capitulo 23: el juicio II

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Agarro la mano de Peter, cuando lo veo repiquetear los dedos en su regazo, nervioso.

-Va a estar todo bien -le aseguro. El me da una sonrisa cerrada.

Hoy era el juicio y Peter no era el único nervioso. Habíamos conseguido testigos y pruebas, así que por fin iba a empezar el juicio contra Juan.

Mamá y papá, habían tomado el caso, así que ellos estaban a cargo. También estaban nerviosos. Caminaban de un lado a otro esperando que llegue Juan y su defensor.

Nos paramos cuando advertimos la llegada de Juan y su abogado. Peter, al lado mío se tensa al instante que lo ve.

-Buenas tardes -se limita a decir el abogado y entra a la sala, seguido por Juan.

Entramos a la sala, nos acomodamos en nuestros lugares y empezó el juicio.

-Bueno, señor Lanzani -empieza la jueza-. Se lo acusa de violencia psicológica y física... ¿Cómo se declara usted ante eso?

-Inocente -dice, firme.

-Bien -sigue la jueza-. Se comprobará su inocencia o su culpabilidad a través de un juicio justo, ¿Bien?... Puede tomar asiento -se sienta-. ¿Tenemos testigos? -le pregunta a papá.

Se para -Si.

-Bueno, que pase al frente entonces. -dijo y pasó Mara, una chica que trabajó los últimos cinco años en esa casa.

-yo trabajé por cinco años en la casa del señor Lanzani. El era muy violento con la señora Claudia. La insultaba o humillaba.

-¿Presenció alguna vez estás acciones? -pregunta la jueza.

-si, muchas veces.

-Muy bien. Podés volver a tu lugar -dice-. ¿Tienen algo más que testigos para verificar que lo que se le acusa a el señor Lanzani sea cierto?

-Si -asegura mamá-. Tenemos los estudios psicológico y cámaras de seguridad de la casa, dónde se lo ve a la señor, maltratar a una de las víctimas.

-Bien, ¿puede traerme los estudios y poner la grabación, por favor?

-como no -dice mamá, y se levanta para darle el sobre.

Todos miramos la tele, dónde estaba reproduciéndose el vídeo de la camara de seguridad.

-Vos no tenes idea de lo que es tener que trabajar -decia Juan

-no, nunca me dejaste hacerlo... Nunca me diste la oportunidad -le reprochaba Claudia, mientras intentaba salir de su agarre

-y tendrías que agradecerme. Si no fuera por mí todavía seguirías siendo una muerta de hambre... Pobre. Si no fuera por mí no serías nada.

-¿y que se supone que deba agradecerte haberme sacado de mi casa para que me case con vos, por qué tenías que cobrar una herencia... Y después tener que vivir un infierno con vos por años? ¿Eso?

Después se ve como Juan la arrastra del brazo, bruscamente, hacia adentro y se corta el vídeo.

-¿tiene algo para decir, Lanzani? -pregunta la jueza

-Está fuera de contexto -afirma, sin perder la calma.

-muy bien. Abogado, ¿tiene algo que compruebe la inocencia del acusado?

-No, jueza. Pero tenemos una grabación, dónde una relacionada al juicio invade propiedad privada y hurta unos papeles sin el consentimiento de mi cliente.

-Bien, reproduzcan el vídeo.

Pusieron el vídeo y claramente aparecia yo. Se ve perfecto cuando rebusco en los cajones y como me escondo los papeles cuando entra Juan.

-Mariana

-Juan

-Que sorpresa tenerte acá

Se ve como el se sienta en su silla

-¿Te mandó Peter?

-No -digo-. Pero estoy al tanto de todo lo que pasó.

-¿Ah si?... Bueno supongo que estaras de acuerdo con todo lo que dije

-No, no estoy para nada de acuerdo. No creo que las cosas sean así... ¿Usted duda de las capacidades paternales de su hijo cuando nunca cumplió el rol de padre?

-¿Perdón? ¿Quien te pensas que sos para hablarme así, mocosa?

-Alguien que sabe quién es Peter y que lo ama muchísimo más que su propio padre

- ¿Vos lo amas? ¿Y pensas que el te ama a vos?... No -contesta-. No te ama... ¿Cómo va a amar a una... Nena? Peter está para algo muchísimo más serio. ¿Que vida tendría con vos?...

-Puede decir lo que quiera. Pero yo solo se lo que tengo que saber, y es que yo si lo amo, se lo suficiente que es y se todo lo que el puede dar... Y créame que es muchísimo más de lo que usted puede ofrecer...

Se corta el vídeo, cuando muestra que me voy.

Llena de enojo miro a Juan, que seguía firme e indiferente. De reojo miro a Peter, cabizbajo.

-¿Que tienen para decir los defensores de la otra parte? -pregunta la jueza.

-Si, fueron hurtados -admite, mamá-. Y también entre esos papeles encontramos compras ilegales en el mercado negro,a nombre del acusado, claramente. -dijo y se acercó a la jueza con los papeles.

La jueza leyó los papeles para sí misma y sin más, dió por finalizada esa sesión.

Juan se retira de la sala acompañado de su abogado, pero no sin antes darme un mirada de total desprecio. No tenía idea de que teníamos a nuestro poder esos papeles.

Ya todos habían salido, solo quedábamos Peter y yo. Me sentía un poco apenada con el, no le había dicho a nadie que había conseguido los papeles así.

Me paré seguida, por el. Empecé a caminar, pero su voz me detuvo.

-Lali...

Si, supongo que tendrá motivos para estar enojado.

Cerré los ojos y tomé valor para darme vuelta...

-Peter, necesitábamos esos papeles -me atajo- y no...

-Lali... Me defendiste

Lo tomo por sorpresa, pensando en que iba a decir otra cosa.

-Solamente dije la verdad -murmuro

-Nunca nadie me había defendido como vos lo hicistes

Sonreí y me acerqué. Le puse una mano en la mejilla.

-y voy a hacerlo las veces que sea necesario -le aseguro

-Te amo -susurra

-y yo te amo a vos -sonreí y lo besé.

El Y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora