Hola chicos!
Este capítulo será narrado desde las perspectiva de nuestra querida Victoria, y créanme, el asunto se pondrá algo candente.
Les dejaré otra imagen de la persona que elegí para que se la imaginen.
Capítulo 5. Armadura de cristal
Cuando vi a Oliver con aquella chica no supe que decir. Sabía que Thadeuss y Viena me estaban observando, pero ni siquiera pude disimular las mil emociones que sentí en ese momento.
- Pediré otro de estos – También sabía que después de mi reacción tendría que dar un millón de explicaciones distintas a Viena que no dejó de mirarme ni un segundo cuando me di la vuelta para ir a la barra. Necesito varios de estos pensé mirando mi pequeño vaso vacío.
- Dame lo más fuerte que tengas – le dije al chico de la barra que ya me había echado el ojo hace un rato. Me sonrió coquetamente mientras agarraba una botella de ron y servía contundentemente en un vaso con algunos hielos.
Esta vez no le sonreí de vuelta solo me dirigí al otro lado del salón intentando pasar lo más desapercibida posible. Esa no soy yo, pensé. Bebí un contundente sorbo y sentí ese agradable ardor bajando por mi garganta.
Quizás si esta no fuera yo, y la que estuviera en una esquina de la fiesta mirando al chico que le gusta con otra chica fuera otra persona, le diría que dejara de ser tan patética e intentara pasarla bien, pero no. Ahí estaba, Victoria Milano sufriendo por un chico, pero no cualquier chico, el hermano mayor de mi mejor amiga.
Nunca lo quise mirar de esa forma, siempre esquivé sus coqueteos, sus maneras de llamar mi atención, incluso esas sonrisas que me derretían entera por dentro. Siempre le hice sentir que nunca llegaríamos a ser nada, que mejor dejara de intentarlo. ¿por qué? La razón es sencilla, durante toda mi vida me permití a mi misma llevar una armadura contra las personas que intentaban hacerme daño, que me hacían débil.
Primero fueron mis padres, quienes se llevaron la peor parte de mí. Luego Oliver, mi Oliver. Yo, Victoria Milano, una chica segura de sí misma, que siempre llevaba la delantera, que tenía a cualquier persona a su disposición y a su alcance, no podía tener debilidades. Así de simple.
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Escalera a la Luna
Teen FictionDicen que los ojos son el reflejo del alma y el cuerpo, su carcel. Para ella esas cosas son solo leyendas. La llegada de Viena a la Universidad de Melbourne cambiaría el rumbo completo de su vida sumergiéndola en un mundo que no conocía. Junto a s...