"-argh- Ese monstruo era más fuerte de lo que imaginaba." Se quejó un pegaso gris que vestía una pechera de plata, sus alas estaban sangrando, tenía su casco pegado al cuerpo haciendo que no caminara bien. "No entiendo... ¿Cómo sabía dónde estábamos? Mis hoplitas... todos muertos." Lamento el pegaso, mientras salía de ese bosque e iba a dirección a una aldea.
"No todo fue en vano -jejeje-, al fin lo descubrí." Dijo mientras dirigía su mirada en un costado de su armadura.
Recordó que después de matar a todos los hoplitas a su mando, ese lobo se había aventó hacía el, casi lo atrapa con sus fauces; pero en un descuido logro agarrarlo del lomo con sus patas, lo curioso fue que escucho el sonido de algo ardiendo. Vio como el lobo lo soltó rápidamente, además pudo apreciar quemaduras en esa pata ¡Y no se estaba curando!, Aun así lo agarraron del cuello, pensó que sería su fin, sin embargo, aprecio como el lobo volteo a otra dirección; lo aventó fuertemente contra un árbol y se fue directamente a aquella dirección.
"Así que... la plata te quema, ¡¿Verdad, maldito?! En nuestro próximo encuentro, no sobrevivirás ¡Seremos nosotros quienes te sorprendamos esta vez!" Grito con euforia al aire, su gran sonrisa solo mostraba lo feliz que estaba, al fin matarían lo que no se puede matar. "Ahí están... los terrestres -pum-"
Cayo a tierra, para suerte suya, algunos ponys lo habían visto, yendo rápidamente hacía el, lo llevaron a su aldea para atenderlo, concluyendo así su fracaso en esa 'misión' que tenía... ¿Qué nos deparara el futuro de ahora en adelante?
Varios años después
En el palacio real, suelen habitar los más ricos, respetados y más poderosos unicornios de todo el reino, así lo propuso nuestro sabio rey, Whitish Sun. En un cuarto en específico, yacía la figura de una unicornio blanca posando enfrente de un espejo, se veía quieta; alrededor de ella habían otras unicornios que parecían vestirla con cuidado; un vestido largo de color blanco con toques oscuros cubrían su figura delgada; le decoraban dos rubís blancos en su cuello con forma de 'W' siendo un tercero más grande que actuaba de broche, resaltaban con sus ojos de color miel y su cabello de color platino; alado había una sirvienta que sostenía una tiara de plata con incrustaciones de cuarzo pulido en sus puntas.
"¡Quedo hermosa, Princesa Platinum! Sin duda será el centro de atención en la reunión de hoy" Hablo una sirvienta de color amarillo con entusiasmo. "Además, creo que llamara la atención de cierto pegaso-jijiji-"
"Ya te lo repetí, Sweet Wine, entre el emperador Hurricane y yo no hubo nada, solo fue mi 'Guardia' temporal" Hablo platinum frunciendo levemente el ceño.
"La princesa tiene razón, además, ¿Quién andaría con esos salvajes adoradores de niños? No me sorprende, pues su actitud solo lo afirma" Hablo otra sirvienta de color rojo suave.
"Yo pensaba que eran los de tierra que tendrían ese despreciable fetiche, bueno... con su inteligencia, eran los más posibles."
"Niñas, concéntrense en lo importante, ahora estamos vistiendo a nuestra princesa, dejen su conversación para cuando estén solas" Dijo una sirvienta de avanzada edad.
"¡Si Dulcet!"
Platinum, esbozo una pequeña sonrisa ante la aptitud de sus sirvientas, esa pequeña discusión sobre la aptitud de los pegasos de alguna forma le tranquilizaron, pues la verdad era que estaba nerviosa, con su padre en cama, ella era la única para ir a esa reunión (además la mejor opción). También está el hecho de que hace años, cuando Hurricane le sirvió como guardia, le tomo cierto afecto al pegaso azul; puede que siempre discutieran, casi siempre al borde de pelearse (que si pasaba a veces), al final se llevaron muy bien pese a los rumores que circulaban entre ellos. Se podría decir que la princesa tenía otro tipo de sentimiento hacía ese pegaso, pero su orgullo se negaba a aceptarlo, como una yegua importante, hermosa y poderosa, no se dejaría conquistar por un simple pegaso.
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LEYENDA
FantasyApareció en ese lugar, no se sabe cómo llego ahí, solo sabemos que le gusta rondar por ese extraño lugar, ten cuidado, pues no sabes que pasará al entrar en ese bosque. Fue cómo si hubiera sido ayer, el me tomo del casco y me llevo a casa... no recu...