Escucha Al Corazón

Una Niñera para mis hijos

Todos en la gran mesa cenando sin emitir ningún sonido ya sea dado por órdenes de su Madre que cenaba junto a ellos.

Lo único que se escuchaba eran los utensilios chocar con los platos de vidrio. Todos serios como si de unos robots se tratarán, la menor de todos dió por terminada su cena y se levantó decir nada, su Madre la siguió con la mirada para luego suspirar pesadamente. Negó y siguió comiendo hasta que un carraspeó la detuvo alzando su vista a sus hijos para dar con aquel pelinegro que se limpiaba con una servilleta sus labios.

Su Madre asintió como dando el permiso de que hablara.

—No nos has preguntado cómo nos fue en el colegio.– Dijo en voz baja mientras agachaba la cabeza para dirigir su mirada a su plato de comida.

Parpadeo repentinamente y agachó la mirada.

— Perdón, mí mente ha estado ocupada en otras cosas, discúlpenme hijos, y díganme, ¿Que hubo de bueno hoy?.– Pregunto tratando de Animar a todos.

Todos se miraron entre sí como para ponerse de acuerdo quien iniciaba primero, Jennie miro que nadie se animaba así que hablo animando a uno de sus hijos.

— Jimin, Cariño, ¿Cómo te fue?.– Pregunto sonriendo.

El pelinegro menor levantó la vista sorprendido, su madre no le había dirigido la palabra en tres días y era por qué nunca coincidian y Jennie está vez llegó temprano del trabajo, el chico asintió masticando un trozo de jitomate.

—Bien Mamá, todo...–Corto al instante de que su hermano gemelo Hoseok le hizo una seña para que contará algo a lo que Jimin nego y se apresuro a responder.– Bien Mamá, todo bien, nada del otro mundo.

Jennie asintió un poco convencida y dirigió su mirada a Hoseok que parecía fulminar con su mirada a su hermano.

—¿Y tú, Hobi?.– Pregunto para saber por qué su hijo estaba así.

Hoseok detuvo sus movimientos dejando su tenedor de lado para colocar sus manos en su regazo bajo la mesa.

—Bien Mamá, la profesora hoy me felicitó por haber Sido la mejor calificación del curso.– Dijo sonriendo.

Jennie rio feliz.

—Pero.. ¡Felicidades cariño!.– Exclamó haciendo sonreír a Hoseok a lo que todos También lo felicitaron.

—¿Kook? ¿Que tal tu?.– Pregunto sonriendo, el ambiente seguían aún un poco tenso pero estaba haciendo su mayor esfuerzo.

—Todo está bien dentro de lo que cabe, ¡Ah! Mamá, ¿irás mañana a ver mi presentación de la obra?.– Pregunto emocionado por esperar una respuesta positiva, sería la primera vez que su Madre lo vería bailar y actuar ya que era un musical.

Jennie nego apenada a lo que él pelinegro asintió entendiendo que no podía por el trabajo. Jennie no quería seguir fallandoles a sus hijos pero era imposible, estaba entre mucho trabajo y le costaba hacerce espacios para ir a ver aún que sea a sus hijos un rato al colegio en sus presentaciones pero no podía.

—¿Nayeon?.– Pregunto Jennie llamando la atención de la menor que solo rodó los ojos para encararla, sin duda hija suya si era.¿Q-

Antes de que Jennie pudiese hablar, Nayeon la corto.

—Antes de que preguntes "¿Que tal tu día?" Mi respuesta es del asco, todos son unos insoportables.– Espetó molesta a lo que La mayor supo que algo le habían hecho.

—El vocabulario, Señorita.– Alzó la voz Jennie, Nayeon volvió a rodar los ojos enfadada.

Jennie se sobó la sien y dirigió su vista a su hija mayor que estaba tan concentrada en seguir comiendo, sonríe por lo tierna que siempre a Sido en ese aspecto, a lo que conocía de su pequeña es que siempre tenía hambre. Sonrió antes aquel pensamiento.