Extra - Home II

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"Yo no tengo enemigos, ellos me tienen a mi"

Esa misma frase era la que se me repetía una y otra vez. La semana había estado bastante tranquila no había podido salir mucho de la casa ya que Michael me lo impedía para que nadie pudiera verme y que fueran corriendo a decírselo echando a perder todo lo que me había costado esconderme...

Primero salir de mi casa sin que nadie sospecharan nada fue lo más fácil que hice, lo complicado en todo esto fue convencer a Michael para que me pudiera quedar unos días en su casa, el problema que tenía para acabar pidiéndole ayuda a el y ahora estoy aquí acostada en la cama sin querer levantarme y sin querer ver a absolutamente nadie.
Las horas seguían pasando y las ganas de levantarme de la cama eran inexistentes, la semana pasada Michael me había dejado sola en la casa, pero con alguien vigilándome... solo esperaba que no tardara tanto ya que me estaba aburriendo y me sentía observada y eso era algo que no me gustaba. El ruido que había en la calle me hizo levantarme de la cama y salir de la habitación para dirigirme a la cocina.

Lo único que se podía escuchar era al judío dando vueltas vigilando la propiedad y ocupándose de ella mientras estaba "desocupada". Ese puto judío parecía el jodido carcelero y esta casa la cárcel, lo único que quería es que Mike llegará cuanto antes.

La cocina estaba igual de como la había dejado la noche anterior, eso era tranquilizador porque odiaba que esa persona entrara a la casa cosa que ya había hecho solo esperaba que llegara lo mas pronto posible... hice un té y coloque mermelada y un poco de mantequilla a una tostada para sentarme en la mesa de la cocina.

El paisaje que se podía ver desde la ventana era oscuro, el típico tono verde que siempre tenia esa mañana desapareció acompañado de frio y unas nubes negras que avecinaban tormenta, pero eso no iba a cancelar los planes que quería hacer hoy ya que sino el aburrimiento era la que la mataría.

Por unas pocas horas la casa en la que siempre había alguien ahora estaba vacía, pero el arroyo que estaba a unos pocos kilómetros ese día no solo los arboles de alrededor podían escuchar el agua chocar bruscamente contra las rocas y la brisa que pasaba atreves de los arboles esta vez si que era apreciada por alguien mas no solo por ese mismo viento sino por la chica que estaba sentada en un troco que estaba allí. El viento que era una brisa con el tiempo se convirtió en una ráfaga que empezaba a levantar las hojas caídas en el suelo, mover las romas mas débiles de los arboles y que su vestido empezara a agitarse pero de repente sintió el calor con un ligero peso en los hombros haciendo que diera la vuelta, para encontrarse con esos ojos café que le hacia olvidarse de todo por un instante.

" ¿Qué estas haciendo aquí y con este tiempo?"

" Solo quería un poco de tranquilidad, - agarré la chaqueta para pegarla mas a mí - en la casa hay mucho silencio y no me gusta.... Y ya se que me vas a decir que no estoy sola pero no se, no me siento cómoda con ese judío que no se separa de la casa en ningún momento."

" Candace se que no querías eso ya me lo habías dicho, pero no me quedaba ninguna otra opción para que la gente ni se acercara o husmeara al rededor de la casa - acaricio la mano para después tomarla de la mano - eso es todo o quieres decirme algo mas antes de irnos a casa "

" El no debía entrar a casa y entro, eso pasa.... - mire hacia arriba consiguiendo ver el cielo entre la rama de los árboles - no me gustaba que estuviera merodeando al rededor de la casa, pero un día en la madrugada me despertó un ruido y cuando me levante para mirar por la ventana no lo vi, estuve viendo un rato pero cuando vi que unas de las puertas estaba abierta supe que el ruido que escuche alguien había entrado. "

"¿Estas segura que la puerta no la dejaste abierta tu antes de que subieras? "

" Te llegó hacer algo Candace, ¿ Te hizo algo ?"

" Mike, no yo no llegué a salir de la habitación solo cerré la puerta con seguro y me acosté de nuevo en la cama... Poco tiempo después se fue."

" Sabes mini Shelby, después de esto solo tengo que confirmar que estás loca"

La risa de Michael se hizo presente haciendo que opacara el sonido del agua contra las rocas, el escaso tiempo que habían pasado en ese lugar se habían olvidado de las ráfagas de viento... pero cuando la lluvia empezó a caer se percataron de que tenían que irse ya, porque poco a poco la lluvia que había empezado como una brisa casi trasparente que era imposible de notar, ahora las gotas de lluvia empapando todo lo que tuvieran en su camino.

" Es mejor que nos vallamos ya, no quiero que por culpa de esto te enfermes. "

El tiempo que tardaron en la vuelta fue mas amena, aunque no habían dicho nada desde que salieron del claro el silencio no era incomodo, sentir la compañía del uno al otro, la casa ya era visible a lo lejos la cual desde allí no se veía ningún tipo de movimiento al rededor, ni dentro. Cuando Michael abrió la puerta un chirrido por no haber usado la puerta principal todo el tiempo que el había estado fuera, sin perder tiempo dejo la puerta abierta hasta que entro...

" Voy a tener que ocuparme de Harris así que voy a estar ocupado en el despacho y no quiero que nadie me moleste, tampoco quiero enterarme de que estas husmeando, vete con Anna a la cocina "

Acababa de llegar y ya la mandaba a la cocina con Anna, Michael se le había dejado unos días libres ya que solo iba a ver una persona en la casa... Cuando entro en la cocina vio a Anna con una olla al fuego mientras cortaba un trozo de pan duro.

" Buenas tardes Anna, te he echado de menos estos días "

" El señor Gray me dejo la puerta de la cocina abierta antes de irla a buscar a su casa - revolviendo el contenido del caldero - ¿ Como ha estado usted estos días en su casa?"

" Bastante aburrida, no ha asido lo mismo estos días."

" Sabe que si se hubiera quedado en la casa, no me hubiese molestado quedarme con usted, pero como el señor Gray me informó de que usted estaría en su casa. "

" Y a mi no me hubiera importado irme con ustedes - susurro "

Todo el tiempo que había pasado en la cocina con Anna se le había pasado muy rápido, a comparación de las dos semanas anteriores que se las paso sola día y noche, solo teniendo la compañía Harris que era lo mismo que estar sola ya que solo estaba fuera de la casa.

La noche callo y Michael no había salido todavía del despacho, cuando Anna fue a preparar la mesa la convenció de que iba a cenar con ella ya que Michael no terminaba la reunión que estaba teniendo... Cuando termino se despidió de Anna para dirigirse a uno de los sofás que estaban en la sala y agarrando un libro que ella dejo allí unos días antes, la noche se estaba empezado a poner fría pero no sintió frío ya que alguien encendió el fuego, solo le hizo falta levantar la vista del libro para darse cuenta quien era.

" ¿Por qué siempre que te encuentro aquí estas leyendo?"

" ¿Por qué siempre que te encuentro aquí estas leyendo?"

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¿ El Señor Gray estará listo para la próxima vez que lo veamos?

Friday | THOMAS Shelby  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora