Capitulo 3: No hay recuerdos.

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Me levante como pude y baje corriendo las escaleras no sabía dónde estaba pero por pura intuición las baje y vi frente a mí la puerta de la entrada, corrí hasta ella pero me detuve justo al tocarla, con el pulso ligero, con las piernas fallándome, respire profundamente y me fije en aquella fotografía que había visto de reojo, en la mesita de las llaves junto a la puerta, la humedad se apodero de mis ojos y comenzó a nublar mi vista hasta que comenzaron a salir las lágrimas sin fin recorriendo mis mejillas frías y pálidas, muriendo en el cristal del marco de la fotografía que mostraba algo que yo no recordaba haber pasado jamás, era yo con un vestido de novia hermoso, con mis labios unidos a los de él...mi esposo, con su traje perfecto agarrándome de la cintura.

—Fue nuestro primer beso de casados... —Se oyó una voz tras de mí.

Impactada el marco se me resbalo de las manos y cayó al suelo, rápido me agache para recogerlo, pero él fue más rápido y se puso a mi lado para ayudarme, nuestras manos se rozaron, nuestras miradas coincidieron y el soltando la fotografía puso su mano cálida sobre mi húmeda mejilla acariciándola con el pulgar, con esas sonrisas matadoras que recordaba del antiguo y desconocido Louis.

—¿Dime que ocurre?, enserio no logro comprenderte. ¿Es que ya no me amas?—Se miraba triste y confundido tratando de descifrar lo que pasaba, estaba igual que yo o peor

Fue cuando me di cuenta que había parado de llorar por que volví a sentir esas lágrimas calientes caer por mi rostro, las que el aparto y colocando su mano tras mi nuca me acerco a él protegiéndome bajo su pecho, el sonido de su corazón latir suave y pausado, su aroma embriagador y el simple motivo de que estaba junto a él me hizo sentir en el paraíso y me apreté lo más que pude a él.

—No me sueltes...por favor no lo hagas...—

—Creo que necesitas un médico amor—

—No quiero nada, solo, no, no me sueltes—

El quedo en silencio mientras acariciaba mi cabello sin moverse ni un centímetro.

—Te amo te amo, no lo olvides—Susurro en mi oído aferrándome más a él, algo que me derritió.

Lentamente me fui separando agarrando bien la sabana para taparme y él me sonrío al ver que ya no corría agua por mis mejillas.

— ¿Sabes una cosa? —-Pregunto de nuevo quitando el resto de mis lágrimas. Yo negué con la cabeza—Hoy llevare yo a Lucas a clase, luego vendré y saldremos a dar un paseo, puede que te siente mejor que visitar el hospital que tanto odias -Instintivamente sonreí y él como si aquello fuese normal se aproximo a mi y unió sus labios a los míos, tuve intención de empujarlo, separarme pero aquello me había hecho volar y cuando él estuvo por separarme yo me eche para adelante y seguí ese beso tierno, suave, cálido y profundo que nos dábamos, mi primer beso con Louis Tomlinson. Solo me mantenía en pie me agache cuando él me sujeto de a cintura y caí sobre de él en el suelo, pero aquello no me detuvo, me estaba besando con mi marido, con la persona que por tanto años desee conocer y no me quería separar, pero como era de esperar el beso tuvo que terminar, y termino cuando sentí su mano subir la sabana acariciando mi pierna, un escalofrío terrorífico recorrió mi cuerpo y me separa instantáneamente de él.

—Lo siento—

—Ha sido increíble, fantástico—

- ¿Qué? -Pregunte confusa.

- Ha sido distinto; es el mejor beso que me han dado en la vida—El quedo en silencio observando mi sonrisa nerviosa y levanto la mano colocando uno de mis mechones de cabello tras mi oreja —Creo que ahora el loco soy yo, porque ese beso es como si me lo diese otra persona... Tiene más sentimiento—le mire a los ojos y pude ver un brillo tan especial.



Deseo echo realidad 『l.t』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora