.02.|Encerrado

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"¡Espera Taehyung...!"

Fue lo último que logró escuchar antes de hacer ese arrebato que le cruzó por la mente.

Esperar... ¿Para qué? Encontró la oportunidad y la aprovechó. No lo pensó mucho, solo lo hizo y ya.

No recordaba la última vez que pudo usar magia sin ser regañado. Desde pequeño, era una orden principal el no poder utilizarla y las veces que desobedecía lo castigaban de una manera bastante cruel... Encerrándolo en el sótano junto con el señor Dongwook (el señor de la basura) durante 3 horas y sin poder llevarse a Kookie, su Kookie, su único amigo. Nadie quiere quedarse en un sótano durante 3 horas, y menos un niño. Por lo que era la manera más "viable" en la que podían evitar que Taehyung la usara. Y no olvidemos su realmente última vez, en la que le arrebataron al mayordomo. Con eso quedó claro que jamás volvería a emplear esa discordia.

O eso quiso pensar, porque después de 10 años estaría harto de todo.

Que todos se vayan al carajo. Desobedecer también es un acto de valentía en ciertos casos, y en el suyo, la manera de acabar con todo su sufrimiento.

Si, por muchos sentimientos de logro y orgullo que estaba presentando, se le olvido un pequeño detalle...

Nunca se había teletransportado así que no sabía cómo decidir en qué lugar aparecer y apareció en el establo al lado de un caballo, rayos.

Salió del lugar por ese pequeño inconveniente y se dirigió hacia el bosque intentando llamar la menor atención posible. Pasó por un lugar lleno de plantas con espinas, que conveniente.

"En lo profundo del bosque se encuentra la cueva con el portal hacia el mundo normal. Los súbditos no pueden pasar ya que es demasiado arriesgado, así que solo se le da el permiso a la gente perteneciente a la familia real junto a los guardias. Eso sí, solamente si es realmente necesario."

Desconocía el punto en el que se situaba la cueva. Pero volver al palacio no era una opción, por lo que si se perdía en el bosque, estaría perdido claramente, pero no infeliz y encerrado en un calabozo llamado palacio.

No era tan tarde, alrededor de las 4p.m, aunque por el espesor y grandes árboles, la luz del día apenas se notaba. Siguió caminando con cuidado de no tropezarse, con el mismo objetivo en mente. Escapar del reino.

Ya llevaba un buen rato caminando y sus pies dolían. Supuso que todo valdría la pena.

Claro, luego de dejar de pensar en que estaba cansado miró hacia el frente y se encontró con una cueva, seguramente la que estaba buscando.

Bingo.

Automáticamente el cansancio desapareció y corrió con todas sus fuerzas directo a aquel camino prohibido para él. De verdad no podía creerlo, ¿Así de fácil había sido escapar? Pudo haber hecho eso desde hace años ahorrándose todo ese sufrimiento, ja, que tonto Kim Taehyung, que tonto.

El castaño se acercó más para al fin lograr lo que tanto había querido. Pero fue muy iluso.

La cueva no tenía fondo, era un simple hueco.

¿Qué...?-

-¡Detente ahí mismo Kim Taehyung!

Ah.

-¡No voy a volver a ese infierno y menos a ser rey! ¿Podrías dejarme en paz por una maldita vez?

-Taehyung, escucha. Nunca hemos tenido una buena relación, tampoco necesito que la tengamos. Pero si necesito que por favor dejes tus estúpidas niñerías y tú deseo de escapar del reino. Te aseguro que la vida que tienes muchos la quisieran tener. No quiero poner a cualquier persona a seguir en el trono, ni menos volver a casarme. Tú eres mi hijo, acepta por amor a los cielos que tu destino es ser rey, no irte a matar por fuera de la muralla.

Sweet Night | KookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora