- Estás muy ebrio, mejor descansa.- Dije riendo y dejándolo para ir al baño.
Dejé los zapatos por el camino y luego de abrir un par de puertas lo encontré, me acerqué al lavabo y miré mi rostro em el espejo, Rosa era una excelente maquillista, mi maquillaje seguía intacto luego de toda la noche pero era hora de decirle adiós.
Me, quité el atuendo para no mojarlo, había sido muy caro y no quería arruinarlo, lo doblé y lo dejé sobre la tapa del WC y me giré hacia el lavabo nuevamente para lavarme la cara con jabón.
Adios maquillaje hermoso.
Me sequé el rostro y al mirar al espejo ví al Dr. Colgate parado en la puerta, mirando mi trasero.
- Creí que estabas muy ebrio.- Dije.- ve a descansar.
- Mmmm no, quiero aprovechar mis últimas horas como humano.- Dijo en tono de berrinche, acercándose por detrás y sosteniendo mi cadera, haciendo chocar su entrepierna con mi trasero.- Estoy caliente.- Anuncio.
- ¿Y?- Me hice la tonta pero mi voz tembló.
- Quiero follarte como un animal.- me susurró al oído.
Todo mi cuerpo se estremeció de deseo y sin decir nada su mano comenzó a colarse en mi ropa interior para bajarla a la altura de mis muslos.
- Doctor...- Suspiré.
- Shhhh.- Dijo mientras me hacía agacharme sobre el lavabo, puse mi mano en el espejo a través del cual podía observar su expresión lasciva.
Sus dedos recorrían la división de mis labios y me acariciaban suavemente.
Sentí mi entrada contraerse y se me escapó un gemido.
Cuando consiguió la humedad suficiente los metió a la vez que acariciaba mi clítoris.
- Estás tan bonita.- Siseó.- Pero el vestido te lo quería quitar yo mismo.
Sacó sus dedos de mí y antes de que pudiera reprocharle escuché como se abría la hebilla del cinturón y sus pantalones.
Sacó un preservativo de un contenedor en una repisa y se lo colocó.
Si alineó con mi entrada y me penetró lentamente.
Se movía lento y suave, totalmente diferente a la noche anterior.
Sentí una palmadita en el trasero.
- Abre más las piernas.- ordenó.
Lo obedecí y sentí como se adentraba más en mí, haciendo movimientos más profundos.
- Justo cuando te diga y no antes, vas a venirte en mi ¿Oíste?- preguntó en tono autoritario.
- Sí, doctor.- Respondí.
- Bien...
Aumentó la intencidad de sus embestidas, agachándose sobre mi espalda y colocando su mano en el espejo, sobre la mía.
- Gime para mí.- Ordenó.
Dejé de reprimir mi voz y dí rienda suelta a mis gemidos que se amplificaban con el eco del baño.
Sentía que quería venirme pero él aún no fab la indicación y debía aguantar.
- Puedo ver que estás en tu límite pero aún no es hora.- Me Susurró.
Y siguió embistiendo como una bestia.
Apenas podía permanecer conciente de mi entorno, quería morir de placer.
Todo mi cuerpo temblaba y mi piel estaba erizada, escalofríos recorrían mi espalda y tenía ganas de gritar, arañar, morder, lo que fuera, ya no podía aguantarlo más.
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Dr. Colgate. (Colgate 360 y Tú)
FanfictionUn hechizo, una chica y un cepillo de dientes.