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Estaba desnuda en mi cama, cubierta apenas por las sábanas, mi cabello estaba despeinado y mi cuerpo lleno de marcas del salvaje con el que había dormido.

Quién por cierto se transformó en cepillo de dientes justo después de que llegáramos a nuestro último orgasmo juntos.

Cayó sobre la cama, escuchaba sus jadeos pero ahora era eso, un cepillo.

¿Por qué justo en ese momento?

Literalmente la noche más candente de mi vida acabó con mi compañero sexual convertido en un producto de higiene personal.

El Dr. Colgate seguía en la cama, justo donde había caído.

- Admito que eso fue incómodo.- Dijo.

- Sí, bueno, lo superaré.- Dije levantándome.- Tomaré una ducha, esperame aquí.

- No es como que pueda irme.- Respondió.

Eso último me sacó una risita.

Me bañé, me vestí lo coloque en la mesa del comedor mientras ponía en orden todo el desastre de la noche anterior.

Tomé nuestra ropa del suelo para lavarla y limpié un poco.

Mientras tanto estuvimos hablando y compartiendo anécdotas, fue menos aburrido que hacer el quehacer a solas.

Era un hbre muy agradable y divertido, incluso cuando era sólo un cepillo, no entendía por qué estaba soltero.

Era agradable, divertido, apuesto, atractivo, adinerado, trabajador, estudiado, culto, amable y a demás un salvaje en la cama. Creo que eso cubre la lista básica de cualquiera.

- Oye, estuve pensando ¿No dijiste que tenías un gato?- Pregunté preocupada.

- Descuida, la primer noche que me hice humano llamé a mi hermana, le dije que salí de viaje de emergencia y que por favor se encargara de cuidarlo, ella lo adora, estará bien.

- Me alegro.- dije aliviada.- aunque me sigue preocupando el qué vamos a hacer.- Añadí.- Por ahora sólo puedes se humano de noche y eso sí te uso para cepillar mis dientes, no puedes vivir así.

- ¿Por qué no? Una vida nocturna no suena mal.- Bromeó.

- Piénsalo, tus cerdas van a desgastarse y ya no podré cepillarme contigo.

- Tienes razón.- suspiró.- además no es saludable usar el mismo cepillo de dientes por el resto de tu vida.

- Y no puedes depender de mí para vivir.- Añadí.

- De ahora en adelante investigaré a mis pacientes antes de recibirlos.- Se lamentó.

- No seas pesimista, Dr. Colgate, hayaremos la forma.

- Siempre estás animándome, te lo agradezco.

Le sonreí, la verdad no estaba del todo segura de que fuéramos a encontrar u a solución para ésto pero no quería que él perdiera la esperanza.

Quién diría que un mocoso como ese podría causar tantos problemas.

El Dr. Colgate notó que me encontraba cansada por no dormir en toda la noche y dedicarme todo la mañana a limpiar y trabajar así que me dijo que postergara lo de su problemita y durmiera un poco, se lo agradecí profundamente y me fui a la cama, dejándolo en el buró, a mi lado.

- En esta forma no necesito dormir.- Dijo.- Pero descuida, estaré aquí por si quieres hablar de caries.

Dormí algunas horas cuando u. Sonido me despertó.

Era el tono de un teléfono pero no era el mío.

- ¿Qué es eso?- Pregunté confundida y somnolienta.

- Mi teléfono.- Respondió él.- Debió caerse de la bolsa de mi pantalón cuando lo hicimos en la sala.

Mi rostro enrojeció ¿Cómo podía decir algo así de forma tan natural?.

- Iré a ver.- Dije.

Corrí a la sala por su teléfono y lo encontré bajo el sillón.

La llamada saltó al buzón.

Lo tomé y volví a mi habitación.

- ¿Quién era?- Preguntó.

- La señora colgate.- Dije en tono molesto.

No podía creerlo ¿Era casado? Y aún así se acostó conmigo...

- No es lo que piensas.- Se excusó.- Es mi hermana, Rosa, la que está cuidando al.gato, nunca me llama, debe ser importante.

Me relajé un poco, fuera cierto o falso no me debía explicaciones, no éramos nada a fin de cuentas.

- ¿Quieres que le llamé y le pregunté?- Dije.

- No, si una mujer le llama de mi teléfono y esa mujer no es mi secretaria empezará a hacerte preguntas incómodas. Llámale pero yo responderé, no hagas un sólo ruido.

Hice lo que me pidió y la tal Rosa respondió en seguida.

- Hermano!.- Exclamó en tono molesto.- ¿Dónde estás? No me dijiste que tu viaje intervendría con el cumpleaños de Papá.

- Ah, Rosa, lo siento, me olvidé por completo, llegaré en seguida.

- Más te vale, está preguntando por ti.

Y colgó.

- No puede ser.- Se lamentó.- ¿Qué hora es? Ya es de noche, si te cepillas los dientes ahora tal vez lleguemos a tiempo.

- ¿Lleguemos?- Pregunté.

- Sí, si se me hace se día y me transformó en cepillo otra vez sólo tú podrás salvarme.

- ¿Y qué haremos?

- Tenemos que ir a mi casa para que me ponga algo de ropa decente y luego a casa de mi padres.

- Entiendo.- Dije tomándolo para cepillarme los dientes.

Al transformarae estaba desnudo y sudoroso.

- Ay dios.- Dije cubriendo mis ojos.

- Al parecer al.volver a ser humano regreso tal y como estaba al convertirme en cepillo, ¿Puedo tomar una ducha?

- Adelante.- Dije apenada señalando el baño.- Te traeré tu ropa.

Casi me da algo al ver su espalda llena de rasguños.

Tomé su ropa de la secadora y se la dejé junto al lavabo.

Salió del baño ya vestido y me miró.

- Es una cena formal, ¿Tienes algo elegante para usar?- Me preguntó gentilmente mientras me miraba aún con el pijama puesto.

- N-no.- Tartamudee.

- De acuerdo, tranquila, iremos de compras en el camino.

Pedí un Uber a su casa y llegamos a un departamento enorme y con hermosas vistas a la ciudad.

Entró a su armario y salió luciendo como un príncipe.

-¿Qué te parece? ¿No voy muy desarreglado?

- ¿De qué hablas?- Pregunté.- Estás muy elegante y grupo!- Exclamé.

- Qué bueno.- Suspiró.- Bueno el tiempo apremia y aún no estás lista, le envié un mensaje a mi hermana para avisarle que llevo una invitada de imprevisto, te ayudara con el maquillaje y el peinado, vamos a buscarte un atuendo ¿Sí?

- ¿Qué? ¿Vas a comprarme ropa?

- Lo mereces, por todo lo que asestado haciendo por mí.

Casi por la fuerza me subió a su lujoso auto y me llevó a un centro comercial.

¿Qué es ésto? ¿Mujer bonita?

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Instagram: genevieve_anneliese_

Dr. Colgate. (Colgate 360 y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora