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—Mirate, estás tan flaca, algún día de estos vas a desaparecer

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—Mirate, estás tan flaca, algún día de estos vas a desaparecer. —Me dijo la abuela mientras acariciaba mi mejilla.

Dejé caer suavemente mi cabeza hacia donde estaba su mano, había extrañado a mi abuela.

—¿Cómo te ha ido? ¿Te está yendo bien en ese trabajo que dices? —Preguntó mientras me servía comida.

—Me ha ido bien, y si, todo está perfecto con ese trabajo. —Asentí.

—Ah, Kyoka, en verdad estoy orgullosa de ti, has estado logrando salir adelante sola y además me mandas dinero. Aunque me da curiosidad saber de dónde sacas tanto dinero al mes, es muchísimo lo que me das. —Dijo y yo negué con la cabeza.

—Es un buen trabajo, me pagan bien, además me quedo horas extras.

—Ay Kyoka, pero no está bien que te sobreesfuerces. Al menos dime qué sigues estudiando.

—Algo así, estudio en casa. —Murmuré comiendo un poco de yakisoba. —Por mi alergia no puedo estar mucho tiempo afuera.

—Pero ni siquiera te da el sol, necesitas salir un poco, estás muy pálida.

—¿Qué has hecho con el dinero que te doy? ¿Ya te compraste algo de ropa? Según recuerdo ese suéter lo tienes desde que nací. —Señalé y ella se sonrojó.

—Es que es muy cómodo. Y estoy guardando ese dinero para tu universidad, quién sabe si te pueden llegar a correr de ese trabajo y no conseguirás otro con ese buen dinero.

Aunque me fastidiaba un poco su comportamiento, me gustaba estar con ella, después de todo era la única familia que tenía.

—Tengo que irme, Viri dijo que tenía algo importante que decirme en un rato. —Dije terminando la comida y luego me levanté para llevarla al lavabo.

—¿Tan pronto? Si nada más comiste.

—Lo sé, disculpame, después vendré a verte por más tiempo, ¿Esta bien?

—Mhm, bueno, pero yo escogeré que veremos. No me gustan tus coreanos esos que pones.

—Ay abuela. —Viré los ojos divertida, pero sin sonreír. —Nos vemos después.

°°°

—¿Y este es tu amigo? —Levanté una ceja mirando al tipo, muy alto por cierto.

—¿Ésta es la gruñona? —Se burló el tipo y yo bajé mi ceja. —Ay si se ve bien ruda, guarda tu cartera, no vaya a ser que nos robe.

—Como sea, Dakota, él es Hanma, Hanma, ya te hablé de ella. Dakota, él nos va a ayudar con aquello.

—Cuando dices “aquello” parece que es algo cochinote. —Dijo burlón el otro.

COLD BLOODED [Tokyo Revengers] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora