❝ I love you so... ❞
❝ Please, let me go❞
Ella era el Sol y él la Luna.
Él era fuego y ella el hielo.
Ella era Perséfone y él era
el Hades. Destinado a ser,
eternamente.
Druig x oc!fem
Eternals...
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ii. 𝐃𝐨𝐛𝐥𝐞 𝐦𝐚𝐭𝐚𝐧𝐳𝐚
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Narrador omnisciente Roma, Italia 298, Junio
Era un día de verano muy abrasador. Okonell había organizado un picnic con su marido e hija.
La pequeña Aiko corría por todo el campo persiguiendo mariposas, pero aún así a una distancia segura para que Okonell y su marido podrían verla.
— ¡Mami! ¡Mami! — La rubia llamó a su madre corriendo hacia ella con una gran sonrisa — ¡Mila lo que e encontado! — La pobre todavía no sabía pronunciar la letra 'r' correctamente.
— Es encontrado cariño,— La peli-negra corrigió a su hija, mirándola con una sonrisa. — no encontado.
— ¡Encontado! ¡Encontado! ¡Encontado! — La niña de cuatro años grito con una sonrisa traviesa.
El hombre presente soltó una gran carcajada. Amaba ver como su pequeña molestaba a su mujer.
—¡Y tu no te rías Dean! — Okonell le dio un golpe en el hombro de su esposo. — Estoy intentando educar a nuestra hija para que hable apropiadamente.
El hombre soltó una última risa para girarse hacia su hija, que los miraba con una sonrisa. — ¿Que era lo que quería enseñarle a mamá, Aiko? — Le recordó a su hija
A Aiko parecía que le hubiera encendido una bombilla en la cabeza ya que se sentó en la manta donde sus padres estaban y abrió la mano enseñándosela a Okonell.
La mujer quito el objeto de las manos regordetas de su hija.— ¿Que es esto preciosa? — Preguntó con curiosidad hacia su hija.
Aiko asintió decidida. — Una flol. — Contestó la chica empezando a comer un trozo de pan que encontró.
— Flor. — Corrigió con ternura. — ¿Para que es la flor, Aiko? — La rubia la señalo con el dedo ya que tenia la boca llena de pan. — ¿Para mi? — Aiko asintió una vez mas.
