LEYENDA

Capitulo 1

"Frio... ¿Por qué hace tanto frio? Siento el suelo muy frio, pero... siento calor en mi espalda. Escucho sonidos, ¿Qué son? No se cómo describirlos, solo sé que son agudos y se repiten constantemente, abro mis ojos y quiero volver a cerrarlos, esa luz me molesta e irrita como si quemara mi vista, me fijo a mi alrededor, café en todo mi alrededor... ¡Tierra! Así se llama lo que me rodea... mucha tierra, ¿Dónde estoy? ¿Qué lugar es este? ¿Qué era yo? Viendo a mí alrededor, parece que soy el único en todo este lugar". Era el pensamiento de aquella criatura que había despertado en lo que parece ser un páramo sin vida ni otra señal más.

Nuestra criatura decide levantarse en sus dos patas perdiendo el equilibrio y cayendo de frente, afortunadamente logro reaccionar a tiempo moviendo rápidamente sus brazos, logrando evitar la caída con sus garras. Confundido por caer, intento pararse de nuevo perdiendo el equilibrio nuevamente, intento varías veces mostrando el mismo resultado. Frustrado, empezó a caminar apoyándose de sus manos que curiosamente vio que tenían garras, importándole poco empezó su caminar, no fue apenas unos cuantos pasos que vio algo que le llamo su atención, "caminando" hacia aquello noto que el color de esta cosa era verde y tenía cosas del mismo color.

"¿Qué es esto?" Se preguntó en su mente, viendo la cosa que estaba frente a él, pues tenía curiosidad, y acercándose más a esta misma se percató de algo. "No es una nada más, parece estar unida a otras." Con ese pensamiento, afirmo mientras miraba por atrás a otras con la misma descripción, pero más pequeñas que la de enfrente.

Sin dudarlo, empezó a quitar la tierra que había alrededor de las cosas verdes, pero era difícil, debido a que quitaba muy poquita tierra, lo que le dificultaba no hacerle daño a estas mismas hasta que... Curiosamente cuando hizo presión con la punta de sus dedos, salieron puntas afiladas. "Esto... creo que se llamaban... ¡Garras! Si eso son." Exclamo en su mente alegre de saber que salió de lo que creía eran unas manos comunes, gracias a sus garras pudo extraer de su lugar a las pequeñas que ahí habían. "No sé el porqué, pero algo me dice que me las lleve conmigo." Fue lo que pensó después de seguir con su caminata, pero ahora "acompañado" de nuevos viajeros.

La criatura solo caminaba en forma recta, con el sol dándole por su espalda y sintiendo todo el calor de este mismo. Cuidando que a las cosas verdes no les diera el sol, siguió con su andar sintiendo cada vez más la necesidad de solo querer parar y tirarse en el suelo que quemaba sus patas. Siguió caminando, pero ahora tenía la cabeza colgando, respiraba más pesadamente y se sentía fatigado, sentía que le faltaba el aliento y le ardía más el cuerpo; Levanto la mirada y veía más brillantes de lo normal, parpadeando rápidamente pasaba ahora a una vista borrosa. Aun así, desistió en caer, pues lastimaría a sus acompañantes y no quería eso.

Caminando todavía, se notaba más su lentitud; su respiración era desequilibrada, parecía que quería respirar, pero no podía; se tambaleaba más, su cabeza solo daba vueltas. "¿Qué me está pasando? Siento mucho miedo y mucha sed, siento mi cuerpo arder, ¡Quiero descansar ya!" Apunto de caer y rendirse. Logro escuchar algo. "Levanta tu mirada." No sabiendo de donde vino eso, rápidamente lo hizo, viendo enfrente suyo algo que lo lleno de gozo y alegría.

Enfrente había una pequeña deformación con lo que parecía ser agua en su centro, a su lado había una roca grande que curiosamente tenía una grieta de donde escurría el agua y se dirigía a la deformación. Caminando Rápidamente y sin lastimar a sus acompañantes, se dirigió a aquel lugar, pero sin esperarlo su pata trasera se detuvo de repente haciendo que cayera. Ante lo sucedido, Decidió arrastrarse con lo que tenía todavía, Avanzando un poco, solo sintió como su otra pata trasera dejaba de responderle, estando cerca no se rindió, pues faltaba muy poco para que llegara, recibiera la sombra y pudiera tomar un poco de agua. Entonces con su brazo libre, sosteniendo fuertemente a sus acompañantes, saco sus garras y las enterró en el suelo, haciendo un gran esfuerzo, arrastro todo su cuerpo, repitiendo lo mismo una y otra vez... Con sus ojos cerrados solo sentía peso y cansancio, ya no quería seguir, pero no podía dejar a esas cosas verdes a su merced tampoco, así que solo siguió.