❝ Idiot Alpha Stuff ❞

Último destino

Ajustó sus guantes al tiempo en que escuchaba a la gente ovacionando.
Caminó con firmeza y tranquilidad hasta el centro de la arena, donde disputaria la última pelea de su gira.

Ya medio año viajando por diferentes ciudades, peleando con diferentes Entrenadores que lo desafiaban.
Ahora como Maestro pokemón y el mejor Entrenador del mundo, debia mantener ese título a como diera lugar.

Lionel le terminó confiando el puesto a él como su anterior aprendiz, ya que ahora el Omega sería líder de Gimnasio y se dedicaría de lleno a su prometida y futuros hijos.
Entonces, ahí estaba Ash. Si ganaba esta lucha, daba por terminad su gira de ese año.

6 meses completos.

Extrañaba a Goh.
Siempre lo llamaba todos los días y antes de sus batallas era su fuerza.
Le hubiera encantado que estuviera ahí con él, pero tenía muchas responsabilidades en casa.
Ahora que era compañero de trabajo con Chloe y habían heredado el laboratorio de Cerise, le era también difícil acompañarlo.

Además, su condición era delicada.

El Alfa de ya 28 años saludó al público para luego dirigir su mirada al retador.

"La batalla por el título de Mejor Entrenador del mundo entre Ash y Graham está a punto de comenzar ", habló el moderador. "Cuando los 2 pokemón de ambos entrenadores no puedan seguir luchando, la batalla terminará. ¡Ahora, elijan a sus pokemón!"

—Barbaracle, yo te elijo— llamó el contrario a su primer pokemón.

—Tipo agua y roca, ¿eh?— murmuró Ketchum. —Bueno pero aún así...¡Lucario, ve!—

"Entrenadores, que empiece la batalla"

No tenia duda en que tenía todo el apoyo de sus amigos viéndolo por las transmisiones y de su Omega, sin dudar ni un segundo que Ash podría con ello.

—Lucario....

❥ •『』• ❥

"Felicidades por tu victoria Ash"

Recibía llamadas de su madre, de Misty, Serena, Brock, Clemont y otros amigos que siguieron de cerca su avance en todo este año.
Contestaba agradecido, mientras esperaba el próximo vuelo hacia su hogar.

Suspiraba relajado ahora que terminó su viaje, esperando llegar junto al moreno. Apretó entre sus manos una bolsa de tamaño considerable, donde cargaba recuerdos de los lugares visitados.

—¿Estás emocionado por volver?— cuestionó a su Pikachu, quien no dudó en costestar alegre con un "Kachu"
—También yo—

—Profesor Ketchum, debería descansar un rato — aconsejó una joven al Omega de mando en el laboratorio, quien ya se veia fatigado por estar mucho tiempo de pie.

—Estoy bien, ya casi terminamos — dijo sin darle importancia. Quería acabar hoy mismo y así tener la tarde libre para cuándo su Alfa regresara.

—Al parecer lo testarudo de tu esposo es contagioso— se burló la Alfa, ganándose una mueca divertida por parte Goh.

—Ya solo faltan unos ajustes— habló, tachando y reescribiendo unas cuantas anotaciones.

—¿Por qué no te tomas el día y vas a esperar a Ash al aeropuerto?— ofreció Chloe. —A los niños les gustará la idea —

Goh sonrió, rendido ante la insistencia de su amiga y salió en busca de sus cachorros.

—Ayaka, Akihiro, ¿Quieren ir a recibir a papá?— solo bastó la mención de su padre para que los niños corrieran hacia el Omega.

Goh acarició ambas cabelleras negras y los abrazó.

—Mamá, les dimos de almorzar a todos tus pokemón — narraba orgullosa la niña. Ayaka, la viva imagen de Ash.

—Mayikarp evolucionó a Garados hoy— avisó su hijo, quien era el más parecido a él. Con dos años menor que su hermana, ya tenía amor por los pokemón.

—Estoy orgulloso de ustedes — dijo, juntando su frente con ambos cachorros. —Así que les tengo una sorpresa. Papá llega hoy e iremos a buscarlo —

Los niños gritaron de emoción, mientras guiaban suavemente al Omega fuera de casa.

Aun eran muy pequeños para presentar su casta, pues la mayor apenas y tenía 8 años. A pesar de ello, sus personalidades ya eran notables.
Y ambos ya sabían lo que deseaban ser cuando cumplieran los 10 años y salieran en busca de su futuro.

A penas bajó del avión, su pecho latió con fuerza. Buscó el aroma de su Omega por todo el lugar, quedando estupefacto al ver a sus 3 tesoros a solo unos metros de él.

No dudó en correr y abrazar a sus hijos, impregnándoles su aroma.
—¿Cuidaron a mamá en mi ausencia?—

Ambos asintieron con orgullo.

—Te vimos en televisión, estuviste genial— alagó Akihiro.

—¿Nos trajiste regalos?—

—Claro— Ash rio al ver que los regalos eran la prioridad de su pequeña. Sin duda toda una Ketchum.

A Akihiro le entregó un peluche de un Burmy y a Ayaka uno de Pachirisu.

—Gracias, Papá — Su hijo estrujaba al animalito entre sus brazos, efusivo.

—¿Ya saludaste a nuestros hermanitos?, Mami dice que están muy inquietos últimamente —
Aunque su hija lo hubiese mencionado hasta ahora, Ash ya habia notado el vientre abultado de su esposo.

Aproximándose al Omega, con ojos llorosos, depositó un beso dulce en sus finos labios.
—Te extrañamos— anunció, sintiendo como Ash olfateaba la marca que el Omega portaba.

—Perdona que haya tenido que irme en un momento así —

—No te preocupes, era tu deber — Goh vio como su Alfa bajaba hasta su vientre y pegaba su oído a este. —Además, aun faltan 3 meses para ellos nazcan—

—¿Ellos?— preguntó, a pesar de ya haber percibido aquel lazo. Solo quería corroborar, a cuantos esperaban.

—Sabes, creo que te luciste la última vez — mencionó en un tono jocoso.

—¿Tanto así?— le siguió el juego.

—Son Cuatro, Ash— soltó por fin.

El mencionado tardó tanto en moverse o hablar, que Goh creyó que se había desmayado.
Pero, lo vio ponerse de pie con esa hermosa sonrisa que le proporcionó la vez en que se conocieron.

—Cada vez que pienso que no puedes ser más perfecto, me sorprendes—

Y como cuando niños, Goh se sonrojó ante las palabras del contrario.
Y lanzándole de nuevo a sus labios, escuchó un "Que asco" de parte de los infantes.

Mientras Pikachu parpadeaba y reia ante las reacciones de los chiquillos.