Capítulo 3. Melbourne es un pañuelo

118 14 0
                                    

Hola chicos!

Ya comenzamos lo divertido, les dejaré imágenes con los respectivos actores que elegí para Drew y Thadeuss, espero que mi elección les guste :) 

Besos!

Drew (Sean O' pry)

Thadeuss (Simon Nessman) 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Thadeuss (Simon Nessman) 

Thadeuss (Simon Nessman) 

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo 3. Melbourne es un pañuelo

- Créeme, yo tampoco estoy feliz de verte- solté cruzándome de brazos. Ya estaba hasta la coronilla de parecer la chica nueva estúpida que no sabía defenderse.

- Al menos deberías fingir que si lo estás, desde ahora soy tu jefe- respondió sin dejar de mirarme directo a los ojos y con un aire de diversión en la voz.

- Si, y por la misma razón deberías afrontar todo esto con profesionalismo y dejar de mirarme como si estuviera tomando la peor decisión de mi vida- mascullé. Esta vez soltó una pequeña sonrisa mientras enarcaba una ceja. Desde donde estaba pude observar que un pequeño hoyuelo se asomaba en su mejilla. No pude evitar fijarme en que Victoria realmente tenía razón, era muy guapo, aún así no dejaría que arruinara lo que se suponía sería un gran día.

- Deberías relajarte un poco, no te queda muy bien este papel de chica ruda – Tampoco pude evitar sonrojarme un poco con sus palabras.

- Que observador, quizás hubiese sido mejor que si te atropellara, al menos mi jefa sería Amy y no un egocéntrico como tú – respondí con algo de atrevimiento, bueno, tarde o temprano me sacaría de mi puesto, asique preferí hacerlo con algo de dignidad.

- Es mejor que le digas Amanda si no quieres tener problemas. Si quieres yo mismo puedo derivarte a su departamento, aunque créeme, no lo quieres. Soy el más amable que conocerás en este edificio-. Se sentó en la silla detrás de su escritorio completamente despreocupado mientras abría uno de sus cajones sacando de el un gran archivador. Revolvió un poco los papeles y finalmente dio con uno que tenía mi foto y mi nombre.

- Entonces no quiero conocer al resto- espeté mientras él me hacía una seña para que me sentara en la silla de al frente suyo. No era una gran oficina, a decir verdad, era casi del mismo tamaño que mi dormitorio y solo tenía algunas estanterías con libros, algunas cajas llenas de archivadores, y un simple escritorio con una laptop que supuse que era suya. El tampoco vestía formal ni nada por el estilo, vestía unos jeans negros con una camiseta blanca sin mangas que dejaba a relucir algunos de sus tatuajes.

Escalera a la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora