3. Beyond the studio walls.

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El sol ya comenzaba a ocultarse tras los altos edificios de Seúl cuando los miembros de BTS recibieron la noticia oficial de que Jin se había unido a la colaboración. Bueno, para ser más precisos, la empresa ya lo había confirmado por Instagram y ahora era de conocimiento público.

Era un día importante para ellos, no solo porque representaba una oportunidad creativa única, sino también porque significaba que tendrían la responsabilidad de hacer sentir a Jin como uno de los suyos. Especialmente Yoongi, quién tuvo que escuchar a su líder que le pedía ser más amable con su musa y evitar la última interacción que tuvo con él.

Aunque las reuniones y sesiones de trabajo los unían de manera profesional, los chicos querían romper esa barrera y acercarse más allá de los muros del estudio.

El primero en tomar la iniciativa fue J-Hope, quien, con su energía habitual, se acercó a Jin mientras todos estaban reunidos en la sala de ensayos.

—¡Hyung! Hemos estado pensando… ¿qué tal si hacemos algo diferente hoy? —sugirió, con su inconfundible sonrisa que irradiaba optimismo.

Jin, que estaba absorto en su teléfono, levantó la mirada, un tanto sorprendido. —¿Algo diferente? —preguntó, dejando de lado su dispositivo—. ¿No tienen suficiente con ensayar todo el día?

Para Seokjin, quién siempre ponía de prioridad su trabajo, le sorprendía lo rápido que podía deshacerse un integrante de BTS de su entrenamiento, pero lo disimuló con una mirada de curiosidad. El peliblanco sonrió y al no ver un rastro negativo en el rostro del contrario continuó.

—Nada de ensayos ni trabajo por hoy. —J-Hope movió las manos con entusiasmo—. Pensamos en algo divertido, como una salida para relajarnos un poco antes de meternos de lleno en todo este proyecto.

Jungkook, que se encontraba apoyado contra la puerta, asintió vigorosamente. Su cabeza que descansaba tranquilamente sobre la pared volteó inmediatamente al escuchar la idea, los tatuajes parecían quedarse en el olvido cuando curvó sus labios de forma infantil.

—¡Sí, hyung! Sería genial. Además, quiero demostrar que soy el mejor en boliche.

—¿Tú, el mejor? —se burló Jimin con una sonrisa desafiante—. Ni en tus sueños. Todos saben que yo tengo la mejor puntería.

El pelinaranja se posicionó al frente de Jungkook, cruzando los brazos mientras achinaba sus ojos.

Taehyung, desde el fondo de la sala, dejó escapar una risa suave al tiempo que dejaba su botella de agua en el suelo.

—¿Puntería? Si eso es lo que llamas suerte… La última vez casi tiras la bola al carril de al lado.

Jin observaba la escena con una mezcla de diversión y extrañeza. No estaba acostumbrado a ese tipo de camaradería tan desenfadada. Incluso cuando tenía su grupo de amigos no había una nube cómoda que los rodeara, solo sentía que podía ser el mismo en compañía de Chayeol.

Y ahí iba a de nuevo.

Chayeol.

¿Tenía que arruinar el ambiente pensando en eso?

Jin cerró y abrió los ojos, intentando disipar aquella posible reflexión sobre todo lo que había pasado, no podía simplemente quedarse quieto y dejarse consumir por sus ideas.

Normalmente, sus días se llenaban de trabajo serio y conversaciones formales, pero aquí, el ambiente era completamente diferente. Y con eso, volvió a centrar toda su atención al grupo de integrantes masculinos.

Yoongi, quien hasta ese momento había permanecido en silencio, intervino desde su asiento con una mirada perezosa.

—Vamos, Jin. Será divertido. No necesitas ser un experto para disfrutarlo.

Ownerless muse. (BTSXJIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora