10. Darcy "El recuerdo aterrador"

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Corrí todo lo rápido que pude. Las piernas me dolían y me estremecía de dolor. Lágrimas me tapaban los ojos y me impedían ver. Grité desolada, y me giré rápido para ver la distancia entre el agresor y yo.

Empecé a toser por el frío nocturno, y sabía que no iba a sobrevivir...

1 HORA ANTES...

- ¡Venid! Vamos ha hacernos una foto para mi Instagram! - grité emocionada y todos vinieron -.

Nos hicimos una foto mientras me besaba con mi rollete Sam. No me gusta, pero lo uso. Necesito a un novio, pero todos me quieren cómo rollete y pues yo a Sam también le veo cómo un rollo... Pero hasta que me encuentre a otro mejor, me quedo con Sam, tampoco es un mal chico.

Seguimos todos bebiendo felices, y cuando pasaron las horas, miré al reloj y ya eran las 3 de la madrugada, todos empezaron a irse cansados, y yo los despedí con una sonrisa enorme. Sam se fue el último dándome un beso que no me hizo sentir nada.

Me lamí los labios, y él me sonrió mientras cerraba la puerta para irse a su casa.

Empecé a recoger todas las bebidas que habían tiradas por el suelo vacías, y platos sobre la mesa.

Mi móvil empezó a sonar, pero lo ignoré. Tenía que limpiar toda la casa, y no me daba la vida.

La quinta vez que sonó, revoleteé los ojos y bufé mientras iba enfadada a mi teléfono.

- ¿Quién mierda llama a esta hora?- me dije furiosa en voz alta -.

Descolgé la llamada y una voz de hombre me dijo:

- En 3 minutos en el portal de tu casa. - me dijo y colgó sin yo poder decir nada. -.

Me hice un moño, y abrí la puerta de mi casa. No me asustaba nada, nunca me asustaba nada.

Me quedé un par de minutos esperando fuera y bufé, sabiendo que esto se trataba de una broma seguramente.

Vi una sombra oscura acercándose a mí, me dio un escalofrío al recordar esa noche, esa maldita noche. Cuando pude ver de vuelta, después de 10 años, a ese hombre con esa cara tan perfilada y enferma y psicópata. No me lo podía creer... había salido de la cárcel.

Eso era imposible, él tenía cadena perpetua, de por vida.

Respiré asustada, y mis manos actuaron solas. Empecé a buscar las llaves asustadas en mis bolsillos y en mis manos, y luego recordé, que las llaves las había dejado en casa. ¡No podía entrar en casa!

Podría saltar la valla, pero es muy alta! Encima no hay nadie en casa.

Salí corriendo asustada y llorando recordando esos recuerdos de mi infancia que me atormentan.

- ¡Ven aquí, rata! - me gritó con esa voz enfermiza y con una mirada psicópata -

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- ¡Ven aquí, rata! - me gritó con esa voz enfermiza y con una mirada psicópata -.

Lloré aún más fuerte mientras mis piernas se debilitaban, y me dolía todo el cuerpo. Corría en tacones, y con un vestido súper corto. Me dieron igual mis tacones, y los dejé tirados en el suelo mientras seguía corriendo. Notaba cómo se me clavaban cosas en el pié y me estremecía de dolor. Vi una bicicleta suelta, tirada en la nada, y fui corriendo hacía ella.

Cerca Mía [ Bilogía Cercanía #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora