La mujer la mira de arriba abajo y agita su cigarrillo. "Él no está aquí." Polly da una calada a su cigarrillo mientras la mira. Irene se mantiene erguida, sin dejar que su mirada la afecte.
"¿Cuándo estará-"
"No sé", Polly la interrumpe, pero no le ofrece más información. Irene asiente, tratando de que la decepción no se refleje en sus delicados rasgos. Irene gira sobre sus talones y comienza a alejarse, lentamente. Polly la observa mientras se mueve, dando otra calada a su cigarrillo mientras se le forma un nudo en la garganta. "Regresará en unas horas", la llama Polly, Irene vuelve la cabeza, la esperanza recuperada en sus ojos azules. "Ha ido a las carreras con él-" Polly hace una pausa mientras frunce los labios. "Se ha ido con Grace." Irene frunce el ceño, ¿quién diablos era Grace cuando estaba en casa?
Irene no está segura de cuándo tomó la decisión de ir al pub, pero sabe que es una mala idea. Ella sabe que solo debería estar bebiendo cerveza y sabe que es una mala idea beber whisky, pero lo hace de todos modos. "Ponlo en la cuenta de Tommy" se convirtió en sus nuevas palabras favoritas para decir esta noche. El camarero comenzó a discutir cuando ella lo dijo por primera vez, pero Arthur había intervenido y asintió con la cabeza. Irene le había dado las gracias y había ordenado por toda la habitación.
"¿Quieres bailar?" Irene persigue al hombre que está a su lado, mientras él toma su mano, la habitación comienza a dar vueltas, pero eso no le impide dar vueltas a su alrededor. Irene no está segura de cuándo empezó a sonar la música, pero no ayuda al ritmo del hombre, él tiene dos pies izquierdos y ella puede sentir que la ira que burbujea dentro de ella se hace más fuerte cada vez que él pisa su pie. "¡Quédate quieto!" Irene ladra mientras baila a su alrededor.
"Tommy", llama Arthur tan pronto como ve a su hermano menor entrar al pub. Tommy le sonríe y suelta la mano de Grace, la rubia frunce el ceño ante la pérdida de contacto, pero rápidamente la vuelve a colocar en sus tensos rasgos. Arthur se inclina hacia el oído de su hermano y susurra; "Clasifíquela como nuestro Tommy", asiente con la cabeza hacia el otro extremo de la barra y los ojos azul hielo de Tommy lo siguen. Gime cuando ve a Irene dando vueltas alrededor de un trabajador sucio de BSA que parece cada vez más incómodo.
"Sólo un minuto, Grace." Tommy asiente con la cabeza al rubio delgado y lleva a su hermano hacia la pista de baile. Grace frunce el ceño e inmediatamente comienza a seguir a los hermanos. "Irene". Tommy levanta la mano hacia la banda y les dice que dejen de tocar. Irene frunce el ceño cuando se detiene abruptamente, tambaleándose con sus zapatos planos rojos mientras lo hace. De inmediato, Tommy se acerca a ella para evitar que se caiga. Irene frunce el ceño mientras mira su mano, la hace sentir como si todo su cuerpo estuviera en llamas, pero eso podría ser solo el whisky.
"Tommy". Irene sonríe, inclinándose para darle un beso en los labios, el whisky le da demasiado coraje.
"¡Tommy!" Una suave voz irlandesa jadea a su lado, Irene niega con la cabeza ante el sonido, ella conoce ese sonido. Es el sonido de una novia, es lo que es. Irene intenta enfocar sus ojos en la voz irlandesa pero no puede, sigue moviéndose.
"¡Deja de moverte!" Irene sisea.
"Ella no se mueve, Irene." Tommy suspira y se disculpa con Grace.
"Polly dijo que volverías pronto, así que esperé". Irene está segura de que puede sentir que le viene el hipo, pero lo retiene conteniendo la respiración, mientras cuenta hacia atrás desde treinta, se da cuenta de que no sirve de nada, y el primero de muchos estalló en su boca. "Hablaremos cuando ella se haya ido." Irene levanta la nariz hacia el rubio flaco y trata de pasar por delante de Tommy, hacia la barra.
"Creo que ya has tenido suficiente", Tommy la aparta de la barra, mientras ella se tambalea hacia atrás y se balancea en un taburete de la barra. La ira que burbujea dentro de ella parece llegar a un punto crítico cuando golpea el taburete, Irene se lanza hacia adelante y lo abofetea en la cara.
Tan pronto como la mano toca su barba, ella se aleja de él, los fuertes brazos de Arturo rodean los suyos.
"¡Suéltame!" Irene chilla pero es demasiado tarde, Arthur la está empujando fuera de su bar. Al pasar junto a la rubia borrosa, oye su suave lul irlandés.
"¡Ella es psicótica!" Grace jadea, tan pronto como escucha que Thomas está de acuerdo con Grace, algo dentro de Irene se rompe, reuniendo todas sus fuerzas, se aleja de Arthur y se vuelve hacia el resto de la barra.
"¡Sí, Grace!" Irene grita, inclinándose mientras se agarra el estómago para proyectar más su voz. "¡Soy un psicótico!" Irene cree que en este preciso momento debe lucirlo pero se clasificaría más histérica que psicótica. "¡Psicótica y jodidamente embarazada!"
