❝ Idiot Alpha Stuff ❞

Make things right

Ash no se apartó de Goh ni un momento durante su revisión. La Omega de cabellos azules le dio chequeo general antes de concluir su diagnóstico.

El Alfa se quedó cuidándolo, mientras el Profesor Cerise y el Beta rubio investigaban las razón de tal reacción en el moreno, mientras que Chloe ayudaba a la Omega a preparar algo que pudiera ayudar al joven.

Ash contemplaba las mejillas rosadas del menor a causa de la fiebre. Sus labios entre abiertos, aquellos que estuvo a punto de besar, daban pequeños suspiros. Su aroma aún era fuerte, pero exquisito para la nariz de Ketchum.

Sin saber porqué, el cuello del Omega lo llamaba con insistencia. El corazón del Alfa comenzaba a acelerarse y su autocontrol se desvanecía de a poco sin estar consciente de ello.

Goh trató de abrir los ojos, aunque le resultaba muy díficil por la luz de la habitación, suspiró con cansancio para después abrir los ojos de una vez.

Ese dolor y calor seguía presente, soltó un chillido de protesta cuando sintió una punzada en su cuello y vientre.

—¡Goh, ya despertaste!— se percató de la presencia de su amigo, Ash. Se sentó en la cama. —Mmm..¿Como te sientes? - preguntó preocupado, notando pequeños temblores provenir del de ojos azules.

La voz de su amigo hacia eco en su cabeza. Goh se estremecía al percibir el aroma y la voz del Alfa en presencia. En especial, porque se trataba de Ash.

—Me duele...siento calor—dijo jadeando de imprevisto. —¿Que me pasó?— susurró, aunque Ash si alcanzó a escucharlo.

¿Desde cuando Goh tenia una voz tan suave y dulce?
Su Alfa comenzaba a rasguñar.

—Ah, claro— hizo una pausa mientras movía su cabeza rápidamente, tratando de controlarse. —Él profesor me dijo que te explicará cuando despertases, verás..te desmayaste porque bueno tú celo llegó según él profesor...—
Vió como Goh arqueaba una ceja, pues dentro de todos los celos que habia tenido, nunca fue tan fuerte antes.
Ash supo que estaba verdaderamente confundido y él también. —Verás... no sabemos la causa de los síntomas tan fuertes. El profesor está buscando una explicación— soltó un risa nerviosa.

—Ugh..ya veo, ¿Cuándo dejaré de sentirme así?— cerró los ojos mientras un pequeño temblor paso por todo su cuerpo.

El de ojos café lo sostuvo muy cerca de su pecho, para evitar que este cayera bruscamente sobre el colchón. Goh no podía sostenerse solo y menos ante la presencia del Alfa.
—Exactamente..creo que en unos días, talvez dure lo que un celo normal — Respondió, sosteniéndolo con más fuerza.

El olor de Goh se iba haciendo cada vez más pesado, causando que Ash rozara su nariz sobre el cuello del Omega. En específico en esa zona que logró soltar otro jadeo en Goh.

Si no salía de ahí, quién sabe que resultaría. Al parecer no tenía suficiente fuerza de voluntad.

—Debo irme Goh, vendrá la ayudante del profesor a cuidarte— murmuraba, sin saber bien que decia o como levantarse.

—Quédate — suplicó, pasando sus manos por el pecho del mayor hasta sus hombros para juntarlo más a él.

—No puedo— insistió. Sin embargo, su boca decía una cosa y su cuerpo otra.
Había tomado al Omega por sus muslos y lo habia levantado hasta colocarlo sobre su regazo.

El roce de sus partes bajas habia sacado un gemido de la boca de Goh, quien a como podía buscaba el miembro del Alfa para rozarlo con el suyo.

—Alfa— gimió, al sentir como Ash presionaba sus colmillos sobre la piel sensible de su cuello. Podría llegar a haberlo mordido, de no ser porque fue interrumpido justo a tiempo.

—Ash, debes irte— gruñó Chloe al ver como él también había entrado en estado de celo como consecuencia al Omega.

—Mi Omega me necesita — respondió, tornando sus ojos color rojo, característicos de su casta.

El habia elegido al moreno y el moreno a él.

—Recapacita Ash, eres muy joven para marcar a alguien — continuó.

—Y-yo— luchaba contra si mismo.

—Alfa, mírame —
Pero el Omega de Goh no ayudaba mucho.

—Goh, tu también cálmate — habló de Omega a Omega la chica de cabellos azules.

Chloe ayudó al otro Alfa a volver en si con sus feromonas. El olor a fresas de la contraria le dio un momento para pensar con la cabeza fría.

—Debo irme— dijo levantándose rápidamente, saliendo de la habitación. Sin ver atrás el rostro necesitado del moreno.

Chloe y la Omega procedieron a entrar con un paño y supresores, cerrando la puerta con seguro.

Afuera se encontraban el profesor y el joven Beta, quienes casi concluian el porqué del estado de Goh.

—Lo hiciste bien, Ash— se adelantó a decir el profesor. —Yo me encargaré del resto, ve a descansar— sonrió para después ver cómo Ash se retiraba a su respectiva habitación, pero antes:
—Profesor, ¿Podría darme uno de sus supresores?— cuestionó sin levantar su cabeza.

Cerise asintió con comprensión.

❥ •『』• ❥

Una semana.

Una tortuosa semana de celo y de no verse mutuamente.

El profesor Cerise les explicó a ambos por separado, el último día. —Su celo se sincronizó. Parece que la influencia de Cupsique fue la causa de su intensidad. Pero creo que también se debe, a que su Alfa y Omega se buscan mutuamente —

Aquella revelación causó un sonrojo en ambos, cierta vergüenza y alegría de ver que se correspondían.

Pasó un día más para que ellos decidieran verse de nuevo.
Ash tomó la iniciativa, acercándose a Goh que estaba cuidando de sus pokemón a la orilla del río.

—Me alegra ver que estás bien — sonrió, sentándome junto al moreno.

—Ash— dijo, en forma de saludo. —Igualmente —

—Tu...Ammm. ¿Recuerdas todo... lo que pasó?— preguntó, tomando fuerzas para ver a Goh a los ojos. Aunque, el Omega no se atrevía a levantar su rostro.

Goh asintió, susurrándole un "Perdóname "

—¿Por qué?—

—Me dejé llevar— murmuró, sintiendo como unas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos azules.

—No Goh, tu no tienes la culpa. Yo también tuve responsabilidad en ello—

Ash llevó su mano al mentón del menor, causando que este levantara la vista.

—Eres hermoso — soltó sin querer tras ver el rostro de Goh.

—Ash yo...

El nombrado acarició los labios del Omega con su pulgar, callando abrúptamente a Goh. Por consiguiente, unió sus labios con los suyos, sin poder soportar más ese espacio entre ellos.

—Lo sé — dijo, sobre los labios del otro. —Porque yo también te...

Está ves fue Goh el que comenzó el beso.
Los dos fueron gentiles y cariñosos.

—Te amo—

Los pokemón por su parte, celebraban la nueva pareja formada. Hasta Lucario sonreia al ver a su entrenador tan feliz.

Permanecieron unos minutos así, en paz.
Uno junto al otro.

Hasta que Ash rompió el silencio, ofreciéndole una flor al contrario para luego pronunciar: —¿Quieres ser mi novio?—

Haría las cosas bien con su Omega y algún día, quizá ese lindo cuello llevase su marca y ese lindo moreno a sus cachorros.