꧁Nuestra Vida Juntos꧂ Meliodas x Arthur

Capítulo 2

En el jardín del castillo de Camelot estaba un pelinaranja entrenando con su espada, estaba tan sumiso en sus pensamientos que no notó la presencia de un chico de baja estatura y pelos rubios, y a decir verdad, no solo estaba concentrado en la espada, mañana iba a ser el día donde haría pública la relación que tenía con el Capitán de los pecados capitales. Ya tenían un mes y medio de relación y Arthur pensaba que era injusto que su reino no sepa de su relación y se quería sentir bien cuando diera la noticia, ya quería gritar que Meliodas era solo de él, sin sonar egoísta o celoso.

—Hola pequeño Arthur.—con una sonrisa.—

—El ojimorado brinca del susto y hace que tropiece y caiga.—Si-sir. Meliodas, me asustó.—

—El demonio da una risa y le extiende la mano para ayudarlo a pararse y el rey acepta.—Perdón...Pero Arthur,  ya lo habíamos hablado, no me hables formal, mucho menos con el "Sir.", dime Meliodas o cualquier apodo, somos novios, ¿no?.—
Arthur al escuchar《Somos novios》se pone rojo y se tapa la cara, y el baja estatura solo sonrió, pues ya conocía bien al rey, era claro que no era la primera vez que el ojimorado se pusiera nervioso o rojo cada que se daban un beso, cuando decía cosas como esas o cuando Meliodas le daba sus "normales" abrazos, pues lo que hacía  era rodear la cintura del pelinaranja con sus pies y tocar los pechos o algunos lugares, un abrazo "normal".

—S-si, lo siento Si-...Meliodas, créeme que lo intento pero es la costumbre.—dijo el menor.—

—Perfecto, te acostumbrarás, tranquilo.—y el rubio sonrió.—Bueno, hay que ver lo del banquete y festival de mañana.—

—...Tengo miedo Meliodas.—da un suspiro y continúa.—Tengo miedo que mi reino piense mal de mí y decepcionar los, todos esperan a una novia y no se que pensar.—y una lágrima se hace presente.—

—Hey, no tengas miedo.—se para de puntas y le agarra la mejilla y le quita las lágrimas y sonríe.—Ellos te aman, al igual que yo, te van a apoyar, y una razón de ello es que no te diste por venció y reconstruiste el reino.—

—El pelinaranja sonríe, en serió,  si no fuera por el rubio, estaría solo y triste.—Gracias Meliodas, no se que haría sin ti.—se agacha y le da un beso en la mejilla al demonio.—

—Yo tampoco sabría que hacer sin ti.—este para aprovechar que el chico estaba agachado le da un beso en los labios el cual corresponde el rey.—

El ojiesmeralda de un momento a otro mete su mano por debajo de la camisa del menor, causando que este se sorprendiera y se estremeciera, cuando iba a tocar sus pechos con más detalle llega una gigante e interrumpe.

—Capitán, usted no cambiará, pero dejando de lado eso, pobre Arthur, mire su cara.—la chica estaba con su forma pequeña.—

—Con un sonrojo habla el ojimorado.—Se-señorita Diane, no es lo que cree.—dicho eso se tapa la cara con sus manos.—

—El rubio hace su típica cara de niño chiquito, salta y enrolla sus piernas en la cintura y pone sus manos en los pechos del rey, y esto hace que se sonroje más.—Tu también te besas con King y no decimos nada.—

—Si, pero no nos intentamos tocar cuando hay gente presente.—se defiende la de coletas.—

—Ya Diane, no digas cosas de nosotros.—dice el hada volteando a ver a otro lado.—

—Tiene suerte que no esté Merlin, capitán.—dijo un muñeco para luego acomodarse los lentes.—

—Bu-bueno, dejando este tema de lado, ¿Que hacen aquí chicos?.—cuestionó el portador de caos.—

—Venimos a entrenar, este jardín del castillo es grande y nos sirve.—respondió un peliblanco con una cicatriz en su cuello.—

—Eso es fantástico, me gustaría entrenar con ustedes pero tengo cosas que hacer.—dice el rey decepcionado.—