Firebird (Caitlyn x vi)

Capítulo 1: Muelle.

La niebla que cubría las calles de Piltover era lo suficientemente densa como para hacer invisible a cualquiera. Los ciudadanos evitaban las calles debido a las condiciones que hacían que la ciudad fuera mucho más tranquila. Era un día maravilloso para quedarse en casa y no hacer absolutamente nada. Pero para Vi, esto significaba muy poco, ya que la sheriff seguía insistiendo en que la acompañara en sus patrullas nocturnas.

Habían estado trabajando en el turno de noche durante varios días y Vi se estaba empezando a desgastar. Justo cuando regresaba a casa después de un largo día de trabajo, el sol brillaba y el mundo estaba ruidoso una vez más, lo que hacía casi imposible conciliar el sueño. Dios, sentía que quería matar a los pájaros que cantaban fuera de su casa. Solo una piedra bien apuntada y ella podría terminar su molesta melodía. La matona frunció el ceño y levantó la mano para aliviar la tensión de su abrumadora fatiga. Ella miró su taza de café vacía.

'¿Por qué diablos no está haciendo efecto? Lo bebí como hace una hora ', pensó la matona.

Respiró hondo y miró hacia el agua. Estaban patrullando los muelles de Wharfside debido al aumento del volumen de mercancías de contrabando. Los productos en cuestión eran pieles caras de animales en peligro de extinción que se ocultaban como un producto básico entre los gremios mercantiles de Piltover. A pesar de su popularidad, las pieles eran extremadamente ilegales y la Guardia de Piltover tenía que averiguar de dónde venían.

--"¿Ya terminaste tu café? Ni siquiera he llegado a la mitad del mío."-- dijo Caitlyn mientras observaba a su compañera. Vi parecía como si no hubiera dormido en días. Sus ojos estaban rodeados de sombras oscuras y no lograron enfocar la taza frente a ella. Sus hombros parecían tensos, de hecho, todo su cuerpo estaba tenso.

--"¿Eh?"-- Vi miró hacia arriba levantando la vista del agua debajo de ellas sin haber escuchado lo que Caitlyn le había dicho.

Caitlyn puso los ojos en blanco y le pasó el café al bruto exhausto. --"Toma. Toma el resto de mi café. Es negro, no estoy segura si te gustará."--

Vi tomó con cautela la taza de la mano de la sheriff. Ella lo miró, debatiéndose si realmente quería beberlo. Sin embargo, sus ojos ardían ante la idea de no tener más cafeína. Ella tomó de un trago la taza casi haciendo una mueca de dolor por su sabor amargo.

Al darse cuenta de como la ejecutora hizo una mueca ante el sabor, la sheriff se rió. Volvió a centrar su atención en los muelles del puerto. Un barco había llegado hace más de una hora y todavía no había comenzado a descargar nada de su carga. Con la gran cantidad de barcos de carga que pasan por el puerto y sus muelles a diario, es extraño ver a uno que se tome el tiempo para moverse.

Justo cuando estaba lista para mencionárselo a Vi, Caitlyn se dio cuenta de que un hombre salía del vientre del barco. Caitlyn movió su mano hacia la cara de Vi para dirigir la atención de su compañero. Ella señaló al hombre sin una palabra y estabiliza su catalejo.

Observa cómo el hombre se acerca al borde de su barco, mirando por la proa y hacia el muelle. Su cabeza se mueve de un lado a otro mientras escanea su entorno. El hombre se endereza, asumiendo que la costa está despejada, y llama al resto de su tripulación. Del casco emergen dos hombres más. Uno era grande y voluminoso, con una barba larga y el otro era escuálido, adornado con grandes pendientes y brazaletes de metal. La tripulación se movió hacia el muelle cuando el hombre que los llamó comenzó a abrir la bodega de carga en la popa del barco.

--"¿Qué te parece, cupcake.? ¿Vamos a verlo o esperamos?"-- Preguntó Vi, casi a punto de estallar de emoción. No hay mejor fuente de energía que la adrenalina pura.

Caitlyn se llevó el dedo a los labios y le hizo un gesto a la ejecutora para que se mantuviera callada. Vi echó la cabeza hacia atrás dramáticamente ante el movimiento.