Icerbeg del Mitsukou

Especial #3

"Eres aun muy joven para esto..."

"Lose, pero mi especie es para eso... procrear con quien se me de la gana"

Se lo repitieron varias veces..."No se encariñe con los monstruitos" fue lo primero que le dijieron cuando decidio trabajar en la guarderia Kamome, no era una guarderia común y corriente, los cuidadores o investigadores eran encargados del cuidado y educación de los últimos huevos que quedaron después de un fatal accidente donde murieron varias especies de monstruos humanoides, era un poco confuso la historia para el y tampoco es muy interezante. Los superiores elegian a los cuidadores de los dichso huevos y tenian que cuidar de estos asta que rompieran el cascaron... Ahi venia el martirio para él, lo bueno esque el monstruo que le toco era uno tranquilo, un mokke, muy facil... Pero como era nuevo, a veces le veian cara de estupido y se quedaba cuidando a los monstruos n°3 y n°8. Se sorprendio un poco por la apariencia del n°3, penso que era de la misma especie que el n°8 pero se equivoco cuando mudo de cola y cuernos.

- Pense que era un dragón... -hablo confundido al investigador A, el cuidador del monstruo n°3-

- Igual yo -suspiro preocupado- Esto es malo... -se sobo el hombro- 

- ¿Por que es malo? -pregunto preocupado y confundido-

- Si ves que su cola termina en una punta en forma de corazón... Es un incubo, es una especie que se caracterisa en poder procrear con cualquier especie, incluyendo a los humanos -dijo preocupado, su preocupación era de que tal vez no lo liberen y se queda por más tiempo en cautiberio- 

- Oh!... era eso... Creo que debimos de sospecharlo cuando hisimos el MMT, el control mental es parte de sus poderes... -miro desde la vitrina que separaba el cuarto de dicho monstruo con ellos, el pequeño estaba jugando con unos muñecos levitandolos- y la levitación igual... -suspiro preocupado, no era su cuidador pero como se menciono con anterioridad lo a cuidado algunas veces-

Los monstruos crecian con rápidez, literalmente, entro a trabajar a los 24 años y ya en un año y dos meses los monstruitos humanoides n°3 y n°8 ya habian crecido lo suficiente, tenian la apariencia de unos niños de primaria. Se supone que ya en esa edad los liberan, bueno, lo harian si sus padres no estarian muertos o bueno, los del n°8... Se gano rápidamente la confianso da muchos investigadores y superiores, incluyento al investigador T, el hermano menor del investigador A. Una vez lo llevo a las profundidades del laboratorio y...

- Ta da! -el azabache con una sonrisa siniestra destapo lo que parecia una capsula llena de lo que parecia agua y... un incubador, habian tubos conectados en casi todo su cuerpo y sonaba una maquina - Te presento a la madre del n°3, encontramos su cadaver o bueno, pensabamos que estaba muerta cuando la encontramos junto a su nido protegiendo al único huevo que quedaba que era el n°3 -explico tocando unos botones, la incubo parecia que se habia despertado y se movio un poco en la capsula-

- Ella... ¿Cómo esque sigue viva? -pregunto con miedo-

- No tengo idea, solo me encargaron este lugar y ya -sonrio inocente-

No volvio a ir a ese lugar por mucho tiempo... Ya an pasado tres años y los especimenes ya tenian la edad adecuada para poder irse por fin de la guarderia, en realiada ya podian salir pero no vivir con otras personas o monstruos que no sean de la guarderia y poruqe aun eran muy pequeños... Cada investigador se despidio de su mosntruo, es dificil si te encariñastes mucho con ellos, por eso la advertencia que te dan antes de trabajar... Se despidio con un abrazo de los monstruos n°3 y 8, la albina no se queria separar de su cuidador el investigador T y el de hebras rosadas no dejaba de abrazarlo, digamos que asta los monstruos tienen a sus favoritos.