Presión

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"La presión hace diamantes."

— George Patton

Una voz femenina aunque algo grave casi como la de un niño me asusto a mis espaldas. Allí pude ver a alguien mirándome con desdén aunque con delicadeza y elegancia. Era una persona hermosa, casi me hacía sentir como un mono a su lado, como si su imagen me recordara mi propia fealdad e inseguridad.

Es figura esbelta y delicada, parecía sacada de una revista de moda, era una modelo con cabello largo y rubio abundante, ojos maquillados al detalle y con un reflejo rosa violáceo en ellos. Esa persona vestía un uniforme con mezcla de las prendas del uniforme masculino y el femenino.

— ¿No me oíste? No le pongas un dedo encima al cuadro. — Me voltee a verle con algo de molestia y sorpresa al mismo tiempo. — Aun no está seco. — Su desdén e indiferencia al verme me causo un poco de molestia. — ¿Piensas unirte al club? Regresa el martes o miércoles. ¿O será que estas aquí por otra cosa, más pequeña y dañina? — Ahora se burlaba de mí y se sentía superior, mientras sacaba del bolsillo de su falda el atado de cigarrillos.

Ese tipo de presión y exposición ante alguien a quien no quería que me descubriera por sus comentarios y burlas, era insoportable. Casi como una humillación. No soportaba que me dijera que estaba mal o se burlara de mí. Intente comportarme y actuar de la misma forma.

— Gra-gracias. — Tome el atado pero sus manos no lo soltaron.

— Es fácil de ver que solo fumas con tus amigos.— Su voz particular me hablo de forma intima casi al oído, pero era audible para las personas que de pronto vi en el marco de la puerta viendo la escena. — El paquete parece viejo y arrugado, pero está casi lleno. Es obvio que no te gusta, no deberías fumar solo para tener amigos. Me... Me preocupas. — Realmente su actitud me molestaba.

Para cualquiera seguro que sonaba como una persona preocupada por sus semejantes... Si no le conoces. Si le conoces sabrás de inmediato que solo eraba jugando con mis sentimientos y se burlaba de que en realidad, a pesar de tener amigos y ser sociable, nadie me comprendía y estaba solo, engullido en mis propias ideas y pensamientos. Aunque tuviera razón, no soporte su actitud irritable.

Esa persona me dio la espalda y me golpeo con su cabello y se dirigió a un estante mientras cargaba unos bustos de arcilla.

— Espera un segundo. — Mi mal genio deseaba expresar aquello que tenía en mi haber que podía molestarle. — ¿Sabes algo? A mi también me preocupas mucho, solo mírate, Ryuji-kun.

Era una declaración de guerra, Ryuji reacciono como si le dieran un golpe y la gente del club de arte que estaba en la puerta mirando la escena se pusieron a hablar alarmadas de lo que ocurría.

— Oh no, ahí van de nuevo esos dos.

— ¿Por qué?

— Ellos dos se odian, Yuka-chan siempre dice lo que piensa y eso termina provocándole.

— ¿EH? —

Se volteo con cabreo a mirarme, mientras sus compañeras del club de arte empezaron a hablar entre ellas esperando lo peor de nuestra discusión. Se acercó tanto a mí que parecía que deseaba besarme. Normalmente eso me pondría algo nervioso, pero me cabreo algo más a pesar de sonreírle de forma burlona.

— ¿Dime, acaso piensas que eres mejor que yo, "Ryuji-kun"? — Me quise acercar más para incomodarle aun peor y si bien sonreía con gracia con su delicada piel de porcelana, parecía que las venas del rostro se estaban aguantando por estallar por la bronca.

Blue Period - ブルーピリオド (Novela)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora