El espejo reflejaba el pálido cuerpo de Sora, mientras ella mojaba su rostro blanco, caliente y avergonzado. Sus piernas aún temblaban cuándo pensaba en lo sucedido.
¿Realmente se habían besado?
Aún podía sentir el suave toque de los labios de Taeil sobre los suyos, cómo si se hubieran tatuado en su boca.
¿Como iba a salir del baño? Ni siquiera sabía que decir o hacer. Su vientre seguía revuelto luego de ese beso, ni hablar de las corrientes eléctricas que todavía la hacían temblar.
Por un lado tenía ganas de volver a besarlo, pero por otro solo quería correr a esconderse. Justo cómo ahora.
¿Por que se sentía así? Nunca había sentido esto con ninguno de los chicos con los que había estado.
"Sora" un leve golpe en la puerta la hizo girar rápidamente. La chica tragó saliva. "¿Estas bien?" preguntó del otro lado.
"S-si" susurró, abriendo la puerta.
Cuándo los ojos de Taeil la enfocaron, dio un paso para atrás. La cercanía de ambos era peligrosa y los dos estaban avergonzados luego de lo sucedido.
"¿Te quedarás esta noche?" volvió a hablar Taeil.
Sora abrió su boca pero no dijo nada.
"Quedate" insistió. "Puedo dormir en el sofá" rascó su nuca, nervioso.
"Ya hemos dormido juntos, Taeil" río divertida Sora, la verguenza ya no estaba.
"Mhm, tienes razón" murmuró.
Luego de preparar la cama en silencio, Taeil le prestó una de sus camisetas a Sora para que durmiera más cómoda. En ningún momento dijeron nada, sólo miraditas y sonrisas vergonzosas.
La chica tomó el lado derecho y Taeil el lado izquierdo, espalda a espalda sin mirarse. La tranquila respiración de Taeil sonaba cómo música para los oídos de Sora, pero por alguna razón, su cuerpo se sentía incómodo. Suspiró mordiendo su labio, dudando si hacer algún movimiento.
Con toda la delicadeza, giró su cuerpo sobre la cama, observando la ancha y musculosa espalda del chico. Sin pensarlo mucho, presionó su pecho contra su espalda, abrazándolo suavemente.
Taeil abrió sus ojos adormilados cuándo sintió un calor provenir de atrás y una sonrisa se marcó en sus labios.Se sentía tan diferente.
Su madre solía abrazarlo así cuándo era pequeño, especialmente cuándo lo protegía de su padre. Una lágrima se acumuló en su ojo, pero rápidamente la limpió.
Ambos se sentían seguros y contenidos, cálidos uno al lado del otro, cómo nunca antes habían sentido. Sora estaba tranquila, descansando sobre su espalda, Taeil siendo abrazado por ella mientras los recuerdos felices lo inundaban y lo hacían sonreir.
Se sentían cómo en casa. La casa que nunca habían podido encontrar luego de lo que les había tocado vivir, era como volver a encontrarse con ellos mismos.
(...)
Cuándo Taeil despertó, talló sus ojos tratando de ver y recordar dónde estaba. Estaba solo en el mismo lugar dónde sabía despertar cada noche, rodeado de nada, solo de soledad que se podía sentir en el aire.
Trató de caminar pero no pudo hacerlo, estaba inmóvil. Trato de gritar pero ningun sonido salió de su boca. ¿Que estaba pasando?
Un grito lo hizo enfocar su mirada y vio a su madre en la esquina del lugar. En el suelo, chillando de dolor mientras otra persona entraba en escena... su padre.
Taeil trató de correr hacia ella pero no podía moverse, otro grito salió de la boca de su madre cuándo el hombre a su lado proporcionó otro golpe en su cuerpo.Lo estaba viendo y no podía hacer nada, no podía gritar, no podía moverse, no podía defenderla.... no podía salvarla.
Ese hombre seguía golpeando y gritándole a su madre, cómo toda la vida lo había hecho. Cómo Taeil recordaba desde que tenía consciencia.La desesperación comenzaba a invadirlo, quería gritar, quería golpearlo hasta matarlo, no podía seguir viendo a su madre así. No más.
Un gruñido alertó los sentidos de Sora cuándo abrió los ojos en la mañana. Taeil estaba acostado boca arriba, mientras murmuraba cosas y movía su cuerpo violentamente contra el colchón. La chica rápidamente se sentó tomándolo de los hombros, porque sabía que estaba teniendo una pesadilla.
"Taeil" lo llamó moviéndolo un poco, pero él solo seguía atrapado. "Despierta, no es real. Es una pesadilla" seguía diciendole y tocando su frente, tratando de despertarlo.
Taeil.
Escuchó que lo llamaban y reconoció su voz, pero no podía contestarle ni podía despertar.
Despierta, no es real.
Sabía que era ella.
Luchó contra sus demonios, tomando lo ultimo que le quedaba de fuerzas, cerrando sus ojos con fuerza mientras seguía luchando.
"¡Taeil!" el gritó lo hizo despertar.
Su vista borrosa y su cuerpo sudoroso, la respiración elevada, tratando de no ahogarse por faltar de aire.
Sintió unas cálidas manos tomar sus hombros y pudo ver a la chica a su lado, su mirada aguada y preocupada. La pequeña a su lado, lo abrazó contra su cuerpo, rodeándolo como un niño en su pecho. Taeil se dejó abrazar mientras recobraba sus sentidos, saliendo del trance, pero su pecho dolia de la angustia.
Seguía teniendo el mismo sueño desde que habia dejado las pastillas y estaba atormentandolo. Su subconsciente lo estaba engañando, reproduciendo esas imagenes una y otra vez para lastimarlo.
"Me asustaste" susurró la chica separandose de él. "Parecía realmente malo, ¿volvieron tus pesadillas?" preguntó acariciando su cabello mojado.
Taeil negó. "Nunca se fueron"
"¿Puedo hacer algo para hacerte sentir mejor?" insistió preocupada.
"No te vayas" pidió tomándola por la cintura. "No me dejes, por favor" la acercó hasta tenerla frente a frente.
La tomó por las mejillas, acariciando su nariz contra la suya.
"No me iré a ningún lado, Taeil" murmuró segura, aceptando los toques del chico, cuando inclinó su rostro sobre el suyo otra vez.
ESTÁS LEYENDO
𝖒𝖔𝖔𝖓𝖑𝖎𝖌𝖍𝖙 ©
Fanfiction𝕸𝕿. Desastrosa, enloquecida y caótica. La vida de Sora ves un completo caos hasta que conoce a un joven una noche y comienza a sentir cosas que antes nunca antes había experimentado, adentrandola a nuevos cambios y sentimientos que la ayudaran o l...