Para deshacerlo todo

Capítulo 12: Desechando la ilusión

Shiro ignoró las miradas de miedo que le dirigían todos los Shinigamis forrajeros por los que pasaba. Érase una vez, los habría masacrado a todos por mirarlo así. Desde la Guerra de Sangre, los encontraba demasiado repugnantes como para prestarles atención. A la mayoría de los Shinigamis los ignoró, sabiendo que eran imbéciles ensimismados que solo querían ser famosos o poderosos. Sin embargo, hubo excepciones. Como bruja. La mayoría de los tenientes, en realidad, pero a Shiro en su mayoría solo le importaba una mierda Witch. La zanpakuto blanqueada caminaba tranquilamente hacia las celdas de la 4ª División, habiendo preguntado algo de forraje hace unos minutos. No le gustó que ella estuviera en las celdas. No le gustó más que entendiera por qué.

Todavía no estaba cerca de ella, pero ya sabía que estaba devastada por la pérdida de Aizen, más aún porque el maníaco no tuvo la oportunidad de hacer ninguna mierda esta vez. No podía empezar a darse cuenta de que tal vez él no era tan perfecto si no lo hubiera visto hacer nada malo. Su fingir su muerte, matar a los 46 centrales y reemplazarlos se transmitió a todo el Seireitei, pero Shiro ya sabía que estaba en una negación masiva. Si ella incluso creía que él hizo todas esas cosas, el hollow estaba seguro de que se convenció a sí misma de que Aizen lo hizo por una buena razón. En este momento, probablemente se cortaría las muñecas antes de lo que aceptaría que maníaco era malvado.

Un ceño fruncido se formó en el rostro del zanpakuto, y comenzó a caminar más rápido.

Apenas tuvo que mirar al guardia dividido en zonas frente a la entrada para que el hombre saltara y abriera la puerta. El espíritu pálido continuó su camino, gruñendo en agradecimiento al guardia. El hecho de que no siempre los usara no significaba que no tuviera modales. La mayoría de las celdas que pasaba por el hueco estaban vacías, las únicas excepciones eran el forraje de la 4ª División que limpiaba los espacios. La única celda con un ocupante real estaba al final de la fila. Un guardia estaba sentado en un taburete junto a la puerta, leyendo un número del Boletín Seireitei . El hombre tenía un asauchi atado a su cadera, y eso llenó a Shiro de disgusto. Al forraje probablemente ni siquiera le importaba que no pudiera contactar con una parte de su maldita alma.. Probablemente estaba contento con solo tener una espada y un uniforme, para poder ir a algún bar de mierda en el Rukongai y usar su estatus para conseguir mujeres. El zanpakuto apartó los pensamientos. No todos los pedazos de forraje eran un idiota. King le decía con regularidad que no asumiera que lo eran.

" Hey " El guardia miró hacia arriba antes de gritar mientras se ponía de pie rápidamente. Su asauchi fue dibujado. El hollow no podía llamarla espada, no cuando estaba tan vacía y sin vida. El zanpakuto sintió la firma reiatsu de la Bruja contraerse dentro de su celda. " Calma tu mierda. Estoy aquí para ver a Momo."No le gustó tener que usar su nombre real, a ambos realmente les gustó cuando la llamó por el apodo. El zanpakuto decidió que el guardia frente a él era un capullo cuando el hombre se apresuró a abrir la puerta de la celda de Witch. sin siquiera preguntar por qué. ¡Era la persona de aspecto más sospechoso en el puto Seireitei, y filtró un reiatsu hueco! ¡Podría haber venido a matarla por todo lo que sabía! ¡Y simplemente abrió la puta puerta sin siquiera preguntar por qué! El hollow le gruñó al hombre cuando entró en la celda. El patético debilucho gritó y salió corriendo del edificio. Aún más molesto por la excusa de mierda de un guardia, el espíritu pálido puso los ojos en blanco y cerró la puerta de la celda detrás de él. La cerradura se deslizó en su lugar. Eh, podría hacer que King viniera y abriera la puerta si no terminaba simplemente cortando la cerradura en dos.

El espíritu pálido se volvió hacia el espacio vacío que era la celda de Witch. Había una alfombra de unos dos centímetros de grosor en una esquina que parecía incómodamente rígida. Un baño estaba en un rincón diferente, sin privacidad alguna. La teniente misma estaba sentada en el medio de la habitación con las piernas dobladas debajo de ella, mirando por la ventana encima de ella. Tenía las manos cruzadas en las mangas y su zanpakuto no se encontraba por ningún lado. Probablemente confiscado. El hollow volvió a mirar por la habitación, buscando y esperando no encontrar lo que estaba buscando.