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Nunca me había preguntado si la vida es de los valientes o de los cobardes, no hasta ahora, mientras pensaba en la profundidad y forma del corte que marcaría mi final.

Un golpe en la pata de mi pupitre me trajo de vuelta.

—Nos puede decir su nombre, por favor.
Miré a la mujer que me hablaba y me estremecí. Su dulce mirada quedó guardada en mi memoria.

El nerviosismo se apoderó de mi cuerpo, temblaba.

—Cristina Flórez.

Un momento después escuché un nombre que jamás se borraría de mi memoria.

Elizabeth.

El último suspiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora