Dicen que los ojos son el reflejo del alma y el cuerpo, su carcel.
Para ella esas cosas son solo leyendas.
La llegada de Viena a la Universidad de Melbourne cambiaría el rumbo completo de su vida sumergiéndola en un mundo que no conocía. Junto a s...
Aquí va el segundo capítulo que ya se puso un poco intenso. ¿Creen en el destino?
Aquí va una foto de la Universidad de Melbourne, que si se lo preguntan, realmente existe.
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Capítulo 2: La suerte es para mediocres
El viaje transcurrió en silencio por unos 30 minutos más o menos, luego de eso Victoria no podía dejar de parlotear acerca de la Universidad, las facultades que tenía, el gimnasio, las áreas y verdes y más con un mapa del campus que nos llegó por correo junto con nuestras confirmaciones de matrículas.
La verdad, yo no conocí el campus la primera vez que fui a la entrevista con el director, estaba tan nerviosa que me limité a caminar por donde me decían sin mirar mucho más y considerando que el edificio de rectoría se encuentra justo a la entrada del campus, el resto era una intriga para mí.
Para Victoria fue mucho más sencillo, simplemente tuvo que mandar por correo sus excelentes calificaciones además de toda su experiencia en liderazgo considerando que fue la presidenta del centro de alumnos en el instituto durante 4 años consecutivos, incluso hasta antes de irnos. Si bien me emocionaba ver que tal el lugar ya estaba cansada de escuchar hablar a Victoria que parecía no dejar pasar ningún rincón del lugar.
- Ya me puedo imaginar saliendo de la facultad a tomar sol en St. Kilda Beach, según este folleto de recomendaciones esa es la mejor playa de la ciudad- comentó Victoria. Me sorprende lo emocionada que está, aunque de cierta forma la entiendo.
Melbourne es la capital de Victoria que queda en el extremo sur de Australia, justo al otro extremo de Broome y no podían ser más distintas. Broome mientras se mantiene al margen siendo un pueblo perdido en el mapa y para nada turístico, Melbourne es una ciudad considerablemente más grande, con más gente y con todas las cualidades urbanas de una capital sin dejar de tener el perfecto equilibrio con uno de los centros turísticos más llamativos. Se encontraba justo en frente de la bahía Port Phillip, y con ello, un millón de playas, antros y lugares de socialización.
- No creo que tengas tiempo de hacer eso hasta las vacaciones de primavera- dije mientras ella seguía concentrada mirando el folleto.
- No seas aguafiestas Viena, no todo es trabajo y estudio. Me muero por conocer gente y visitar cada rincón de esta ciudad- respondió esforzándose por contener la emoción sin siquiera mirarme.
- Les diría que no es la gran cosa, pero si lo es. La vida de ciudad es muy distinta a casa chicas, la gente es diferente- dijo Oliver encogiéndose de hombros con aire despreocupado. Oli ya llevaba un año viviendo en el campus y conocía mucho mejor que nosotras todo el ambiente.
- Y eso es justamente lo que me gusta de todo esto- contestó Victoria sin dejar que nadie le arruinara lo que tenía en mente. Hasta el momento no le había preguntado como había sido la despedida en su casa, pero en realidad sabía que era un tema sensible como para tocarlo en cualquier minuto, no quería arruinarle el momento, pero si quería saber.
