༒Capitulo 1༒

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Hestia

8 años después

Hora de la cena, eso significa la hora de los chismes para mis padres. Ellos pueden ser muy religiosos pero eso no le quita los chismosos que son.

Miro la comida con aburrimiento.

—He oído rumores sobre que los Dimersont volvieron de Francia—cuando escucho las palabras que salen de la boca de mi padre alzo la mirada de golpe y prestó atención a la conversación.

—¿Encerio?—preguntó intentando soñar lo más tranquila posible.

—Solo rumores Hestia, no estamos lo suficientemente seguros—dice mi padre.

Los dimersont se fueron de Folent hace 5 años. Llore por dos semanas enteras, quede completamente devastada y no sabía el por qué, bueno, si lo sabía pero no para llorar por dos semanas.

Ciaran volvió.

Su nombre retumba por mi cabeza un montón de veces.

Él fue la razón por la cual llore por dos semanas enteras. Por su ida del pueblo, y no entendía el por qué tan sentimiento si él me trataba del asco. Siempre intentaba ser amable con él y terminaba llena de insultos, y aún así volvía, como una tonta.

Lo sé. Soy una total masoquista.

—Esa familia me da vibras muy extrañas—comenta mi madre.

—Opinó lo mismo—dice mi padre.

—Pero si nisiquiera han hablado con ellos—digo mientras frunzo el ceño.

"Vibras". Para mi sus vibras son exquisitas. La madre de Ciaran siempre que iba a buscarlo de la escuela yo observaba desde a lo lejos él como se vestía. Sus atuendos siempre eran blancos o azul oscuro. Siempre variaba de modelos de ropa pero nunca el color.

El padre de Ciaran las pocas veces que lo he visto siempre ha estado formal.

Y Ciaran. Él siempre utilizaba camisas de tonos oscuros al igual que sus pantalones. Su mirada, sus labios, todo en él era hermoso. Hasta llegó un momento en la que a mi corta edad de 12 años decía que estaba enamorada de él.

—Hestia—oigo como mi madre me llama y la miro.

—¿Que pasa madre?

—¿Cual fue la razón por la que llegaste tarde el día de ayer?.

—Me tocó entregar unas cuantas cosas en la escuela— Digo intentando sonar lo más creíble posible.

Sigo de vacaciones, pero gracias a mi madre estoy en clases particulares en el estupido instituto.

En realidad estuve con Kiara y Elioth en la cafetería JJ chismorreando. Mi madre odia que sea impuntual, y si le digo que llegue tarde por estar chismorreando me llevaré un buen castigo.

—No me convence del todo. Hablaré con el director mañana.

Mierda.

—No importa madre. Malgastaras tiempo que no lo merece—dios que me crea por favor.

—Hestia tiene razón Emily, malgastaras tiempo que no lo merece—gracia padre, siempre sacándome de problemas sin que te des cuenta.

—Cambiando de tema. ¿Tú no estudiabas con el hijo de los Dimerson?—Pregunta mi madre.

—Ehh, si, pero no traté mucho con él en esos dos años que estuvimos juntos en la escuela—aclaro haciendo el intento de sonar tranquila.

Hablar de Ciaran se me hace tan complicado y no se el por qué. Mis nervios suben al nivel de que no puedo articular bien palabras sencillas. Empiezo a tartamudear y mi ansiedad sube a un nivel muy loco.

El secreto de CiaranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora