❝ I love you so... ❞
❝ Please, let me go❞
Ella era el Sol y él la Luna.
Él era fuego y ella el hielo.
Ella era Perséfone y él era
el Hades. Destinado a ser,
eternamente.
Druig x oc!fem
Eternals...
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oo. 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐧 𝐜𝐚𝐬𝐚
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Narrador omnisciente Suecia, Norrköping 1993, abril
EL SONIDO DE lacampanilla alertó a Aiko sobre un nuevo cliente. Termino de hacer el batido de fresa para uno de los clientes para después -con la sonrisa más falsa que pudo hacer- girarse hacia el nuevo cliente con libreta en mano.
— Välkommen till- Pero se callo al ver al hombre. Su sonrisa se trasformó en una mueca de indiferencia. — Una mierda.
— Oh vamos, — El hombre alzó los brazos en signo de protesta.— no seas aguafiestas.
El peli-negro estaba usando una chaqueta de cuero negra, debajo de esta había una camisa también negra con algún logo de lo que Aiko suponía sería de laguna banda de rock poco conocida, y unos vaqueros azul oscuro sencillos. Y su actitud de chico malo atraía la mirada de muchas chicas solteras, y algunas no tan solteras.
El Eterno se sentó en la barra mientras miraba a la rubia servir y tomar la nota de otros clientes. Estuvo sentado en la silla durante mas de una hora solo observándola.
Aiko decidió ignorar a Druig ya que no tenía intención de hablar con el, tal y como el exigíos la ultima vez que se vieron.
Julia -su compañera de trabajo- se acercó a Aiko una hora después de que el Eterno entrase y le susurró. — Den där mannen har Stirrat på dej över en timme, Skrämmande. — Las dos miraron a Druig discretamente.
— Tyvärr känner jag honom. — La rubia le susurro graciosa de vuelta mirando al eterno. Su amiga sólo río y después se fue a llevar una orden.
Entonces Aiko se acercó a el. — Nos vamos. — Le dijo secamente a el hombre, para después irse a la parte trasera de la cafetería.
Druig solo sonrió, salió del establecimiento y se apoyó en el coche de la rubia.
