༒Capitulo 4༒

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Hestia

Odio tener que hacer esto siempre sola.

Es tan fastidio, pero todo se me quita cuando llego

Kiara y Eliot se negaron rotundamente a ayudarme. Dijeron que estaba loca.

La mañana de clases fue totalmente aburrida. Tuve un examen de matemáticas del cual dudo que haya sacado bien, además fui la hazme reír de toda la escuela por culpa del estupido de Ciaran.

Me dolió lo que me dijo, pero era cierto, el nunca me pidió que estuviera con él o algo parecido, siempre fui yo la que andaba de tras de él, como él dijo, parecía un chicle. Solo quería que él se fijara en mi.

Recuerdo la vez que estábamos en el cumpleaños de Zoe, esa chica invitó a todo el salón incluido Ciaran. Por un momento pensé que no asistiría, pero lo hizo y estaba tan guapo como siempre. Era el cumpleaños número 13 de Zoe y ella propuso jugar el estupido de la botella, odio es juego, pero en ese entonces nisiquiera sabía de que se trataba.

Lyn, así se llamaba la chica que movió la botella y apunto a Ciaran. Ya sabía lo que venía después, varios lo habían hecho, por suerte no había sido ninguna, hasta que vi como Lyn se acercó a Ciaran y lo beso. En ese momento deseé ser ella, ser la que besaba esos dulces labios perfectos.

Esa noche llore en silencio como lo hacía siempre. Solo era una niña de 12 años enamorada de un chico que ni la hora le daba.

Sigo caminando por el bosque frío  y nublado. Ya ni miedo tengo de caminar por aquí, estoy acostumbrada. Podría llegar a decir que es relajante caminar por aquí, muchos pensarán que estoy loca.

Escucho algunas ramas crujir justo detrás de mi haciendo que me voltee al instante.

Un zorro.  Suspiro calmada y me agacho lentamente, saco un pedazo de pan de mi mochila y se lo tiro. El zorro lo agarra gustoso y desaparece por los árboles.

Sigo el camino ya marcado de tanto pasar por aquí. Quien lo diría, tengo un camino exclusivo para ver la mansión de Ciaran desde lejos sin ser vista por sus guardias.

Después de unos 10 minutos caminando llego a mi destino. Me siento en la roca de siempre y empiezo a admirar la hermosa estructura blanca que tengo a lo lejos.

Parece un castillo de Adas.

Saco mis binoculares y empiezo a ver los alrededores. Como siempre, hay guardias rondando en los mismos lugares de siempre. Todas las puertas y escaleras.

Ellos siempre han estado ahí, incluyendo en la ausencia de la Familia Dimersont. Es tan extraño..... Para que vigilarían un lugar del cual nadie habita.

Con una mano sigo agarrando los binoculares y con la otra saco un pedazo de pan y me lo llevo a la boca.

Veo los ventanales. Sin nadie asomado, como siem-

—No creí que la niña de padres religiosos sería capaz de acosar a un simple chico queriendo vivir su vida tranquila.

Al oír esa voz a mis espaldas los binoculares caen de golpe seco al suelo rocoso y lleno de hojas secas.

—Por que no te volteas y me enfrentas Hestia— mi nombre sale de sus labios lenta y provocativamente.

Sigo sin moverme de mi sitio. Estoy paralizada, no puedo moverme.

Siento sus pisadas aproximándose haciendo que mi piel se erice. Se para justo detrás de mi. Siento su respiración chocar con mi oreja.

—Ya no eres tan valiente ¿O si, estorbo?.

Me volteo de golpe quedando como la primera vez que nos reencontramos, a pocos centímetros, muy poco.

Subo un poco mi cabeza para verlo.

—Solo veía el paisaje, no es mi culpa que tu mansión quede cerca de mi roca—le aclaro sin tartamudear.

—Eres una muy mala mentirosa estorbo—susurra—Dime Hestia ¿Que dirían tus padres si supieran que su hija educada camina por el bosque sola, y solo para espiar a un chico.

Trago grueso—Se que no se lo dirás—

—Que te hace pensar eso—dice mientras se acerca aun más.

—Solo lo se.

A el se le escapa una pequeña risa.

—Sabes por que no les dire nada—niego lentamente—Por que tu vida es tan aburrida que lo único interesante qué haces es acosar a un chico que nisiquiera soporta tu presencia.

—Si tanto te desagrada mi presencia por que me tienes acorralada con tu cara a centímetros de la mía. Cualquiera pensaría que quisieras besarme.

—Jamás dije que no quisiera besarte Hestia.

Cuando escuche esas siete palabras salir de su boca mi mente quedó en blanco, sin nada que yo pueda articular. El no lo debe estar diciendo enserio.

—Mentiroso—fue lo único que se me ocurrió decirle.

—Podré ser muchas cosas Hestia, pero mentiroso jamás— La poca distancia que separaba nuestros cuerpos desaparece haciendo que mi respiración se acelere aun más—Y si te digo que quiero besarte, es la nada más que la verdad.

Se separa completamente de mi haciendo que vuelva a la realidad.

—Te llevaré a tu casa, ya va a obscurecer—dice empezando a caminar hacia la mansión—No voy a esperarte Hestia, así que mueve tu culo y vamos—agrega mientras camina.

Recojo mi mochila y binoculares. Lo pienso por un momento.

Y si me quiere raptar para violarme y después matarme.

—No te haré nada Hestia, solo te llevaré a tu casa, así que muévete de una vez por todas—dijo como si leyera mi mente

Hellouuu

Prosigan chikibeibys, que es doble actualización

El secreto de CiaranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora