ELEGANCE ━━ harry potter ✓

𝟒𝟏.┊myself

█ . . ، ๋💐 CHAPTER 41 𖤐･ ๋࣭ 𓏲 . . █
❛Bueno, gracias a Merlín,
estabas allí para salvarme❜

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*Narra Evelyn*
—¡¿Por qué lo abrirías?! —Hermione le dio una fuerte palmada en los hombros a Ron. Un grupo de Gryffindor rodeó la Saeta de Fuego tratando de echarle un vistazo.

Mi cabello estaba nuevamente suelto, pero mi flequillo aún estaba ahí, esto mientras seguía leyendo.

—¡Harry! —Neville y Seamus corrieron hacia Harry que acababa de entrar al gran salón. Los tres se dirigieron hacia la mesa de Gryffindor y frente al paquete que ya había sido abierto por Ron.

—Yo... uh ¡No quise abrirlo Harry, estaba mal envuelto y ellos me obligaron a hacerlo! —Ron señaló a Fred y George.

—¡No! —ambos dijeron al unísono. Levanté la vista de mi libro para ver a Harry desplegar el paquete para revelar una nueva escoba elegante, la Saeta de Fuego, la escoba más rápida del mundo.

—¿Para mí?... ¿Pero quién lo envió? —Harry examinó la escoba con asombro y una sonrisa en su rostro.

—Nadie lo sabe, —se asomó Ron por detrás.

—Esto vino con eso —dijo Hermione mientras sacaba una enorme pluma negra. Pluma negra, eso es tan obvio de quién era, Sirius Black. La relación de los dos se había acercado mucho más en tan poco tiempo. Hermione me había dicho que Sirius en realidad preguntó si Harry quería vivir con él en lugar con los Dursley. El grupo de Gryffindor, incluso Percy Weasley, salió corriendo al patio para ver a Harry montar su nueva escoba.

Caminé justo detrás de ellos solo para ser detenida por Draco, quien agarró mi muñeca. Junto a él estaban Crabbe, Goyle y Pansy.

—¿Necesitas algo? —le pregunté pestañeando a Pansy. Realmente tenía cara de un perro.

—Mi padre se enterará de tu amiga sangre sucia, y también tu madre —murmuró. Sabía exactamente lo que pasaría si le decía a mi madre que a ella no le gustan los nacidos de muggles en absoluto.

—Tu padre también se enterará de tu novia Draco —dije mirando a Pansy que me miró con los ojos entrecerrados.

—Te arrepentirás, asquerosa traidora de sangre —Pansy apretó los dientes abrazando el brazo de Draco. Quería vomitar al verlos, pero me reí un poco cuando me di cuenta de que Draco apartó su brazo. Decidí que tal vez debería divertirme un poco.

Puse una mano en la mejilla de Draco, se estremeció un poco pero no se apartó, sino que mantuvo un estrecho contacto visual conmigo. Me incliné más cerca, nuestras caras a centímetros de distancia, pero él no retrocedió.

—Vete a la mierda —susurré con una sonrisa. Pansy apartó mi mano de una palmada y me miró, al igual que Draco. Me encantaba lo que le había hecho a él y a su pequeña novia.

—Pansy, estaré feliz de tener otro duelo contigo si es necesario —le sonreí antes de alejarme. Sé que no fue muy Clermont por mi parte, que no fue muy elegante. Sin embargo, soy yo misma, Buckbeak me había enseñado cómo se sentía ser libre y me encantaba ese sentimiento.

No tengo que encajar en el título de ser una Clermont, ya no tengo que ser elegante.

Caminé hacia el grupo de Gryffindor que rodeaba a Harry cuando se subió en la Saeta. La escoba se disparó en el aire extremadamente rápido y se fue volando seguida por los gritos de Harry. Todos miramos con asombro ver volar a la escoba más rápida del mundo.

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Salí a la sala común de Gryffindor en pijama sin poder dormir. Allí vi a Harry sentado en un sofá frente a la chimenea sin hacer nada, solo mirando el fuego.

—¿No puedes dormir? —dije sentándome al lado de Harry. Me miró con sus ojos verdes asintiendo, su cabello desordenado tal como a mí me gustaba. Su rostro tenía muchas pequeñas cicatrices del sauce boxeador. No eran cicatrices profundas, solo leves, desaparecerán en unas semanas. Coloqué una mano en su mejilla y pasé los dedos por una de las cicatrices.

—El profesor Lupin ha renunciado, —dijo.

—Snape debió correr la voz de que era un hombre lobo

Él asintió con la cabeza, —Pensé que iba a morir, pensé que tú también ibas a morir.

—¿Qué quieres decir? —fruncí las cejas. Casi muero para el profesor Lupin, pero Harry no estaba allí para ayudarme, no podía haberlo hecho. Estaba en el lago con los dementores, así que no pudo ser él quien me salvó.

—Yo... sólo lo adiviné porque siempre arriesgaste tu vida por mí —tartamudeó.

—Solo ha sido el tercer año de Hogwarts y casi mueres al menos diez veces —me reí entre dientes.

—Bueno, gracias a Merlín, estabas allí para salvarme.

—Siempre lo haré

—Yo también te estoy cuidando Evelyn

—¿Ah, de verdad?

—Sí, nunca lo viste directamente —Sonrió como si estuviera escondiendo algo. No iba a preguntarle qué era, siento que eso arruina la sorpresa.

—Bueno, gracias —besé su mejilla suavemente. Me miró con los ojos muy abiertos, su rostro se puso rojo rápidamente. Aparté la mirada avergonzada fingiendo no notar su mirada.

—Evelyn, tengo algo que decirte. —Me volví y lo miré a los ojos, con mariposas en el estómago.— Y-

—Deberíamos dormir un poco Harry —lo interrumpí sin dejar que terminara su oración. Iba a decir algo sobre el beso en la mejilla y no estaba segura de si estaba lista para escucharlo o si siquiera quería. Por razones obvias, si a él no le gustó que hice eso, no quiero que nuestra relación sea incómoda. Si le gustó, ambos sabemos que somos demasiado jóvenes para una relación seria. Simplemente me gustó cómo estaba ahora.

—Sí, claro —Harry miró al suelo.

—Buenas noches Harry —dije caminando de regreso a los dormitorios de las chicas.

—Buenas noches —lo escuché gritar, su voz era tranquila y entristecida.

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